Desde hace años me ocurrió con una exactamente algo parecido a lo tuyo. Te puedo decir que desde entonces ando con encuentros y desencuentros. Cada día se ha convertido en una amistad muy especial . Al principio pensaba que era una locura pero creo que ahora tengo una gran amiga, además podemos discutir , enfadarnos, etc . Pero con mucha empatía! Creo que tenemos que romper esquemas establecidos . Yo ahora me encuentro muy contento de haberla conocido. Suerte a todos loss que se adentran en ese mundo tan complejo.

Me encantaría ser su amigo, pero no me lo permite. No quiere que sus clientes conozcan nada personal de ella; sé dónde nació y poco más, pero no quiere contarme qué le preocupa o cuáles son sus planes de futuro. Nada de nada. Si le haces una pregunta que ella considere de su intimidad -por ejemplo: qué estudiastes? (es universitaria)- responde que eso no te importa. Algo tan banal como esa pregunta, no quiere contarlo. Ayer, por ejemplo, estando recibiendo un masaje, le pregunté si tenía otro después del mío (con objeto de saber si podía o no contratar más tiempo) y me responde que eso no es de mi incumbencia. Le aclaras que no es mi intención indagar en su agenda de citas sino saber si puedo quedarme más tiempo, pero no hay tu tía, se enfada y no me responde ni me deja contratar más tiempo.

Además es cortante en la forma de dar esas respuestas. A mí siempre me ha gustado conversar con las masajistas si ellas acceden. Es una forma de conocerse y un acercamiento mutuo. Nunca nadie me ha dado respuestas tan cortantes ante preguntas tan banales. Se molesta con facilidad, critica mi actitud, ... Y os preguntaréis: si es así, ¿por qué sigues con ella? Pues porque no siempre ha sido así; estos "fuertes" desencuentros que ahora tenemos se han comenzado a dar en los últimos días.

Tras las discusiones sin sentido que tenemos - como la que he relatado de extender la duración del masaje- me quedo dolido y afectado. ¿Por qué se comporta así? No tiene sentido. Se lo pregunto y me dice que no le dé más vueltas al tema. Le digo que estoy dolido y me responde que a mí me duele todo. En resumen, estoy notando que hay poca sensibilidad hacia mi de su parte, que le da igual si me siento mal o no, esto es, que está empezando a pasar de mí. Estas reflexiones las estoy haciendo ahora en voz alta, y creo que deben ser un estímulo para irla dejando. Intento olvidarla, pero me vienen a la cabeza los buenos momentos, el buen feeling que he tenido con ella. Y eso es más duro; pensar que tengo que dejar de verla se me hace muy cuesta arriba.

No sé si ella leerá esto, no creo (sabe que yo sí leo el foro de Masajistas, pero ignora mi nick) y en mi primer relato en este tema no dejé pistas para que me identificara; pero si lee los últimos, sí me va a reconocer, aunque ya no me importa. Ayer se enfadó (dice que la agobio). Bueno, si ella lee esto, ya me habrá identificado.

En fin, que no estoy ahora en el mejor momento de mi vida. :-(

Por lo que dices ya sabes cual es el camino que debes seguir, debes dejar de ir a verla, y sacarla de tus pensamientos. No vas a encontrar cariño y comprensión en ella, y si sigues yendo solo te haces más daño tu, y también a ella.

No se suele decir muy a menudo y más se tendría que poner en inciso, hay que tener muy claro que puedes obtener y que no cuando acudes a una prostituta o una masajista de este mundillo. El amor no tiene cabida aquí. Ánimo y échale cojones, deja de ir a verla, ocupa tus pensamientos en otras masajistas y en otras cosas, el tiempo hará el resto.

Si te interesa tienes que esperar tiempo y nunca con preguntas tas directas . Generalmente si ellas no te comentan de su vida personal sería mejor no entrar.

Gracias Ostiaya; ya he dado el primer paso yendo esta tarde a una nueva masajista, no tanto por el final feliz que me ofrecían, sino por el relax mental que tanto necesito. Al menos durante las últimas horas, no pensé en ella.

Comentando lo que señalas sobre el amor en este mundo: ni lo iba buscando entonces ni lo haré en el futuro, porque creo que el amor que surge en este mundillo es, o bien interesado, o bien difícil de materializarlo en una relación afectiva real: la masajista pensará que el putero nunca dejará el puterío y éste no se fiará de que ella busque fuera lo que le aburre en casa.

Fíjate que yo no busco amor; busco sentirme bien, que me den un buen masaje (terapeútico o sensitivo, pero no pasamanos) y si hay feeling con la masajista, miel sobre hojuelas. Pero en este caso el feeling fue tan bueno y ella tan guapa que me cautivó, me hizo sentir aquellas mariposas en el estómago que aparecen en los muy buenos momentos.

En estos momentos ya no siento mariposas, ni siquiera estómago, porque he perdido el apetito y ando cavizbajo por el mundo.

Así y todo, y tal como están las cosas, coincido contigo en la manera de salir adelante: apartarla de mi vida para no acabar los dos mal

Si eso mismo he escuchado: de que la prostituta cuando vende su cuerpo nunca. Puede admitir el amor en esa relación :cliente-prostituta. Pero tampoco es una regla matemática . Hay parejas o relaciones de fuerte amistad como la mía que rompe toda regla

Ya, tienes razón. De hecho, hoy he estado con una masajista nueva, no le he preguntado nada porque: era la primera vez que nos veíamos, no me interesaba y ella no me dio pie. Así que lo único que sé es que es latina, porque así lo dice en su carta de presentación. Y no he necesitado saber más.

Pero la anterior masajista era/es habladora, te daba/da conversación, te preguntaba (últimamente ya no) y me dio pie a corresponderla en el mismo sentido; al principio le preguntas algo por reciprocidad, porque parezca que tienes un poco de interés por ella como ella lo ha tenido contigo. Pero cuando ves que la comunicación fluye bien, dejas que ruede ligera hasta que ¡zas! te llevas un zasca por preguntar qué estudiaste (ella me acababa de hablar de cierto episodio en la universidad). Así que la pregunta me salió de forma espontánea, sin ánimo de poner al descubierto su intimidad. Ella me había preguntado mi profesión antes.

Bueno, no hay que darle más vueltas. Yo no entro en la vida privada de nadie si no me invitan a ello

Un saludo compañero de foro

Al final ha sido ella la que ha puesto punto y final a vuestra relación. Respecto a lo de las preguntas yo no las hago si no dan pie a ello y siempre dudando de si sus respuestas son sinceras o no. Realmente no tengo interés en la vida de las profesionales pero si me gusta poder mantener conversaciones con ellas siempre y cuando sean personas "normales". Johnkee, tienes que buscar una masajista como la que tenías antes de encontrar a esta última. Es cuestión de tiempo que la encuentres y que todo esto no sea más que un recuerdo de una situación que no buscaste pero que es fácil que se dé, la de enamorarte de una profesional.

Así es, me ha apartado de su vida. Ya no quiere verme ni recibirme. Soy una persona sana, tranquila, educada y caballerosa; el único problema es que me enamoré de ella. A lo mejor eso es lo que no quiere: clientes enamoradizos, que se nos cae la baba con ellas. Me contó un episodio con un compañero de estudios (reciente); percibió que él se estaba enamorando de ella y que a ella no le resultaba indiferente; había química en la relación. Él insistía mucho en salir con ella, pero como ella ejerce de masajista, no quiere ahora relaciones de pareja con nadie; así que decidió abandonar esos estudios para alejarse de él.

¿Habrá hecho lo mismo conmigo? Es que no le encuentro explicación a su comportamiento; por eso doy tantas vueltas al tema: analizo mi actitud de los últimos días, mis palabras, lo que hice y dije, lo que dejé de hacer, .. en fin. Ella no me da explicaciones claras y yo no quiero exigírselas porque está en su derecho de no hacerlo; su falta de transparencia en esto me confunde.

Me tiene en un mar de dudas, me pregunto ¿qué coño he hecho mal? Yo sólo quiero que haya buen rollo entre nosotros, quiero despertar por la mañana con la buena sensación de haberla conocido, de que tenemos una bonita comunicación, o teniendo el aliciente de que pronto la volverá a ver, ... en fin, lo que una persona enamorada quiere.

Me saltan las lágrimas ante esta situación incomprendida. Se irá pasando; estoy en la etapa de duelo, la más dura. Ya he pasado por ello con otra pareja, (ella no se dedicaba a esto ni yo frecuentaba masajistas; eran otros tiempos); fue una relación larga de 7 años que acabó feneciendo. Se pasa primero muy mal, luego mal y un tiempo después, sales del duelo asumiendo que estás en una nueva etapa, y que la vida es así. Con el tiempo lo olvidas; recordarás que hubo momentos buenos, pero que no funcionó porque no podía funcionar. Y das vuelta a otra página de la vida.

Nunca me interesó entrar en la vida privada de ninguna. Siempre he considerado a las masajistas como unas profesionales que realizan un trabajo a cambio de una contraprestación económica. Si antes, durante o finalizado el masaje tenemos una charleta, siempre es sobre temas intrascendentes.

Finalizado el servicio me despido hasta la próxima vez (aunque tenga claro que no la habrá) y no establezco comunicación con ellas si no es para concertar una nueva cita semanas después.

Pero como señalé en otro post, esta masajista me abrió la puerta para tratar temas algo más personales, y yo, cautivado por su voz y su conversación (madura y cultivada) le tomé la palabra. Hasta que ella ha decidido que ya es suficiente, y punto.

Esta masajista ha sido la experiencia sensorial y sensitiva más bonita desde que entré en el mundo del masaje (y ya hace unos años). La voy a echar mucho de menos

Bueno, no estoy yo tan seguro de eso.

Parecía mentira que me pudiera ocurrir lo mismo.

Gente madura se suele enamorar de una puta ofreciéndoles que vaya a vivir con ella eso a ninguna la interesa a tarse a nadie y más si son sudamericanas y con hijos si viven muy bien aquí en España.

Klin Isbur después de 11 años de amistad con esta persona . Ha tenido sus pros y sus contras. Ella misma se asombra de cómo hemos llegado . Hubo de todo broncas muy gordas , incluso llegar al borde de la muerte. Pensaba después de varios años sin verla de que el tema estaba finiquitado, algo intuía dee que esto no era así. Al cabo de un tiempo tuve noticias y desde entonces puedo decir que continuamos . Eso sí sin relación romántica . Pero nos conocemos y tenemos una buena relación de amistad. Un saludo y suerte. ( Aunque parezca lo contrario, no deseo a nadie pasar por esta experiencia, va contraria a la salud)

Tema peliagudo en el que los tópicos casi siempre se cumplen.

Tengo amigas prostitutas, sin más. Cuando llego a tener cierto grado de relación con ellas para considerarlas amigas no me acuesto con ellas más (al menos por dinero) y sé que todo tiene que quedarase en eso.

Hace mucho me pasó que empecé con una chiquilla rumana y que me contó la película de que quería dejarlo. Nada, dos años con ella, pagándole todo (alquiler incluído), cuidando a dos críos que me llamaban papá y que es lo único que echo de menos de esa etapa y solucionando un sinfín de problemas que teníamos puesto que ella, en teoría, había dejado ese mundo, se había centrado en una vida normal y la economía (la mía, que ella estaba estudiando y no curraba) pues cada vez más jodida.
Finalmente me enteré de que había seguido trabajando con clientes concretos cuando quería un capricho, que se echó otro novio más (que no tenía ni idea de su pasado ni de mí) y así un sinfín de putadas que me había hecho. ¿Y qué pasó cuando saltó la liebre? Pues que en vez de mandarla a la mierda como debería haber hecho se me ocurrió pedirle explicaciones, darle la oportunidad de darme su versión (tan ciego estaba y tantas ganas tenía de que fuese mentira...). Pero no; dijo que un día hacía 8 meses la había maltradado psicológicamente (no hace falta especificar que dijo al poner la denuncia) y como el testimonio de una tía es probatorio, aunque mi GPS indicase que no estaba allí y los whatsapps que habíamos tenido una ruptura por lo cual durante ese tiempo no habíamos hablado desde un mes antes hasta dos después, pues me comí el marrón de mi vida.

Moraleja: para mí puede haber putas que sean buenas personas. Yo tengo claro que no saldré con ninguna (con mujeres normales también me da pánico) y nada, cuando aprueben la prohibición de la prostitución o me cambio de país, o me pillo una sexdoll... ¡Incluso si pudiera hacerme gay lo haría para quitarme problemas!

En fin, lección dura pero aprendida.

Una prostituta está acostumbrada a llevar un ritmo de vida que muchos no les vamos a poder dar. Cuando quiera algo, volverá a hacerlo porque ya está acostumbrada y es dinero rápido (y no se va a plantear el daño que te pueda hacer). Están acostumbradas a sobrevivir de una manera y no las va a cambiar nadie, por desgracia. Yo no le aconsejo a nadie, por muy buena que parezca la chica, salir con una.

No merece la pena liarte con prostitutas aparte como tu poder adquisitivo no sea muy grande terminas mal .a las putas solo hay que ir a follar y punto

Entregarle tu corazón a una tia se folla a cientos o miles, aparte no creo sea ni conveniente ni un buen partido para ti, igual que se folló al anterior, se enrolló contigo que eres su rollo número 28 pues todos los anteriores fueron mal que ya ni se acuerda, no vas a ser tu el que vaya bien y habrá tenido antes que tu 4 novios que le pasó lo mismo, dime tú.Entregar tu corazón a una tía así solo hace que acabes tú en el psiquiatra.

Yo tuve una experiencia que me gustaría comentar. Conocí a una mujer muy atractiva que me procuró el mejor sexo de mi vida durante meses. En las primeras ocasiones que nos vimos, yo no me sentí atraído hacia ella (así se lo dije), aunque poco a poco veía que el placer que me procuraba era extraordinario y de una calidad que no se comparaba ni con lo que había tenido en relaciones de pareja convencionales ni con otras prostitutas.

Fueron meses muy intensos, y nuestra relación se hizo un poco más estrecha, hablando con cierta frecuencia, e incluso ella escribiéndome a mí. Ella me contaba sus cosas y yo las mías, y en cada encuentro intentábamos que el placer fuera creciendo más y más. Yo proponía cosas y ella también las proponía. Ideamos algunas situaciones extremas, que por el nivel sexual que tenían ni siquiera llegamos a poner en práctica, pero el solo hecho de pensarlas nos fueron procurando distintas sensaciones. Algunas cosas de las que yo le decía hacer, era curioso que en las siguientes veces que nos veíamos ella las buscaba también, como deseándolas, sin que yo se las pidiera.

A fuerza de repetir, uno va cogiendo cariño a la persona; para mí esto es inevitable. Yo sentí una conexión especial con ella. Pasaron meses de encuentros y durante algunos chats a mí se me escapaba la expresión de "te amo". Lo normal era decirnos "te quiero", "te estimo mucho" etc. Ella también empezó a devolver los "te amo" en algunas ocasiones, siempre con reticencia, hay que decirlo.

Yo ya la había invitado al principio a salir en la zona en la que estábamos y ella había aceptado, pero al final la cosa no se concretó. Yo por ello no me enfadé, sino que la seguí visitando con el mismo placer que antes, pues yo ahí no sentía nada por ella todavía. Sabía, en realidad, que estrechar una relación con ella no era adecuado. Decidí disfrutar más de ella, y creo que lo conseguí.

Un día me fijé, puesto que ella me ensañaba algunas fotos suyas, que había guardado una fotografía mía en su móvil. Ella también me había mandado suyas. Cambió en su whatsapp su imagen de perfil por una foto en la que salía su rostro, y al piropearla yo me dijo que la había cambiado por mí. Empecé a sentir el interés de ella por mí. Por aquel entonces ella salía a menudo con otro cliente, con el que estaba dudosa según ella.

Pasaron los días y las relaciones sexuales, y yo ya a ella la veía cada semana prácticamente. Así le había dicho que lo iba a hacer. Me informó que había dejado de ver a la otra persona, y para mi sorpresa ya en nuestras conversaciones tras el acto sexual se dejaban caer temas como salir juntos e ir a la playa, cosa que proponía ella. Yo en ese momento no tomé esa propuesta como algo realizable en sí. No tomé su palabra realmente y no cerré la cita, pero seguí yendo con ella.

Le llegué a comentar que veía venir que me pasaría lo mismo que al anterior cliente, el cual fue descartado tras intentar estrechar la relación con ella. Yo sabía que ese era mi peligro, y que si yo aceptaba finalmente salir y la buscaba fuera de la habitación, ese riesgo existía, y todo desembocaría en lo mismo. Decidí actuar con prudencia y no entrar al trapo. A pesar de todo, mis sentimientos hacia ella crecían y crecían, y aunque no éramos personas compatibles en algunas cosas, sentía una conexión muy fuerte con ella: deseaba verla más y más.

El punto de inflexión llegó un día en el que tras tener relaciones sexuales me pidió que le hiciera un favor que implicaba pisar la calle juntos, dejarnos ver por la zona en la que ciertamente yo podría ser visto con ella por familiares. Ni que decir tiene que ella es una mujer voluptuosa y atractiva que llama la atención. Que me hubiera visto alguien, habría sido un problema para mí. Valorando este hecho, si bien no me negué a hacerle el favor, sí quizás no me mostré todo lo entusiasta que ella esperaba que yo me mostrara. Esto lo percibió y se enfadó, llegando a preguntarse retóricamente si es que yo no quería salir con ella. Yo le dije que no era eso, que claro que quería salir con ella, y al final sin mayores problemas le hice ese favor y paseamos juntos, venciendo en ese aspecto mi temor de ser visto por conocidos. No me arrepentí, porque lo disfruté bastante.

De aquí la cosa se fue haciendo un poco más normal. Ella me pedía otros favores, como que la llevara a comprar algo. La recogía, y nos dábamos un beso en el coche, al llegar y despedirnos. Yo ya creo que ahí empezaba a perder la realidad del cliente y pasaba a ser algo más. Ella me lo dijo alguna vez, que yo era más que un cliente.

Me llegó a pedir que la trasladara de un sitio a otro, y viendo lo que se venía encima, intenté mantenerme en la situación del cliente, porque veía que se avecinaba la situación que quería evitar. Acordé sin embargo, que me pagara la gasolina del trayecto, y ese día no tener sexo con ella. Pero durante el trayecto en el coche, fuimos haciendo manitas, como enamorados. Lo sentí muy extraño todo. Cuando llegó la hora de cargar gasolina, ella me preguntó si iba a subir al piso, y yo le dije que no, que no llevaba dinero para eso. Me dijo que si pagaba la gasolina yo, que no había problema. Era difícil no aceptar algo tan tentador: un servicio por veinte euros escasos. Me tiré de cabeza. Sin embargo, cuando intentamos tener relaciones ese día, pues a ella le dolía la cabeza, y yo, pues como la quería, le dije que no hacía falta que me diera sexo, y que mejor nos fuéramos a cenar. Ella al principio se rebotó, no entendió que no me pudiera pagar el favor con sexo, pero a mí la verdad es que no me importaba. Quería estar con ella. Luego me dijo que le resultaba extraño que le tratara tan bien. Me hizo reflexionar eso.

Ese mismo día pasó algo que hizo sentir otras cosas más profundas. Íbamos paseando por la ciudad a la que la había trasladado, como dos amigos, guardando la distancia. Y de repente ella me preguntó: "¿Te importa que te tome de la mano?". Esa pregunta que me hizo literalmente me llegó al alma y no me la esperaba. Supongo que en la mente de quien está luchando en su interior por mantener la fuente de placer que le procura una prostituta y el deseo de expresarle los sentimientos que ya va sintiendo por ella, no había otra posibilidad que tomerle de la mano. Y no sólo fue la mano, sino la cintura, el resto del cuerpo, estrecharnos en un abrazo, que tanto ansiaba desde hacía tiempo fuera de la cama y las paredes de la habitación. Allí nadie nos conocía y podíamos hacerlo. Fue una noche bonita, cenamos juntos, nos hicimos fotos, y nos dijimos palabras cariñosas. "Estás ganando puntos conmigo", fue una de las cosas que me dijo. Nos acariciábamos las manos constantemente. El espejismo de una relación asomaba por todas partes.

Al dejarla en el portal del piso nos besamos y, puesto que me había ofrecido volver a subir al piso, yo antes le pregunté si estaba cansada. Me dijo que sí y yo le contesté que entonces no, que otro día, que había tiempo. Ese día no fui cliente ya. Ese día la trasladé y amé simplemente, quizás fugazmente. Ese día no tenía ganas de follármela, sino de amarla y sentirla como pareja. Antes de separarnos me dijo: "vuelve mañana, que aquí es fiesta y habrá poco trabajo." Cuando volví al coche para trasladarme a mi casa, ya había pasado la media noche. Una pregunta me pasó por la mente: ¿Volver mañana pero pagando? Quizás era una pregunta absurda en ese momento, porque tampoco nunca me había planteado no pagarle. Aunque hubiera cariño y afecto, ella vivía de esto. Prefiría contenerme en las visitas si no tenía dinero a pedirle hacerlo gratis, porque ciertamente nuestros roles eran los que eran. Miré en chat y le escribí un "te amo". Ella en el momento contestó que también me amaba, qeu ahora lo sabía y me creía. Conduje extrañado de todo en la oscuridad de la noche.

Al día siguiente yo no le tomé la palabra y no la visité, no pudiendo comprobar si hubiera o no cobrado. Tampoco era importante eso ni me objetivo. Pero sí la visité en unos cuantos días. Nada más volver a encontrarnos me estrechó la mano y caminamos juntos y me lanzó una pregunta directa: "¿Estás enamorado de una putita?" El diminutivo nunca lo olvidaré. Yo le dije que sentía cosas por ella, y ella explicó que iba de aquí para allá, y que por lo tanto no podía dar relación alguna. Eran argumentos que ya sabía, que eran evidentes, y que me los decía con la mano estrechada. Sabía lo que había, pero quería estar con ella cuanto pudiera. Yo sólo he ido por la calle cogido de la mano con mi novia y esposa. Nada más. Bueno y con ella. Ese día tuvimos sexo muy bueno, muy placentero. Una de su expresiones en la cama fue: estoy como con mi novio. Tras los tres orgasmos que ella dijo experimentar, exclamó que estaba en otro planeta. Yo también ese día terminé exhausto y más enamorado, si cabe.

Los días pasaron y ella se movió más lejos todavía de donde estaba. Yo le propuse visitarla, y ella antes de moverse dijo que sí, que no había problema, que incluso me podía quedar a dormir con ella. Así yo me consolaba con esta idea de no verla en muchas semanas. En la primera semana que estuvimos más alejados ella me hizo algunas llamadas, cosa que me hizo sentirla todavía más cerca de mí, pese a la distancia. Me acuerdo todavía una reflexión que hizo: "creo que no te puedo pedir exclusividad conmigo, lo sé". Yo la verdad es que no quería follarme a otra más que a ella. Nuestras relaciones sexuales habían sido tan intensas que ninguna otra me iba a dar lo que había sentido con ella: afecto y sexualidad al mismo tiempo. Ahí estaba completamente enganchado.

A los pocos días las cosas dieron un viraje. Ya no tenía permiso para ir a verla. La presión de clientes en la otra zona parecía ser evidente, y no podía renunciar a ningún ingreso por verme siquiera a mí un día, en alguna hora suelta. NO podía garantizarme nada. Debía esperar semanas, meses para volver a verla. Sentía cómo poco a poco ella se iba soltando de la mano, pero yo intentaba estrecharla más para que no se separara y poder lograr verla al menos una vez más, hubiera que hacer los kilómetros que hubiera que hacer.

Finalmente, me animé a pedirle salir y que nos viéramos más en serio... Lógicamente, era salir cuando estuviera más cerca. Su respuesta no fue agradable y no entraré en detalles. Seguimos hablando algunos días más. Me dijo que yo necesitaba una buena mujer, y aunque yo viendo lo que sentía por ella quería alejarme por mi bien, ella mostró interés en no despedirnos para siempre. Las cosas para siempre nunca funcionan. Añadió que no quería hacerme daño porque no lo merecía. Sí, yo creo que no lo merecía.

Si de algo me arrepiento, es de haberle cogido la mano aquella tarde, no porque no quisiera, sino porque no debí. No tuve lo arrestos de mantenerme en mi sitio como cliente, cuando sabía que no me iba a dar una relación plena, y que incluso el dármela era algo contraproducente e insostenible. Ahora soy una persona llena de recuerdos y sentimientos, que intenta explicarse lo que ha vivido, y si todo fue algo que no existió más que en mi cabeza. Me ha bloqueado y no creo que me vuelva a hablar. La llevo en el corazón y me duele, la tengo lejos y la extraño. No tuve una relación de amor con ella plena, pero la busqué y la ansié. No sé cuántos días me durará pensar en ella, y vengo asumiendo que aunque vuelva cerca, ya no la veré más. No sé si esto es bueno o es malo.

Un día le pregunté por qué las cosas eran tan difíciles. Ella me dijo que dejara fluir. Pero el enamorado quiere ver a la persona amada, eso es inevitable. Estos son los peligros de romper las fronteras del cliente: el corazón roto y la dificultad de olvidar a alguien. Me gustaría volver el tiempo atrás, y cuando me pidió el primer favor que sobrepasaba la relación cliente-prostituta haberme negado a salir con ella por la calle. Quizás a día de hoy todavía podría tener la esperanza de volver a verla. Haber aceptado esa propuesta sé que supuso haber cavado mi tumba. Lo mismo le pasó al anterior, y seguramente a otros. Aunque también sé que haberme negado habría sido quizás también contraproducente por su propia reacción de aquella tarde en la que me preguntó enfadada si es que no quería acompañarla y que no me iba a rogar nada. Seguramente no había salida y me sentencia de muerte ya estaba redactada. Era alguien más a dejar atrás. Una cosa me llamó la atención el primer día que salimos a la calle juntos. Cuando me despedí en el coche de ella me dijo: "¿Y ahora toca un besito no?" Me lo dio y abandonó el vehículo. Supongo que era el protocolo a seguir. El destino estaba en cierta manera ya escrito...

Yo viví algo parecido y creo se debe a que esas chicas no están internamente bien y te vuelven loco. Cuando tratas con una chica que no está bien el que acaba en el psicólogo eres tu, yo intenté ayudar a una, sin dejarle pasta ni nada sólo emocionalmente y acabé siendo la victima, porque no tiene claro ni lo que quiere y te marea, no es como una tia con las cosas claras que quiere una pareja y lucha por ti.Por eso muchos tios tienen tias para sexo y tias psra relación y las que son inestables se las follan y corren.

También pasa cuando Estás con una persona que a la vez está con más personas, entonces claro no está apostando solo por ti sino que tiene un jaleo, va quedándose con unos descartando a otros, a mí me parece Una falta de respeto estar con una persona aunque sea de rollo y a la vez estar con mas no te digo ya una prostituta que tiene clientes que se está follando e incluso con otros clientes tiene rollos como civil, en el momento que está con muchos eso es una puta locura, es normal que se enfríe y no quiera nada serio. He visto a chicas decir tonterías como que con unos es solo sexo y con otros es emocional pero eso es una tontería de inmadura pues si te mola uno te acabas enganchando a ese y descartando otros

Supongo que la experiencia que he relatado es paradigmática y cíclica, y no tan extraña en este mundo. Gracias por leer. Saludos.

GRACIAS por compartirla.

Me aferraré a la Barrera cliente-profesional.
Y será lo mejor para los dos

KlIn Isbur : me parece esa la mejor opción. Muchas veces las chicas por pasta tienen que aguantar a clientes bordes . Son bastante inestables aunque puede haber excepciones. Querer vincularse más allá es un peligro para tu salud psíquica. No obstante yo aposté y consideró que hay amistad pero Yano busco relación de pareja. Un saludo .

Nombramos a la prostitución como un trabajo, una profesión, y así lo veo yo también. Pero reconozcamos que es un trabajo especial, que tiene mucho de realidad virtual, pues ofrece una ilusión que en un principio no existe y que te la van a ofrecer en bandeja de plata. No conozco ningún trabajo en el que la profesional que te atiende al otro lado de la línea telefónica para informarte de sus servicios se dirija a ti por defecto en un primer contacto como "amor". Y que en sucesivos servicios el repertorio de apelativos dedicados puedan ampliarse a "cariño", "mi vida" o "cielo". Las palabras que se utilizan van conformando, en este caso ilusoriamente, la realidad que vas viviendo día a día. Se nombran las cosas y estas se cargan de una emoción. A no ser que seas un trozo de carne sin sentimientos, esto es inevitable.

He tenido la oportunidad de fisgar de manera indirecta en la lista de contactos de varias lumis, en esos momentos en los que después de tener relaciones sexuales (hacer el amor para algunas) se ponían ellas a consultar sus móviles y yo a medio metro podía ver algo, aunque no fuera mi intención realmente. ¿Cuál es el criterio que utiliza una prostituta para clasificar a los clientes en su agenda? Ni qué decir tiene que la mayoría de números estaban sin guardar ni clasificar, pero en ese maremagnum me llamó la atención uno que estaba registrado como LuisFrancés... En ese primer momento me llamó la atención que registrara a alguien teniendo en cuenta su nacionalidad. No era eso, sino el servicio que más solía pedir. Claro, si entre sus mensajes aparecía el tal LuisFrancés y ese día sólo tenía ganas de chuparla y no ser penetrada, pues le atendería con preferencia. Parecía lógica la estrategia.

A mí no me terminaba de gustar cómo yo estaba registrado... Yo era, cambiando mi nombre por supuesto, FernandoClienteAmigo. Hombre, que era cliente era más que evidente, porque le pagaba a la chica, pero ¿por qué puntualizar lo de amigo? Yo creía que aquellas charlas que teníamos tras las relaciones eran ya el síntoma más que evidente de que lo éramos. ¿Por qué tenía que puntualizarlo así? Este asunto me llamó tanto la atención que hasta se lo dije: Me gustaría que quitaras esas anotaciones y dejaras simplemente ni nombre, poniendo como mucho mi profesión o ciudad, que sería más entendible... Ella se sonrió y no me hizo demasiado caso.

Conforme evolucionaron los hechos empecé a comprender por qué lo de amigo. Claro, un amigo es alguien a quien se le puede pedir favores y que está ahí para ti. Está ahí para ayudarte en lo que sea. La verdad es que me sentí halagado porque me reconocieran ese status debido a mi carácter y empatía. Me acuerdo una vez que ella recibió un mensaje y ni lo abrió; con simplemente ver la etiqueta clasificatoria exclamó: madre mía, este ahora querrá que vaya a su casa y me va a tener allí toda la tarde haciendo esto y lo otro...

El día que hice los favores que cualquier buen amigo haría por alguien a quien estima, a alguien que le ha dicho "mi vida", "cielo" o "cariño", ese día la miré fíjamente a los ojos y ella se sonrió. Estaba hermosa, y nunca nos habíamos clavado así la mirada. Aunque el tono de su piel no permitía que se distinguiera, era evidente (así lo creía en mi masculinidad) el rubor, el calor, la sensación de agolparse la sangre en sus miembros. Sus ojos lo decían todo, o así yo lo quería ver. Más tarde ella escribió a FernandoClienteAmigo, o sea a mí, y le dijo que extrañaba esa mirada, que sólo le importaba que él le mirara a ella, y que el resto de ojos le daban igual... FernandoClienteAmigo ese día sintió algo especial, aunque también era consciente que no todo encajaba. Empezó a acordarse de que también la llamaba LuisFrancés o EnriqueFiesta, o incluso Chico18cm. Todo era muy extraño. Es más, recordaba que ella al consultar dentro algunos chats en la sucesión de mensajes también los interpelaba con "amor", "cielo" o "mi vida".

FernandoClienteAmigo quedó muy confundido. En su corazón pensó que podría ser Fernando simplemente en esa agenda, sólo Fernando, que era quien era. Él ya sabía el nombre de ella, que no era con el que se anunciaba y así la llamaba siempre. Él tenía incluso el número personal donde ese nombre figuraba, no el otro, el de meretriz. Pero no pudo ser. En este caso ella aclaró que ella no hablaba en serio, que ella nunca se enamoraba, que no vino aquí para eso... FernandoClienteAmigo se dio cuenta de que ni podría haber sido nunca pareja, pero tampoco amigo, y que simplemente con FernandoCliente era más que suficiente. No era amigo porque una mujer nunca daría falsas esperanzas a un amigo, si así lo considera como tal, ni le diría que sólo le importaba ser mirada por sus ojos, si es que eso era falso. Eso no lo haría nunca una amiga.

Aunque sea un cliente, yo soy mi nombre, mi nombre me define y me presenta a los demás. Detrás de ese nombre hay una persona con deseos y sentimientos. En el caso de las prostitutas quizás ocurre al revés. La prostituta se cambia el nombre para ocultar su persona. Ese nombre de guerra que esgrimen no representa a ninguna persona realmente, solo una voluntad de intereses e intercambios de lo más variopinto. En este caso me habría gustado haber sido registrado con un nombre más explícito: FernandoClienteFavores. Eso habría sido lo más adecuado.

Nos enamoramos de mujeres, no de putas.
La puta es lo virtual, la mujer es lo que hay detrás.
Y hay de todo.
En mi caso no debía de haber ocurrido, pues lo he tenido claro desde el principio. Claro, clarísimo.
Pero...
De todas formas, el amor, si es que esto es amor, no deja de ser una forma de obsesión.
Tengo todo en contra. Hasta la ley de la Prohibición, ella me ice que si se pone chungo el asunto regresa a su país.
Gracias por leerme y aconsejarme. Leer este foro siempre ha sido una forma de aprender.

Una cosa que yo observo de las prostitutas Es que tiene una capacidad enorme de follar sin implicación emocional, son profesionales de eso, por lo que cualquier hombre normal o persona normal que se pille con una chica de esas y puede ver que el se pille y ella no o poco, que le diga te quiero y de todo pero realmente os deje ella. Incluso os haga una montaña rusa emocional como sea manipuladora que hace con vosotros lo que quiera y luego os tira a la basura. Mucho o con estas chicas que muchas están rotas y si intentáis ayudarlas acabáis volviendoos locos. No son chicas inocentes.

Eso es relativo, yo he tenido algo con algunas, españolas por cierto parece todos es con extranjeras y son prostitutas trabajando pero si les interesas te dicen de quedar fuera y ya todo lo que pasa después es en calidad de civil, otra cosa es que durante el servicio en la hora contratada sea el papel de prostituta, en la calle nunca y si la ves fuera que se pone a pedirte dinero o a engatusarte para que vuelvas a pagar, aunque hoy día no creo ni que les haga falta engatusar porque tienen clientes de sobra, si no pecas de tonto les dices que a engatusar a otro que tu en la calle no tienes por qué invitarla, sois dos civiles.
Si a ella le gustas y tiene interés en ti la que querrá follarte es ella y va a hacerlo gratis, si ella no tiene interés en ti le irás tu detrás y acabarás haciendo de pagafantas como civil.

Paga el servicio pero en la vida civil nunca seas un pagafantas ni las vayas detrás.

Al hilo de lo que comentais hace 1 mes me contactó una, con la que sólo quedé una vez, y con la que no hablaba por lo menos desde hace 4 meses..diciendome que me llevaba buscando todo este tiempo, que necesitaba quedar para follar conmigo, que había quedado marcafa, que pusiera sitio ,hora y cuando quisiera ...me huele mal, ¿a alguien le tiene pasado?

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Sospechoso es. La forma de averiguarlo es simple, no ser tonto, es como un camello que te dice de quedar porque sabe que caes.

Si folla fuera le dices: vale, gratis ehh y si te folla gratis a partir de ahí siempre gratis. Si algún día te pide dinero, bloqueo y ghosting. Le dejas claro a partir de ahora será porque os gustáis y gratis.

Así hasta que veas algo raro.

A mi una me dijo tras follar que le había gustado y que lo nuestro no era cliente-profesional si no otro rollo, nos habíamos molado y en el sexo igual, así que quedamos fuera, me dio su teléfono personal y muy bien todo mientras duró.
También me dijo la segunda vez que fui que por casi me busca pero creía iba a volver así que esperó. Se parece un poco a lo tuyo pero lo tuyo más a lo bestia. Lo que tienes que hacer es no ser tonto y así no te va a manipular, si caes a sus encantos pues como un tonto te va a tratar, eso es anti atractivo en un hombre que no tiene autocontrol ninguno. Ninguna mujer quiere tener nada con un hombre que no tiene ni autocontrol, que está salido, ve unad tetas y cae.

Gracias, por tu comentario. Fue ella que necesitaba follarme para ver si se le quitaba la tontería, que le avisara y que fuera con tiempo, en plan cita y sin cobrar. Fue clara. Imagino que estarán cansadas de estar con muchos que no le pongan...

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Indicar también muchas chicas de éstas no son la típica civil normal que busca un novio, te la follas dos veces y se enamora, son tías hartas de follar con tíos, desvincular sexo de emociones, son tías que valen para esta profesión y no se pillan por echar un polvo.
Muchas se enganchan por problemas personales, una tiene una carencia afectiva y cuando un cliente les gusta físicamente, les da eso que buscan creen haberse enamorado pero realmente están hechas un lio, o porque se vean ya se les pasa el arroz, siguen solteras pues por su forma de ser, actuar, ningún tío quiere con ellas, llega un pardillo cliente, tal vez con dinero, con un físico bien, la puta quiere creer necesita un novio y se agarra por necesidad a él pero no es porque se haya enamorado.
Al ser problemáticas muchas se obsesionan, eso quiere decir están hechas un lío, igual parece que se han enganchado de vosotros en 2 polvos y las veis eufóricas pero ojo con eso, igual de rápido que viene se les pasa, no son tías muchas de ellas con estabilidad emocional que digan: quiero una relación, estoy preparada para tenerla, voy a luchar por éste tipo y le voy conociendo poco a poco, ligándome a él poco a poco, no, suele ser algo tóxico donde hay problemas detrás. Así que mucho cuidado con ver que estas chicas se enamoran, os dicen te quiero, pues si ellas mismas están mal, hechas un lío con sus vidas, llegando al muro de los 30 años, se les pasa el arroz pronto, están solteras con una vida no encarrilada, estable, podéis ver cosas raras.
Esta profesión muchas veces les impide tener una vida estable y normal, no es una profesión normal.
Mi consejo es que es mejor huir.

Follarse a docenas de tios diariamente no creo que sea sano mentalmente. Algo tiene que estar jodido ahí dentro.
Y lo mismo se aplicar a los pichabrabas que tienen la fortuna de follar a no sé cuántas (bien por posición, genética, fama, etc)

Es como la pornografía que modifica el cerebro y los centros de placer y suele provocar problemas sexuales (nada que ofrezca el sistema gratis es bueno)

Cómo ha dicho el anterior forero. Mejor huir. Y no creo que en el fondo eso sea amor, más bien será un enchochamiento

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Si, si...en todo eso estoy de acuerdo con vosotros...y precisamente lo que no quiero es que se enamoren...no es mi intención. Pero algo de morbo de follarmela sin pagar me dá la situación.... las ganas quizás surjan por lo que comentais...puntualmente con alguno sienten algo diferente, cansadas de atender a algún tio que no le pone...

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Y muchas veces cuando le gustas mucho a una tía ella ya se encarga de hacerlo de tal modo que ella misma se pilla, es decir, por ejemplo la chica en su servicio se limita a chuparte la polla enfundar te cabalgarte 69 hasta que te corres y te vas. Si tú le molas mucho a una tía ahí va a surgir un sexo diferente, a veces ellas dicen que nosotros follamos así Pero no es verdad es que ellas es lo que ofrecen si no le gustas. Cuando le gustas te lo van a hacer de otra manera y vas a notar que hay química.

¿Es posible enamorarse de una escort? Si, si lo es. Al fin y al cabo son personas y tienen sus sentimientos como cualquier otro.

¿Es recomendable? Para nada. La mayoría poseen un nivel de vida muy ajetreado (muchas se meten porque tienen problemas y para conseguir dinero rápido recurren a este oficio) y tarde o temprano te van a contagiar sus problemas. Además, ¿estarías dispuesto a aguantar que se estén empotrando a tu pareja (por muy relación cliente que haya)? No sé, veo muy complicado aguantar eso y, si lo aguantas, llegarán las discusiones y quién sabe si una visita al psicólogo.

Todo esto lo digo a nivel personal, yo estuve durante un tiempo con una (que sigue ejerciendo) y la verdad es que, aunque hubo muchos momentos buenos, también los hubo muy malos: vivía con ella, su hijo y demás familia. Ella no paraba y paraba de pedirme dinero y claro, obviamente no la iba a mantener. Incluso ella me decía que no la tenía que mantener, todo muy contradictorio. Y todo el rato diciendo que no tenía dinero. Y al final acabamos en muchas discusiones.

Por último, habría que destacar la confianza especial que hay que tener en una. Cuando uno ya va en serio con una escort, a no ser que sea una pareja liberal, te dirá (debido a sus celos) que mo puedes visitar a más chicas. Sin embargo, tu tienes que acatar y aguantar su trabajo. Lo que quiero decir es que nosotros tenemos que confiar más en ellas que ella en nosotros puesto que, a las malas, se irá con otro, que seguro que no le faltarán.

Como consejo si alguno de vosotros está pillado por alguna: ir despacio (fui demasiado rápido), conocerla bien, saber muchas cosas de ella y si a la primera os empieza a pedir dinero y favores (muchas veces empezarán a melonearnos diciendo que somos el hombre de su vida, que le gustamos blablabla), huir inmediatamente antes de que os enrede. Porque una vez os enrede, será muy difícil salir.

Si tenéis cualquier duda o aclaración hablamos compañeros!!! Un saludo a todos

Mi historia continuó, no se quedó en el mes de agosto. Me gustaría relatarla, pues este mismo fin de semana la volví a ver, pero ya casi nada fue lo que fue antes.

Por principios de septiembre inició sesión ella en Telegram, y en cuanto la vi opté por desinstalar la aplicación, porque pensaba que no me quería ver, ya que me mantuvo bloqueado durante todo el mes de agosto. Pasaron los días y al final decidí escribirla por este medio y ella contestó en seguida. Me dijo que no estaba peleada conmigo, que se acordaba mucho de mí y que conservaba todavía bonitos recuerdos conmigo. Incluso afirmó plantearse volver a escribirme, pero que decidió no hacerlo, porque creía que yo no la quería ver a ella más.

Ella estaba en otra comunidad, y volvimos a hablar puntualmente. Nos empezamos de nuevo a decir cosas, y salió en la conversación la posibilidad de vernos otra vez, aunque yo tuviera que viajar. Ella me dijo que se iba a acercar próximamente donde estoy, pero luego sus planes cambiaban, incluso existiendo la posibilidad de que se fuera al extranjero. Así decidimos que viajaría yo donde ella estaba y pasaríamos juntos una noche entera, ya que en cualquier momento se iba a otro país y ya no nos veríamos posiblemente más.

Este fin de semana me trasladé a la ciudad en la que estaba para pasar la noche del sábado juntos. Pasaron muchas cosas y es imposible contarlas todas. Creo que ella allí me intentó dar celos con otras personas delante de mis morros, y que tan pronto se mostraba fría conmigo, como era un volcán de pasión. La noche que llegué dejó de trabajar para dedicármela a mí. Tenía cola de clientes pero decidió centrarse en mí.

Aunque al principio me recibió algo fría, cuando estuvimos en el piso en un primer encuentro nos tratamos como si fuéramos un par de novios que no se veían hacía tiempo. El primer contacto estuvo muy cargado de sensualidad y erotismo, algo muy caliente para ser el trato que una prostituta le da a un cliente. Nos sentamos en el sillón del salón y empezamos a darnos besos profundos y húmedos. Sus pechos me bailaban en las manos y ella temblaba como una hoja apunto de caer en otoño. Los senos se le desparramaban, hermosos, bajo su cuello, y ella respiraba sosegadamente, como muy relajada. La temperatura fue subiendo y ella se iba quitando la ropa, hasta que dijo de parar e irnos a cenar, puesto que si no, íbamos a terminar haciendo el amor en el sofá. Yo le dije que sí, y me ilusioné pensando que nos esperaría una noche muy especial.

Fuimos a cenar, y para mi sorpresa ella se puso a coquetear con el camarero delante de mis morros, diciéndole que estaba muy guapo. Hasta el camarero no sabía dónde meterse. Yo me sentí verdaderamente incómodo. Ella había insistido en ir allí, porque decía que había un camarero que le gustaba.

Volvimos al piso e iniciamos lo que iba a ser una noche, que prometía ser nuestra despedida con traca, ya que se iba a ir al extranjero. Yo quería hacerla especial. Pero aquello quedó muy lejos de ser especial. Ideamos muchos juegos, pero estos se pusieron a la larga en contra mía. Ella empezó a hablarme de otro cliente con el que había salido, un chico mucho más joven que ella y yo, y me confesó que había tenido sexo con él en un jardín de la zona. Me enseñó incluso un vídeo para que me lo terminara de creer. No era mentira, era cierto. Aquello me sentó verdaderamente mal en mi interior. No entraré en mayores detalles.

Seguimos pero ya mis expectativas se habían venido abajo. Teníamos relaciones pero yo no podía eyacular. La cosa ya no funcionaba. Pensaba en el vídeo del otro tipo y ella disfrutando y me sentía mal. A la hora de estar juntos ella empezó a cansarse al no correrme y paró. Le pedía ciertas cosas y se quejaba. Nunca me había pasado antes eso con ella. Todo lo contrario, era ella la que llevaba la batuta siempre, y ahora sentía que todo era un fracaso.

Ella me dijo que mejor durmiéramos, que ya habría tiempo al día siguiente al despertarnos y también al medio día. Yo intenté relajarme y pasar página por las cosas que había pasado hasta ese momento. La sorpresa fue cuando ella me puso normas para dormir: no me toques ni me acaricies... Me sorprendió mucho su actitud conmigo. Hice todo lo que me dijo, y esa noche yo no la toqué. Dormimos bien.

A media noche se levantó y al volver a la cama se echó en mis brazos, pero fue momentaneamente, pues al estrecharla yo me apartó y se dio la vuelta. Cuando amaneció y se vieron los primeros rayos por la ventana, consideré que podía acariciarla, pues veía que ella estaba despierta. Pero en mi intento ella me rechazó y me dijo que la dejara. Nunca había escuchado este tipo de palabras en sus labios ni mucho menos con ese tono. Pasó otra hora y entonces ella ya se mostró receptiva, pasando entonces algo todavía mucho más sorprendente. Nos pusimos a hacer el amor en la posición del misionero y yo al menos por mi parte creo que tuve la mejor relación sexual que he tenido en muchos años, por el cariño y afecto que pusimos ambos. La penetración fue muy dulce, extremadamente dulce. Sus gemidos y muestras de placer ya no tenían nada que ver con su actitud anterior. Se retorcía de placer bajo mi pecho, y con mis empujes cariñosos ella se deshacía. Besos, y caricias en el pelo y en los pechos se acompasaban con cada una de las penetraciones, y ella disfrutaba como si fuera otra mujer distinta a la de ayer. Yo me relajé y disfruté del momento y tuve un orgasmo intenso, lento, prolongado que pensé que no se acabaría nunca. Fueron escasos siete minutos de sexo, pero fue tan bueno, que lo habría cambiado sin problemas por la sesión de sexo de la noche anterior.

Ella me pidió que me quedara parte del día siguiente. Me dijo que la acompañara a hacer unas compras y hacer otras gestiones. Hablamos mucho y se abrió a mí contándome cosas de su vida. Su vida nunca fue fácil.

Mientras estábamos en un centro comercial me dijo si antes de irme íbamos a pasar de nuevo al piso para estar juntos. Y yo le dije que me gustaría quedarme con el recuerdo de haber hecho el amor con ella en la mañana, y que mejor no. Ella se sonrió y me dijo que ese recuerdo no lo iba a olvidar, y que podía sumar a mi memoria lo que iba a experimentar en la tarde. Y vaya si lo iba a recordar... NO me pude negar y acepté.

Durante esa mañana volvió a salir en la conversación el tipo con el que tuvo sexo en la calle y con el que salió. Yo sentía la presencia de los celos flotando en el aire. Fuimos a comer y hablamos mucho. Me dijo que incluso cuando volviera a su país me quería invitar a pasar unos dísa con ella y sus hijos. Todo parecía sacado de contexto y exagerado, pero yo realmente sentía cariño y afecto por ella.

Volvimos a la habitación ya preparados para apurar nuestra últimas horas juntos. Dentro de poco se iría al extranjero y quién sabe si nos veríamos más. Pero las cosas cambiaron sorpresivamente. Nada más llegar se echó en la cama y me dijo que quería dormir. No estaba cansada, pues no había trabajado en todo el día, y había dormido durante toda la noche. Se empeñaba en dormir. Yo creía que lo hacía para, en cierta manera gastarme una broma, como un juego sexual, pues medio se dormía. Pero al final era cierto que quería dormir. No entendía por qué entonces me hizo volver al piso. Le dije en ese momento que entonces ya me volvía a mi lugar de origen y la dejaba descansar, pero ella se empezó a reír, como alegrándose de que yo me desesperara por no lograr tener relaciones con ella. Esto jamás me ocurrió con ella. Ella era siempre la que me solicitaba, y esta vez me sentía como el peor cliente que ella tenía que enfrentar y que esquivaba a toda costa. No entendía nada, la verdad.

Me empecé a vestir y ella mientras tanto se reía, y al final ya vestido me dijo que sí tendríamos sexo, y empezó con una felación, pero pronto se puso a cuatro para que la follara así, con deseo de que me corriera pronto. Yo con ella no puedo hacer eso, no soy un animal; y si no hay implicación por su parte lo normal es que mi erección baje... Ahí saltó todavía más el conflicto. Ante esta situación ella se puso a hablar con otro clientes, diciendo que tenía que trabajar. Yo como método de protesta o qué sé yo, empecé a hacerme una paja junto a ella. Su reacción ante esto fue inesperada: "esta tarde me estás cabreando" me dijo. Ese tono era totalmente nuevo para mí. Me vestí e inicié la marcha.

En cuanto estuve vestido ella dejó el móvil, y me acompañó seria a la puerta. La abrí y ella la volvió a cerrar y me miró con los ojos vidriosos y me dijo: "menuda me has montado hoy". Yo no creía que hubiera montado nada. Sólo quería estar con ella porque ella me dijo de volver para tener sexo, nada más. Si no lo hubiera propuesto yo me habría ido con mi recuerdo de la mañana, más feliz que otra cosa. En ese momento nos abrazamos, nos dimos besos, las lágrimas nos corrían por las mejillas, a mí más que a ella. Pero su expresión en los ojos era la de alguien que ve partir a alguien que quiere. Nos dijimos palabras bonitas, aunque todavía tenía el impulso de salir de aquel lugar odiándola y maldiciéndola. Me dijo: "No te preocupes, nos volveremos a ver. Ya sabes que yo cambio de opinión constantemente y quizás quede cerca de ti. Visítame en Valencia." Yo simplemente no quería terminar de aquella manera. Estaba muy triste porque todo fuera así, tan contradictorio y que no hubiera solución posible más que asumir que era todo muy loco y que lo mejor era no sentir, reaccionar como animales y pasar página. Ella añadió "si aguantamos dos meses sin vernos, podremos hacerlo, y al final nos veremos". Yo no quería aguantar nada, la verdad.

Abrí la puerta y salí, y ella la cerró tras de mí. Busqué el ascensor confundido, y ella al instante volvió a abrir la puerta: "¿sabes dónde está tu coche?". Pues claro que lo sabía, menuda pregunta absurda, como para verme una vez más. Me metí en el ascensor haciendo balance de todo. Conduje a mi casa escuchando música no precisamente alegre y culpándome de muchas cosas, entre ellas de haberla vuelto a escribir. Recordaba el infierno y el cielo en la misma habitación de mierda, con el puto aire acondicionado de Pingüino que hacía un ruido horroroso. Recordaba sus palabras contradictorias, que sus pezones no eran los mismos sobre el sofá que sobre ese maldito camastro donde toda una tropa se la tiraba. No era lo mismo tener sexo con ella pasando por todas las posturas estándares como hacer el amor con ella en pijama recién despertada. Recordaba la confusión entre servicio y tiempo libre, entre la prostituta con nombre de guerra y la mujer con su nombre real, entre el cliente y la pareja, por muy falso que fuera todo. Sentía como si me hubieran mordido en el corazón. Y la odiaba profundamente cuando se reía de mí al vestirme en el momento de irme, sobre todo cuando dijo que a un hombre no es bueno darle todo siempre. Sabía que me tenía dominado emocionalmente. Y la amaba junto a la puerta, cuando me besaba como si me fuera a la guerra, y me consolaba con volver a vernos pronto, como si uno quisiera vivir con la esperanza de volver a tenerla cerca. Sí, la odiaba y la amaba al mismo tiempo, por ser lo que era y por vivir como vivía, y porque fuera locura que fuera otra cosa. Era puta.

Al llegar a casa revisé mi whatsapp, y justo después de salir yo del piso escribió una sola palabra: Amor. Qué distinto amor al que te dan cuando pides precios... Un amor a secas que no pide ya respuesta, sino confirmar la ilusión que tienes en tu cerebro. Le dije que había esperado mucho más de esta despedida entre ella y yo. No me contestó esa noche.

Al día siguiente le pedí explicaciones por su actitud inédita para mí durante el fin de semana y ella me dijo que no sabía qué me pasaba, que tenía mucho trabajo y que luego hablábamos. Yo le dije que sí sabía lo que pasaba. Yo creo que ya no tenía los ojos vidriosos. Simplemente la marabunta de clientes estaba en la puerta y ella tenía que hacer caja. La noche del sábado ella me dijo que cada vez tenía menos paciencia con los clientes: ¿también conmigo? Esta tarde me dijo que me iba a bloquear para siempre y que yo estaba muy mal de la cabeza. Y así ha hecho, aunque en agosto me confesó que odiaba la expresión "para siempre" cuando yo intenté alejarme de ella al moverse a otra comunidad.

Un compañero anda metido desde hace muy, muy poco en una historia así, no con enamoramiento sino por la cosa que tenemos los tíos de follar con una chavalita 20 años más joven y cuando puede ser gratis, como es el caso, mejor. Leído así hasta a mi me apetecería.

Dejarse querer es fácil pero la cuestión es ¿nosotros controlamos estas tentaciones? Me gustaría tener claro hasta dónde los tíos deberíamos aguantar la manipulación, el que te involucren en sus problemas, que insinúen o pidan abiertamente ciertos regalos, creo que por ahora de poca valía o invitarla a cenar a sitios económicos, a cambio de noches de "barra libre" de otro tipo de sexo, distinto al estrictamente profesional.

¿Será todo una espiral sin freno o será mejor que el chaval disfrute la situación todo lo que pueda? ¿Debería cortar ya y volver a su vida "monótona" de antaño?

¿Jugar con fuego es tan peligroso como dicen?

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Un admirador, un esclavo, un amigo, un siervo (J.L. López Vázquez)

También es una cosa peligrosa tener una novia prostituta. Quien te dice que no está con otro follandoselo cada día y te dice que es un cliente por trabajo, tiene tu consentimiento para follarse al que quiera, o follándose a clientes que le molan incluso dejándoles más tiempo 3h porque les gusta pagando 1 y luego te dice que es trabajo. En mi opinión son cosas que no se pueden consentir. Tendría una imagen de mí mismo de calzonazos, de ¿por qué me complico la vida cuando ahí fuera hay chicas que no darían estos problemas?, ya tendría que ser amor verdadero pero eso hoy día no lo veo. Es más de hombres que se agarran a la primera pareja que pillan como un clavo ardiendo y más si es una guapa jóven. Si te relacionas con mujeres generalmente no te complicas la vida.También he visto bastantes casos de chicas que en cuanto se echan pareja dejan esto y luego cuando lo vuelven a dejar con el novii vuelven otra vez a ejercer.

Que historia más bonita y triste la tuya, muy bien relatado.

Yo estuve un tiempo bastante largo con una scort.

Lo cierto es que ella era una persona con un nivel de vida bastante superior al mío, y que tenía una serie de clientes habituales que pagaban bastante bien (nada de media hora 50, una hora 100).

Cuando empezamos y por voluntad suya, lo dejó. La verdad es que fue todo muy bonito y aunque se acabó por temas ajenos a esto, ambos tenemos un gran recuerdo de todos esos momentos y habitualmente nos vemos para tomar un café.

Aunque bien es cierto que no la considero ni consideraba la típica lumi aprovechada.

1. Porque tenía un trabajo que al margen de esto generaba bastante.
2. Era una persona que no necesitaba ese plus para sobrevivir.
3. Físicamente y de forma de ser es una tía que no tiene que camelarse a nadie, ni le gusta ser una mantenida.

Por eso creo que poco tiene que ver con las típicas lumis de 30 min 60, una hora 120.
En el caso de las típicas de batalla... yo no me fiaría mucho. Que lógicamente habrán excepciones, pero creo que en caso de sentir algo por ellas lo mejor es: Cortar por lo sano, o decírselo y decirle que no pagas ni por un polvo, ni por una cena. Que le propones quedar en otro plan, pero que en otro plan significa tener una cita o relación entre dos personas normales y de igual a igual.

Me choca la facilidad que tienes de decir, que tenemos todas algo jodido por dentro..

No todas las personas son iguales, porq aunque estéis en esta profesión antes q prostitutas, sois eso personas, pero al igual q a un médico le cambia el carácter, a una chica pues también.

Como ya he contado, he tenido dos relaciones con chicas con tu trabajo, así como tengo muy buenas amigas y conocidas q se dedican a ello, es un trabajo q desgasta mucho el coco, y eso pasa factura( y mucha)
Si a eso le sumamos q un amplísimo porcentaje de vosotras ( no digo q sea tu caso, no tengo el placer de conocerte) además tiene otras adicciones q aún son más trastornantes pues eso afecta y mucho.

Digámoslo claro, si en una relación de pareja alguien tiene sexo durante 8 horas ( o más) al día los 7 días de la semana, lo q menos le apetece para desconectar es tener sexo con la pareja, y una pareja q no tiene sexo de manera razonable, todo son discusiones y reproches y malas formas, si a esto le sumas el poder adquisitivo de uno ( con un trabajo convencional) y de su pareja como prostituta casi multiplicándose el sueldo por 5 pues eso unido a los celos y los malos pensamientos, es un cúmulo q quema mucho.
Y por mucho q intentes desmentir, donde más quema es en la cabeza de la chica y lo paga con su pareja.

Con esta conclusión es con la q me atrevo a decir q una relación con una scort siempre va a acabar no muy a bien, y q ellas no están en su totalidad mental ( me refiero a una mentalidad ssana para una pareja)

Gracias por tus palabras. Como dije ya, nada es para siempre, y menos en estas situaciones, pues las emociones vividas no fueron pequeñas... A mitad de la semana siguiente ella desbloqueó, intentó dar unas explicaciones de lo ocurrido y volver a bloquear. Pero en menos de una hora levantó el bloqueo definitivamente, consciente que aquello no tenía sentido, porque estábamos pensando el uno en el otro continuamente. Somos amigos y nos tenemos mucho afecto.

Hemos seguido hablando estos días, casi a diario. Nos hemos confesado cariño y amistad, y el deseo de volver a vernos, reconociendo la imposibilidad de mantener ninguna relación amorosa en estas circunstancias. Espero que nuestra amistad se mantenga en el tiempo. Ahora está lejos, y quién sabe cuándo la vea y si la volveré a ver incluso, pues la conozco ya demasiado bien como para no aceptar que vive al día y sus planes de futuro cambian a la velocidad de la luz. La estimo como es, con sus cosas buenas y malas; no le pido nada: si puedo la veré, y si no, me tendrá como amigo para cuando lo necesite.

Saludos.

Creo que a mi me esta pasando esto(lo de enamorarme de una chica especial). Desde hace meses no la veo de la misma manera y lo peor es que ella tampoco me trata igual. Hemos salido, cenado o comido juntos. Incluso he dormido bastantes veces en su casa sin haber nada de por medio. Estoy muy confuso. Sobretodo el no saber si a ella le ocurre lo mismo. ¿Como se puede saber si una siente cosas por uno? Para mi esa es la cuestion vital.

Nunca he estado en una así. Pero os leo y pienso que a lo mejor no hay que darle vueltas a ver qué es, o a dónde va la relación, ni ponerle nombre... ¿Novia, amiga?
¿Qué más da?
Disfrutadlo mientras ocurre.


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pregúntaselo diectamente:

Si es sincera y te dice que no, o no ves una respuesta demasiado convincente
retírate.

Hombre, yo no estoy en tu pellejo, pero quizá eso es lo mejor para juzgar fríamente la situación, y lo que creo que es la pregunta fundamental para saber qué está pasando es saber si ella con tu compañía está ganando o prevé ganar algo más que tu compañía, por que si solo es esto último pues entonces saltamos de "enamorarse de una puta" a "enamorarse de una chica", lo cual es otro problema ...

Una cosa que yo he visto son chicas que están de psicólogo con depresiones y que no están bien y como está hecha mierda es de esas de novia al principio ellas te piden ayuda y parece que hacéis buenas migas, os ayudáis y es algo positivo pero luego acaba pegándote a ti los problemas, intentas ayudar y acabas tú con los problemas siempre te acaba afectando cuando intentas ayudar. No son todas pero si hay muchas en el mundillo, no es un trabajo fácil y es mejor estar alejado de esta clase de chicas. Lógicamente también habrá clientes igual.Y hablo de españolas, si te metes en follones de ayudar a chicas extranjeras es complicarte la vida a lo tonto,

La fábula del escorpión y la rana es muy ilustrativa.

Por experiencias propias recomiendo no decidir enamorarse de una chica que trabaje en esto porque lo que aporte a tu vida va a ser prácticamente nada en la mayoría de los casos. En mi opinion resulta mucho más conveniente limitar estos servicios a lo que son: desconectar, desfogar, pasar un buen rato y listos.

Las personas que he tratado y trabajan en esto suelen arrastrar problemas de muchos tipos: familias disfuncionales, deudas, salud mental, drogas, tener hijos de padres fugados, violencia de género entre otros... por lo que si comienzas una relación te tocará sí o sí lidiar con una pila innecesaria de serias complicaciones en tu vida.

Por supuesto habrá casos donde las cosas salgan bien pero no me parece la norma. Así que en resumen... por amor propio y mantener la salud y la cartera en buena posición, no decidan enamorarse de mujeres de este sector. Si aún así quieren aventurarse conociendo las consecuencias pues alea jacta est.

Gracias por los consejos, compañeros.


Si tuviera la seguridad en mi mismo necesaria no estaria planteando esto aqui y me habria lanzado cual paracaidista de la 101 en Normandia.



No entiendo muy bien por donde vas con lo de " si ella con tu compañía está ganando o prevé ganar algo más que tu compañía". Osea salimos por ahi, a veces la invito, otras lo hace ella(Nos peleamos muchas veces precisamente porque a los os nos gusta invitar y no ser invitados), el transporte es a medias y tal.

Yo creo que es lo segundo mas que lo primero.



Si uno de los dos esta "malito" desde luego soy yo. ¿Que puede ser que todas las cosas que me ha dicho sobre ella sean mentira? Yo no lo creo.



Yo no he decidido quedarme prendado, al igual que las otras veces que me ha pasado. No sabia que se podia. Y eso que al principio quedaba precisamente para lo que dices, con interaccion minima.

En realidad sí lo decides. Es decir, si tienes una cita y notas que te produce un subidón químico, emocional, etc. debes tomar conciencia de esto para conseguir poder elegir qué hacer con ello. Lo mas conveniente suele ser mantener distancia para enfriarte, no dejarte llevar por tu lado irracional y pensar en frio.

Hay que tener cierto cuidado con estas señoritas expertas en el arte de la seducción, la manipulación, el chantaje emocional y el embaucamiento en muchos casos. No olvides que una parte de su trabajo es fidelizarte para mantener su negocio ya sea como cliente o hasta de pareja que la mantenga. Después de 16 años en estas cosas, algo se aprende.