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FORO: OTRO FORO QUE NO ES SPALUMI

<<Así me encuentro en este momento delante de un espacio en blanco dispuesto a llenarlo con mi sexpe, hablando de una mujer que me ha hecho pasar una tarde memorable. Es fácil hablar de una chica a la que acabas de descubrir, pero ¿Y de Sarah? Musa mía y de tantos compis...y pretender estar a la altura. A la altura de Sarah por supuesto. Más sabiendo que como buena compañera forera ella también lo leerá.

The Police allá por 1979 compusieron un tema que posteriormente sería versioneado en tempo de tango para la película Moulin Rouge. Cantan José Feliciano y Ewan McGregor. Como habreis podido adivinar fue en esta peli en la que me inspiré para mi avatar. Además Ewan McGregor es el hombre que siempre he querido ser. Es un grito desgarrado de un putero a su lumi favorita.
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Saludos terrícolas, el Señor Cronos me ha expulsado del cielo y aquí me teneis, despojado de todo cuanto añoré. Por la ventana de un bar se puede ver el rostro de Mourinho ocupando toda la pantalla del televisor. En un ambiente libre de humos, un grupo de amigos discute acaloradamente al abrigo de una cerveza sobre la última parida que acaban de escuchar por ese extraño artilugio. Piso un charco y miro al cielo mientras gotas de agua bajan por mi frente. No ha mucho tiempo atrás yo era el Señor de las alturas, ahora una marioneta más del destino.

Mientras caminaba bajo la lluvia recordaba tiempos mejores. Aquellos en los que dragones y encantadores temblaban al escuchar mi nombre. Pero Cronos el Señor del tiempo me había despojado de toda grandeza. Confieso que en todo momento era consciente que mi tiempo era limitado. Merlin, el gran encantador, me dió un salvoconducto que me permitiría presentarme ante la reina Sarah-Morgana sin ser devorado.
En mi bravo corcel me dirigí a galope para cumplir mi empresa. Me encaminé a una fonda vecina a la cueva del dragón. El posadero dio cobijo a mi caballo a cambio de unos talentos seguro de que no volvería a recogerlo. Nadie que había estado en la gruta había vuelto para contarlo. Contaban los más ancianos del lugar que estaba habitada por una mujer dragón, una mujer de belleza inimaginable pero de crueldad infinita. Durante siglos habían tenido que sufrir como el dragón quemaba sus cosechas si no le ofrecían en sacrificio los jóvenes más apuestos del lugar. Habían pedido ayuda a Merlin para que los librara del monstruo y él me había elegido a mi.
La flor de lis impediría que la mujer se transformara en dragón. Pero tan solo tendría una hora para deshacer el encantamiento. Transcurrida esa hora cambiaría en dragón y me devoraría el corazón.
Con el alma encogida entré en su guarida. Era un lugar cálido y luminoso. En el ambiente flotaban mil olores, los más maravillosos con los que hombre alguno se ha podido deleitar. Todo pensado para reducir al máximo mis defensas. Con paso firme seguí adelante desconocedor aún de lo que el destino me tenía reservado. Otros caballeros lo habían intentado antes que yo. Alguno, herido de muerte, pudo salir de la gruta y antes de expirar, dar retazos de cuanto le había acontecido. Solo yo he podido sobrevivir para poder relatar de primera mano lo que aconteció.
Escuchad compañeros, no hagais caso de embaucadores, no os aventureis, si lo haceis estais perdidos. Ya ninguna lumi os volverá a parecer igual y vuestro corazón quedará preso. Eso si lograis salvar la vida.
- ¿Qué buscas viajero?
- A ti.
- ¿A mi? Jajaja ¿tú, insignificante mortal?
Frente a mi se encontraba una mujer imponente, todo de negro. De sus ojos salían llamas azules y su pelo negro brillaba con una luz cegadora. Pude descubrir a través de su ropa transparente un cuerpo esbelto, sexo impúbico y unos senos amenazantes como dos puñales. Pensé que si me tenía que devorar un dragón, que fuera ese.
Lentamente fui avanzando hacia ella aunque mis pies pedían correr en dirección contraria. Le ofrecí la flor de lis y sus ojos dejaron de llamear. Los músculos de su cara se destensaron y su boca esbozó una sonrisa.
-Poderoso mago te avala.
-El más grande de todos los tiempos. Aquel ante el que reyes y naciones se inclinan, el mismo que me permitirá estar a tu lado.
-Sabes que el tiempo es limitado.
-Una hora, soy consciente.
-Dime caballero. ¿Qué te ha llevado ante mi?
-Tu fama Gran Señora.
-Y ¿qué piensas ahora que me tienes delante?
-Que tu fama se queda corta ante tanta belleza.
-¿Conoces mi nombre?
-Sarah, diosa del amor y reina de Francia.
-Ummmm. Puede que después de todo no te coma.
-Aquí he venido a ofrecerme en sacrificio para que dejes crecer los campos un año más.
-Veo que has sido correctamente preparado por un sacerdote del templo del placer. Hueles bien, tienes que estar bien rico. Ah no, que dije que a lo mejor no te comía, pero puede que sí. Crudo o asado. Caliente y frío. Ya decidiré. Vamos a la cascada, me apetece bañarme contigo.
-¿Desnudos?
-Si te apetece mojar tus ropas...Yo me despojaré de las mías.
Su vestido negro calló al suelo dejando ver un cuerpo escultural. Ahora parecía brillar aún con más fuerza. Sin perder un segundo me despojé de la parte superior de mi armadura y la coloqué a un lado con cuidado. Cuando me quise incorporar Sarah ya había ganado todo el terreno que nos separaba y sus labios se fundieron con lo míos. Una corriente de dos mil vóltios recorrió todo mi cuerpo. Sus largos dedos recorrieron toda mi anatomía hasta detenerse en mi cinturón al que desabrochó antes de que me diera tiempo de abrir los ojos. Sus dedos me exploraron por debajo de mi ropa.
-Sarah.
-¿Qué? - me sonrió.
-Naaaahada.
En trance la seguí debajo del agua que caía templada en un ricón de la cueva. Nos fundimos bajo el agua. Su boca pegada a la mía y sus manos que no paraban de acariciar mi cuerpo. Las mías hacían lo propio con el suyo, reconociendo palmo a palmo todo su ser. En ese momento pensé que el mundo volvía a tener sentido.

Hope you don't mind, I hope you don't mind that I put down in words, how wonderfull life is now you are in the world
(Para los que no espitinglean: Espero que no te importe, espero que no te moleste que escriba con palabras lo maravillosa que es la vida ahora que tú estás en el mundo.) También de Moulin Rouge.
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Como una serpiente se fue ondulando pegada a mi cuerpo sin parar de besarlo por donde pasaba hasta quedar de rodillas, justo delante de mi miembro que ya había aumentado considerablemente de tamaño. Sonriente y mirándome a los ojos puso su lengua en mi prepucio y a continuación se lo introdujo en la boca. Describir las sensaciones que me provocaba es imposible. Cómo describir tamaña maestría después de haber estado chupando nabos desde hace centurias. Es como si el mismo diablo te chupara la polla. He escuchado hablar de otra diosa de la felación, con la que solo ella se ha atrevido a entablar combate. A parte de esa, no creo que haya otra que lo pueda hacer igual porque mejor es imposible.
No quiso acabar mi tormento allí, así que me pidió que la siguiera a su alcoba.
-Pero secate antes hombre, que no quiero que pilles un resfriado por mi culpa.
-Total, si al final me vas a comer. Ahora no me importa ni la muerte.
-¡Qué exagerado! Además, a lo mejor no te como.
-Sí, cómeme, cómeme.
-Tonto.
Con suavidad me depositó sobre su cama y comenzó con otro francés aún mejor que el anterior, pero esta vez se colocó de tal manera que su más divino tesoro se encontraba al alcance de mi boca. ¿Cómo despreciar un manjar tan suculento? Lentamente la comencé a saborear. Un elixir de dioses manaba de su sexo, pero lo únicos gemidos que se escuchaban en la estancia salían de mi boca. A pesar del estado de éxtasis en el que me encontraba pude reconocer que la música que nos acompañaba era la misma que yo había anotado años atrás en un pergamino, donde un grupo de intrépidos caballeros proponíamos la música con la que nos gustaba follar. No puede ser, su magia no puede ser tan poderosa, es imposible que hasta ese ínfimo detalle no haya escapado a su atención. Claramente estaba perdido. Conocedora de todas mis artes y mañas, mi capacidad de sorpresa era nula. Estaba completamente a su merced.
Entonces cumpió con una de sus amenazas. Frío Calor. Era lo único que me faltaba. ¿Que qué es frio calor? Buena pregunta.
Sarah se subió a mi grupa como gran amazona. Estaba dispuesta a hacerme una gran demostración hípica, pero el caballo era yo. Segura de sí misma colocó a Excalibur en las mismas puertas de su corazón como pensando: si me quieres matar, ahora puedes, si no, seré yo quien acabe contigo. Un sudor frío bajó por mi frente en esos interminables segundos. Tenía la victoria a mi alcance. Sería recordado como un gran espadachín. El Caballero del Dragón. Luego recordé que no era santo ni me llamaba Jorge. Había que reconocer que tenía valor la amazona. Un breve empujoncito y la espada hubiera entrado hasta la empuñadura. Entonces la enfundó para que no pudiera herir a nadie y comenzó a cabalgar encima mía. De vez en cuando se arqueaba hacia mi para poder besarme. Solo quien la haya besado puede saber cómo lo hace. Hay cronistas que han descrito sus besos como besos de novia. Eso podría ser sólo en el caso de que tu novia sea capaz de besar así. Cierto es que te los crees. Te los crees tú, porque ella es inmune.
Después se tumbó para que ahora fuera yo quién la cabalgara. Yo de rodillas en la cama, ella subió su cadera hasta acoplarse en la mía. Así la visión era turbadora. Podía contemplar su bella sonrisa, sus ojos tipo Preisler, esos pechos que comí aunque no lo suficiente. Su sexo, y mi pene dentro de él. A pesar de que parecía imposible, no paraba de moverse, acompañando cada uno de mis vaivenes, balanceando sus caderas en una danza sin fin.
Su culo pensé. Su culo. Quiero ver su culo mientras le hago el amor. Le pedí que se diera la vuelta y accedió. Como siempre con una amplia sonrisa. Hazme lo que quieras, al final de todas formas te comeré. Supongo que pensaría.
Pero antes quise volver a beber de ella. Me alimenté de su ser y nuevos vigores volvieron a mi cuerpo. De su vientre mana una pocima que cura todas las heridas. Eso sí, no pude arrancar ningún jadeo que la hiciera tener clemencia con mi pobre alma.
Con las fuerzas restablecidas me dispuse a empalarla desde atrás. Pero ni aún así se estaba quieta. ¿Es que no tenía límite? ¿Cómo con un cuerpo tan delgado tenía tanto vigor? Es una reina caballerete y las reinas tienen la sangre de otro color.
-¿Quieres tener una terminación en mi boca?
¿Que si quiero? ¡Qué preguntas tienes mi reina! Querer... quiero, claro que quiero. Conozco tu francés, y, si tengo que morir. ¿Qué mejor que morir en tu boca? Pero no lo he merecido. No me siento digno de tan grande merced. Quizás daría hasta mi vida por terminar en tu preciosa boca, con esos labios carnosos y esa lengüecita traviesa. Tu boca es el templo del amor. Sin duda el lugar más sagrado del Universo. Todo eso fue lo que pensé, pero no fue mi respuesta.
-No, prefiero terminar haciéndote el amor.- Si me hubiera escuchado Mourinho estoy seguro de lo que me hubiera dicho: Hipócrita, eres un hipócrita (léase con acento portugués), seguro que si fueras entrenador del Manchester dirías que entrenarías al Málaga. ¿Ves? Hipócrita, eres un hipócrita.
-Bueno, como tú quieras, aquí mandas tú. Yo lo decía porque hay gente que no sabe que hago terminación en la boca, y pensé que a lo mejor te gustaba.
-Sarah...Que soy el caballero Sushi. No hay nada de ti que no sepa, sólo me falta saber si al final me dejarás vivir o me comerás.
-Tonto, ya no te comeré.
El orgasmo con visión panorámica de su culo fue brutal. De todas formas en mi próxima visita, lo merezca o no, terminaré en su boca. Si mi reina me deja, claro está.
Aún quedaba tiempo de otro francesito, pero la idea de sus manos recorriendo mi cuerpo con mi espalda llena de aceite...Umm, echaba de menos aquel tiempo que, la entonces mi lumi favorita (y siempre la llevo en el corazón), me recompensaba después de la batalla con un buen masaje y una buena charla. La conversación con Sarah es estupenda. Antes, durante y después de la batalla. Incluso le sobró valor para encararse con Cronos y arrancarle unos minutos extra para estar conmigo. Mientras abandonaba su reino un tema de Sheryl Crow sonaba de fondo, mientras ella se preguntaba si me habría dado cuenta.

Cuando llegué a la posada a recoger a mi rocín, el posadero me miró como si estuviera viendo al mismo diablo. Quizás llegó a pensar que era el mismo dragón que había adoptado la forma del caballero y venía a llevarse el caballo que el ventero ya creía suyo. Como una broma macabra que dejara claro a los lugareños quien gobernaba en esos territorios.
Tras una serie de vicisitudes me dirigí al Imperio del Sol Naciente donde recuperaría mi orgullo enfrentándome al gran samurai, enemigo que estaba más a mi altura. Al regresar de las tierras de Oriente tras enfrentarme al Uke-Luke, me reuní con mi mentor, el gran mago Tiken-Merlin, con el que bebiendo ambrosía di buena cuenta de mis venturas y desventuras, de esta peligrosa profesión de caballero putero. Allí, en la penumbra de la taberna le relaté como Sarah-Morgana decidió en el último momento perdonarme la vida. Y como ella me confesó que era la única manera que había de romper el hechizo. Ya no volverá a quitar la vida de ningún caballero, pero para evitar que se convierta en dragón de nuevo y arrase las cosechas de los campesinos, seguirá siendo necesario que nuevos caballeros puteros se adentren en sus dominios y sean capaces de sufrir cuantas torturas pasen por su cabeza, algunas de la cuales vengo de relatar.
No quisiera concluir mi relato sin antes dedicar un tema a su majestad la Reina Sarah-Morgana Boquita de Seda. Por supuesto y para no cambiar, de la misma película.
Seasons may change Winter to Spring but I love you, I love you until the end of Times
Comes what may, comes what may, I will love you until my dying day
No te asustes, solo creo que es una buena canción para una chica tan especial como tú [Only registered and activated users can see links. Click Here To Register...]

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THE END ..................Well, to be continued in next posts by the compis>>.

AUTOR: SUSHI