Anecdotas de Luminaria.

Bien foreros, me ha parecido interesante crear este nuevo Tema y si no lo es tanto, imagino que moderación lo adevertirá, con el fin de contar nuestras anecdotas divertidas o no tan divertidas en aquel momento, para si es posible reirnos un poco de aquellas situaciones vividas las cuales empiezan justo cuando llamamos al timbre o puerta o elegimos chica si está en la calle y nos decidimos por fin! y sin complejos a disfrutar de nuestra lumi, la cual nos hará vivir seguro, salvo en algunos casos puntuales, de unos momentos de intenso placer.

Asi que empezaré yo mismo.

Fué en mi chalecito privado, recuerdo que no llevaba mucho tiempo funcionando y que competía en mis gustos con los servicios del chalet de la otra Avenida antes de la reforma. Pues bien, elegí los servicios de una rubia increible, guapisima., más larga que un día sin pan, la cual por cierto no estuvo mucho tiempo en la casa, recuerdo que habían muy pocas chicas 2 o 3 para elegir en aquellos comienzos,. y a la que como os decía no volví a ver despues de esta anecdota.

El tema es que contraté media hora con esta "lozana siberiana", que uno es pobre pero putero y pasó que yo por aquel entonces tenía una venita en la nariz fastidiada, aún sin cauterizar, de pura pereza de no ir al otorrino a curarla y que a veces con cierta presión o movimiento... pasaba lo que pasó.

Bien, cuando tenía a cuatro patas a este mujerón, y en plena agonía de placer... zaaas!! la venita dando por saco, aquello que empezó a chorrear sangre de la nariz y claro yo que no quería ni me apetecía parar, el tiempo contratado, no estar como en casita... El caso es que como pude, tomé prestado un papel humedo de esos que ellas tienen siempre en la mesilla y con dicho papel en la nariz "dale que te pego matarile a la jaca", con mis labios "más vivos" que nunca, la sabana de aquella manera y su espalda "pintada de rojo pasión".. así, hasta que pude finalizar mi sangrante y placentera agonía...

Despues me contó que ella era médico, en su Rusia natal, dejándome incrustar por mi "doctora ocasional" en el citado orificio nasal, que por el otro, el llamado "lado oscuro"... ni el pelo de una gamba, un algodón con un poquito de agua oxigenada que muy amable me trajo y que me cortó la hemorragia y que me llevé a casa de recuerdo, previo aseo genital y facial propio, ante la incredulidad y el asombro de la muchacha después de todo lo ocurrido.

Que venita más jodedora!! pero tampoco iba a dejar que algo así , me cortara el rollo. Putero y cumplidor que es uno. Cuando se puede.

Si algun@ más se anima a contar alguna anecdota real, no preguntas, sobre algo que por excepcional resulte divertido que no manido del estilo "su sujetador era de relleno" o "Aquella noche que me había bebido hasta el agua de las macetas" algo que no estuviera previsto y que os ocurriera un día "luminoso"... ahí queda eso!!.

Salu2 amantes del caviar.