Las putas que han estado en países donde se ha regularizado son las primeras que no quieren que en España sea así. Cuando coincido con alguna, siempre les pregunto su opinión y la mayoría me dice que precios muy bajos (porque las chicas locales ya lo consideran un trabajo más y hay mucha competencia) y los clientes las tratan como basura (porque es como ir a comer a un restaurante, el cliente siempre tiene la razón).
Eso por no hablar de lo guay que es cobrar en negro y no pagar impuestos (por mucho que luego se quejen de no tener seguridad social, pensión, etc).
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