Nombre de guerra: Carolina
Nacionalidad: Colombiana
Forma de Contacto: 603279722 - Whatsapp
Hilo profesionales:
Web profesional: [Sólo los usuarios registrados pueden ver los enlaces e imágenes. ]
Fecha aproximada: Enero 2022
Lugar: Zona de Arguelles
Instalaciones: Es un bajo, edificio por Alberto Aguilera, las instalaciones me parecieron correctas, la habitación disponía de tatami, todo bastante limpio incluido el servicio.
Higiene: Correcta.
Precio: 40€/30 min. Masaje con relax manual.
Edad: 35 según anuncia, creíbles
Cara: Guapilla
Pelo: Melena castaña.
Cuerpo: Aceptable para la edad, tiene buen culo y las fotos son representativas.
Pecho: Medianos, con algo de caída, pero los pezones respondían al tacto muy bien.
Culo: Es lo que más me gusto junto con la cara.
Piercings y tattos: No recuerdo ver ninguno
Defectos corporales: Ninguno, llevaba las braguitas altas, no sé si quizá tapase alguna cicatriz o estrías en la tripa, pero como no se podía ver no lo puedo asegurar.
Actitud: Fue amable durante toda la cita.
Conversación: Correcta, hablamos lo justo.
Besos: No.
Fuma: No me lo pareció.
Francés: No, al menos en el servicio de sólo relax manual.
Forniqueo: No.
Griego: No.
Lo mejor: Buena actitud y la paja estuvo bastante bien.
Lo peor: El masaje es normalito, el tiempo desde que entras hasta que sales cogido con pinzas y la interacción más allá de acariciar un poco, no se puede interaccionar más, salvo que pagues la tarifa de masaje con completo que era 80€/30 min.
¿Repetir?: No descarto volver para ver que tal el masaje con completo, aunque me parece bastante más caro respecto al del sólo con relax manual para ser media hora..
¿Recomendable?: Sabiendo los límites, si que recomendaría visitarla, No me fui con la sensación de dinero tirado
Valoración global de la experiencia:7/10
Relato: Tras contactar con ella por whatsapp, me informa de los servicios y tarifas 30min/40€ y 1hora/50€ masaje con relax, y 30 min/80€ y 1hora/120€ masaje con completo, si no recuerdo mal.
Me acerco a la zona, recibe en un bajo dentro de un edificio por la zona de Arguelles, me recibe y abre bastante rápido y tras abonarle la tarifa, me ofrece ducha, pero ya iba duchado de casa.
El masaje no me pareció muy transcendente, aunque si me fui relajando, tras unos 10/15 minutillos, me pide dar la vuelta, y continúa el pase de manos por las piernas, tripa y pecho acariciando levemente los bajos para que la cosa se pusiera a tono.
Ella lo da en topless, y me deja acariciarla levemente, pero solo por fuera, y no se puede besar, ni interaccionar más a fondo, pero sí me comenta que en el masaje con completo se puede.
Ya centrándose en la masturbación, fue levemente de más suave a más intenso, intenté aguantar para disfrutar lo máximo de sus manos, consiguió excitarme bastante y finalmente me corrí como un campeón.
Tras limpiarme, me ofrece toalla y ducha a lo que acepto para quitarme el aceite.
Nos despedimos y hasta la próxima.
La experiencia no estuvo mal... me gusto más la parte erótica que el masaje en sí, la actitud fue buena y se puede decir que cumplió con lo explicado en la conversación previa a la cita, lo malo que si quieres pasar a más está claro que el precio aumenta bastante.
Espero que algo os haya ayudado.
Un saludo y a cuidarse.
Los siguientes 3 Usuarios dan las gracias a Vinokourov por este Post:
Nombre de guerra: Carolina
Nacionalidad: latina me dijo, pero no concretó (tiene acento no hispano hablante)
Forma de Contacto: 603279722 - Whatsapp
Hilo profesionales: no
Web profesional: [Sólo los usuarios registrados pueden ver los enlaces e imágenes. ]
Fecha aproximada: enero 2022
Lugar: un piso bajo en un edificio antiguo -que no viejo- en Argüelles
Instalaciones: suficientes. Habitación de tamaño muy justo con espejos en el lateral y en el frontal, poco útiles por: la única silla que hay bloquea la visión lateral; el espejo frontal está como a 40 cm sobre el suelo, con lo cual tienes levantar mucho el cuello para ver algo, y aún así, la tenue iluminación no ayuda. Baño contiguo a la habitación: retrocedes en el tiempo a los años 70 (recrearos en los primeros capítulos de la serie “Cuéntame cómo pasó”). Pero ojo, estaba todo limpio, así como las toallas que me proporcionaron.
Higiene: Correcta.
Precio: 50€/hora masaje con relax manual; 80€ completo
Edad: dice 35; creo que sí
Cara: No es mi tipo, pero no está mal
Pelo: Melena castaño hasta mitad de la espalda que curiosamente no se la recoge para dar el masaje (lo que resultó placentero en el cuerpo a cuerpo)
Cuerpo: Bien. No es un pibón, tiene tripita y bonitas piernas
Pecho: Tamaño mediano, redondeados y anchos
Culo: No se lo vi. No se quita la braga y no me dio la espalda
Piercings y tattos: No vi
Defectos corporales: Tampoco vi
Actitud: Amable, correcta
Conversación: Poco. Algo muy al principio y luego silencio
Besos: Sí
Fuma: No olía
Francés: No en el servicio contratado
Forniqueo: No en el servicio contratado
Griego: No lo sé
Lo mejor: El masaje relajante
Lo peor: nada que reflejar
¿Repetir?: Tal vez sí
Valoración global de la experiencia:7/10
Observación: la chica que me recibió y atendió, que responde al nombre de Carolina, no es la chica de las fotos, por lo que el testimonio mío no tiene porqué corresponderse con la misma chica que atendió a Vinokourov, aunque tengan el mismo nombre.
Las fotos del anuncio parecen haberse tomado en este piso (por os detalles de las puertas); la chica me dijo que tiene dos compañeras, así que pudo ser que se repartan el negocio en función la ocupación de las demás. Ya os contaré pues quiero hacer una segunda visita más adelante para conocer a las otras chicas.
Vayamos a la experiencia:
Me recibe Carolina con un vestido de raso corto. Inicialmente me parece alta, aunque bajo a la realidad cuando se descalza. Ojo, no es baja, debe medir 1.65 +-. Te introduce en una habitación de techos altos y pequeña (colchón de 1’35 y silla es todo lo que cabe de ancho). Tan escasamente iluminada (la energía está muy cara, lo sabemos) que no pude identificar el valor facial de los billetes cuando me pidió le adelantara el importe. Con toalla limpia y zapatillas desechables (tras varios usos, je, je) entro a un baño y retrocedo 40 o 50 años en el tiempo. Pero en su favor he de decir que estaba limpio.
Regreso a la habitación y me tumbo; la penumbra me dificultará durante los primeros minutos distinguir sus facciones y otros detalles, hasta que mis pupilas se adapten a esas condiciones lumínicas. A través del espejo frontal puedo adivinar su silueta desprendiéndose de la ropa, excepto la braga, pues el masaje contratado (relax manual) lo da en top less. Te cubre todo el cuerpo con una toalla y sólo queda descubierta la zona sobre la que trabaja. Me gustó, pues así no te quedas frío, que en esta época del año, techos altos y calefacción individual, puedes resfriarte.
El masaje lo comienza por abajo: pies, pantorrillas y muslos. Le dedica bastante tiempo a esta parte y lo hace con técnica, con método. Esta chica no será fisioterapeuta, pero lo hace bien (ojo, el masaje no era terapéutico, sino relajante).
Cuando ataca los muslos, realiza algunos pases insinuantes por tus pelotas. Acabada una pierna, la cubre con la toalla y comienza con la otra (le dedicó tanto tiempo a las piernas, glúteos y espalda, que por un momento pensé que nunca me iba a pedir que me diera la vuelta).
Todavía boca abajo y terminado el masaje con las manos, se tumba sobre ti en un cuerpo a cuerpo agradable y excitante, aunque no se deslizaba con soltura, con facilidad. Es como si no estuviera aún acostumbrada o que no se hubiera puesto suficiente crema en su cuerpo para facilitar ese deslizamiento. Pero en absoluto me incomodó.
Llega el momento de darse la vuelta. Ya puedes verla de frente, sus facciones, su pecho y constitución. No es posible detectar defectos corporales ni tatuajes con esa luz, al menos yo.
Sentada a la altura de mis caderas, comienza a masajearte un pene que desde hacía rato estaba listo para el servicio activo. El masaje comienza suave y lento, deslizando su mano desde la base hasta el glande, retrocediendo y vuelta a repetir. Va incrementando el ritmo poco a poco hasta alcanzar un ritmo navideño (tocando la zambomba), algo que conmigo no funciona. Le doy una orientación sobre mis gustos para abordar esta fase y así lo hace. Estaba bastante excitado y tenía el pene bien firme, pero este lingam no acababa de funcionar. Así que me ofrecí a completar yo el trabajo que ella había comenzado y terminé en un periquete. Nadie mejor que uno conoce su cuerpo y lo que le estimula.
Conclusión: aunque no es la de las fotos, la chica está bien, es amable y me gustó su masaje. Cabe la posibilidad de repetir con ella. Y de conocer a sus compañeras también
Última edición por Peludo22; 10-02-2022 a las 18:50
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Esta vez sí fue Carolina, la genuina, la original, la que aparece en las fotos.
Esta nueva visita perseguía conocer a las compañeras de piso. Me recibió una chica diferente a la Carolina que yo conocí en la visita anterior, pero se presentó como Carolina. Me dejó atónito al concluir que la vez pasada me atendió otra compañera haciéndose pasar por ella (por eso dije en mi crónica que no era la chica de las fotos). Aclarado el episodio, Carolina se disculpó por aquella “trampa”. Me pasó a una habitación distinta, más amplia que la anterior; cuenta con más espacio y un espejo frontal colocado prácticamente a ras de suelo, como debe ser.
Carolina se retiró y fueron pasando, una a una, las cuatro compañeras: María, Alexia, Adriana y Alejandra. María es la que se hizo pasar por Carolina; se lo mencioné y se disculpó también (afortunadamente guardo un buen recuerdo general de aquel masaje, así que no me sentí agraviado).
Las cinco chicas son bonitas, latinas y de distintas edades. Cada una tiene su punto, su atractivo personal, bien por su fisonomía, sus facciones o por el morbillo de alguna (parezco un palmero, pero ni me mueve ningún afán de promocionarlas ni posiblemente vuelva por ese piso).
La mayor de todas es Carolina (debe tener 39 o 40 años) y fue la que elegí para el masaje. Me gustó su cara, sonrisa y el cuerpo que gasta. Así que cuando regresó para preguntar con quién me quedaba, le dije que cerrara la puerta por dentro y tirara la llave je, je
Como ya describí el masaje de María, voy a señalar las diferencias con Carolina:
- Carolina habla más, le gusta conversar y conocer al cliente. Puede resultar un inconveniente si prefieres el silencio
- El masaje de María (su técnica) me gustó más, aunque te tiene demasiado tiempo boca abajo. Carolina reparte el tiempo y masajea por ambos lados.
- El lingam de Carolina está más trabajado que el de María
- María me dio besos; Carolina no
- María se deja besar los pechos, Carolina no (aunque hizo una excepción). Si pagas más, si puedes llegar más lejos
Ofrecen tres terminaciones (precio de 1 hora):
- 50€: en top-less y acabado en relax manual. Puedes acariciar (solo por encima de la braguita) y tocar pechos, nada más
- 80€: desnuda y relax manual. Puedes besar, acariciar y besar pechos
- 120 o 130€ (no me acuerdo): ídem + penetración
¿Repetir?: Creo que no. ¿Por qué? las chicas me gustaron y querría probar con ellas. Pero se me va de precio. No busco sexo completo, pero si poder tocar, besar, un cunnilingus. Y para eso tienes que desembolsar más de 100 euracos, y creo que no lo valen.
¿Recomendable?: sí
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Hacía tiempo que no os presentaba a nadie y maldita la hora. Abro este hilo más que nada para que no os pase como a mí y no piquéis.
Veo un anuncio como el que figura bajo estas líneas hace unas semanas y me da por curiosear. Envío wsp para pedir información y también llamo. Supuestamente, me atiende al teléfono una chica joven, de unos 25 años que dice ser cubana. Me manda un par de fotos muy sensuales y apetecibles. Quedamos y cuando llego me encuentro con una chica, también joven, de piel trigueña, de unos 30 años, estilizada, buen cuerpo pero, me da la extraña sensación de que no era la misma de las fotos. Y efectivamente, al escucharla hablar tiene un deje como colombiano en vez de cubano y ella misma me lo confirma. Constato que me han dado el cambiazo. Tenía que haberme ido pero entre que iba "engorilao" y entre que solo fueron 50 euros la hora por el masaje, me dio pereza irme.
En fin, como la moza no estaba del todo mal opto por quedarme. En cuanto al masaje, no estuvo mal pero a los 50 minutos de reloj ya estaba en la calle. Me ofreció ducha, tanto al entrar como al irme y la pajilla no estuvo mal. Pero imagináos, entre presentación, duchas, masaje y gayola en menos de una hora ya estaba fuera. Se supone que el masaje era de 50 euros/hora y en eso se quedó.
No me lo tomé a mal porque yo tenía algo de prisa pero es un sitio poco recomendable. Te "tangan" con el tiempo, te dan el cambiazo con las tías.....y por si fuera poco, es un sitio en el que se aparca de pena. Es en Alberto Aguilera, muy cerca de Argüelles. Un piso bajo al que se llega tras atravesar un pequeño patio. En cuanto a la estancia, lo justo de higiene y limpieza para no salir huyendo de allí por patas.
Pasando al masaje en sí, fue un pasamanos sin pena ni gloria. La muchacha voluntariosa pero sosilla como ella sola. Por lo menos me dio algo de conversación y tenía un cuerpo voluptuoso y bien proporcionado pero poniendo en el balance todo el conjunto, no merece la pena en absoluto.
Más que por la chica y por sus prestaciones en sí es que me dio la sensación de que me engañaron. Os dejo el link y el número de contacto por si a alguien le apetece palmar pasta como yo o por si corre mejor suerte.
Eso ya, vosotros mismos, camaradas.
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603279722
Última edición por MARCOFALO; 26-04-2022 a las 22:51
Razón: Añadir detalles.
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