Quedar con una pseudolumi. Me pasa unos fotos que estaban alejadas de lo que vi. Llego a su casa y le pregunto que si tenía condones, me dice que no que al lado hay una farmacia. Total que me fui al coche y tirar del plan B. Es una cabronada, pero a la vez me sentí engañado
Pues mi última anécdota es que después de quedar con una Lumi entro en la oficina y la primera compañera que me ve me dice: "¿Que te pasa en la barba que la tienes toda roja?". Me voy corriendo al baño y compruebo que tengo toda la barba manchada de carmin (al tenerla casi blanaca se notaba más), me la lavo con jabón y al salir le digo a mi compañera que me habia comido un helado de fresa (era después de comer). No quiero ni imaginarme si entro así en mi casa y me ve mi mujer. La próxima vez que vea a la lumi le dire que se limpie los labios antes de nada....
Con el fin de reflotar este hilo y que os descojoneis un poco, escribo lo que me pasó en el “legendario” bloque de Paseo de las delicias 133.
Por el curro mi jefe y yo pasamos cerca de la zona y él un poco vaguete a la vuelta me dejó en la boca del metro, como estaba por ahí, me picó la curiosidad y fui, sin ninguna intención de pasar con ninguna, solo por cotilla.
Gente que subía y bajaba pero eran los mismos, a medida que iba subiendo veía puertas abiertas, chicas sentadas fuera fumando maría junto con los sujetos que subían y bajaban, en algunos de los pisos las birras estaban presentes. La verdad que las chicas poco interés por los clientes iban a su bola, salvo una que me dijo ven papi pasa aquí.
Las luces del edificio estaban encendidas, en una de las escaleras finales había un vomito abundante, me dieron arcadas pero seguí subiendo(lo que tiene ser un marujo), botellas de litronas vacías y me acojoné un poco, llegué a la planta final y todas las puertas estaban cerradas, cuando ya estaba bajando, zas! Las luces se apagaron, no encontraba ningún interruptor, me puse nervioso que en ese momento no se me ocurrió sacar el móvil, me pegué un resbalón con el vomito ese y por poco caigo sobre él, en mi cabeza decía: no por favor, no y fue cuando saqué el móvil y bajé todo lo rápido que pude sin correr, el ritmo de la bachata y el olor a maría se iban alejando mientras yo salía; era la última hora de la tarde y salí un poco nervioso y arrastrando los zapatos para intentar dejar el resto de aquella asquerosa pota y también claro maldiciendo a mi jefe, pues habíamos quedado en que me dejaría en una estación de metro más cerca a casa
Todo esto pasó antes del follon del desalojo y demás, puedo decir que estuve en ese mítico edificio.
__________________
Cuando hay amor la distancia a la mierda.
Bueno pues voy a contar mis ultimas anecdotas/experiencias desarrolladas en los últimos dos meses. Son un poco extrañas, una desarrollada en Cádiz, y otra en Chiclana y todas han resultado un fiasco pues no llegué a culminar nada. Me explico, en Cádiz, fui al piso de plaza Jerez, que esta en muy buenas condiciones, muy nuevo, que después me enteré es famoso, que te abre un chaval que muy amable te pregunta cuanto tiempo quieres y te cobra del tirón sin aun no haber visto a la chica, te mete en un dormitorio, y a esperar. Al ratito entro una chica que no tenía nada que ver con la chica de las fotos que me enviaron para que la viera, después me entero que Andrés es el que habla contigo por whatsapp y se hace pasar por la chica y te manda fotos. Total que la chica se llama Lina, tiene anuncios puestos, y sinceramente, de cara es muy fea, con esas cejas a los Frida Kalho que muchas latinas se pintan, de cuerpo sinceramente ni me fije. Al entrar le dije que ella no era la chica con la que había quedado, le dije que llamara a Andrés y le contó lo que le dije, y me enteré de todo lo que he contado antes. Me dijo si quería ver a otra chica que estaba allí, le dije que si era posible que me devolviera el dinero, y me dijo que si, me lo devolvió, pedí disculpas y me marché.
la segunda experiencia fue en Chiclana, en la calle Mejico, quedé con una latina voluptuosa, que se anuncia con fotos con un bikini blanco con una cruz roja en el sujetador, se anuncia como madurita y como tal era lo que me esperaba. Llegué, me abrió y como siempre estaba detrás de la puerta, al verla, os juro que me asusté, y es que era muy fea, mayor, con unas manchas raras en la cara y unos labios como mal operados, y hablando medio portugués medio español, me dio muy mala impresión, viendo el percal, le dije si ella era la de las fotos, y me puse a buscar en el móvil el anuncio, y enseguida me dijo que si no le gustaba que me fuera, y opte por irme, abrí yo la puerta y me fui. Os juro que fui muy impactante contemplar a esa chica y note la taquicardia, pero reaccione bien, supongo que la experiencia es un grado. Como no pasé de la puerta no puedo opinar del sitio, la típica casa baja de Chiclana.