Un nuevo I+D en este caso en el mundo del masaje resulta una apuesta segura.
Nombre: Karina
Nacionalidad: Latinoamericana
Forma de contacto: 678144541
Fecha: Julio 2017
Instalaciones: Local a pie de calle, tipo loft pero con planta semisótano y bajo. Un poco destartalado pero limpio y con velas para dar sensación de penumbra
Higiene: Buena
Precio: 20 euros media hora en camilla/30 en tatami
Edad: 30 años
Cara: Bastante guapa de cara
Pelo: Rubio recogido en moño
Cuerpo: Delgada y con muchas curvas
Pecho: Pechazo, 110 por lo menos y duras(operadas)
Culo: Sin valorar
Piercing y tattos: No vi
Actitud: Cariñosa en todo momento y atenta a pequeños detalles
Conversación: Solamente si le das tu. Correcta en ese apartado
Besos: No lo sé
Fuma: No
Francés: Con y fue toda una y agradable sorpresa
Lo mejor: Pensaba que iba a ser solamente un manual y me regaló un francés
Le peor: Es difícil de contactar con ella
Repetir: Si
Valoración de la experiencia: 8
Relato libre
Trasteando por internet vi una chica que por precio y tipo se amoldaba perfectamente a las escaseces de fin de mes.
Llamada de rigor y tras varios intentos en dos días, me responde Karina.
Me informa convenientemente de los precios y que el servicio en tatami incluía ella desnuda. Soy perro viejo y en muchos casos se ponen tanga en este servicio.
Me indica la zona, cerca de la calle José del Hierro, la dirección concreta es la calle Polibea número............la profesional lo dice una vez que llamas para decir que estás allí.
Karina es atractiva, siempre se dice que para gustos los colores, pero me parece, guapa, no adivino a decir la nacionalidad. Me recibe con un sujetador rojo que deja entrever unos pechos, generosos, bastante grandes y un tanga negro.
Bajamos una escalera donde se ven pequeñas velas alumbrando la estancia y pasamos a una habitación con un tatami en el suelo.
La habitación es pequeña. El tatami
prácticamente cubre todo el suelo de la misma y solamente entra una silla y un ventilador.
Una pequeña cesta de utensilios para el masaje con cremas, una toalla dispuesta con pétalos de rosa y música relajante es todo lo que se necesita para comenzar el masaje
Me ofrece ducha aunque vengo todavía con el pelo húmedo y ella se acaba de duchar por lo que no procede ir al servicio.
Abono el mismo y comienza a desnudarse. Cuerpazo de mujer.
El masaje no quiero engañar a nadie no es una maravilla. Pasos una vez tras otra de sus pechos por mi espalda. Pequeños besos y caricias en zonas erógenas y así unos 20 minutos.
Pero al darme la vuelta y ver a la profesional, que subidón. Comienza a darme tocarme y besarme las zonas erógenas y al poco tiempo y con el miembro totalmente erecto, me enfunda el preservativo para comenzar un sublime francés.
Karina no es una maravilla con este masaje, pero el francés lo borda. De los mejores que he probado en mi vida.
Una vez terminado el servicio, dice que si quiero ir al baño y declino el ofrecimiento.
Curiosamente, el piso tiene salida a dos calles y desde el semisótano, salgo a la Calle Angel Larra.
Quedé plenamente satisfecho y lo que no llega más que al aprobado en el masaje lo suple en el arte del oral.
Altamente recomendable para presupuestos ajustados