Reconozco que soy un admirador de esta hembra. Desconozco de dónde es – francesa,
no -, pero no le achaco que diga que lo es…yo mi hice pasar, hasta por alemán y no pastor… bueno lo mismo, perro alguna noche fui, pero no alemán...un respeto a rin tin tín!!
Creo que, lo que más me excita de esta mujer, aparte de sus artes amatorias, que visitarla es como recibir de niño un sobre sorpresa…que no sabías si ibas a recibir, el batallón de soldados planos o los tridimensionales.
Me excitaba esperando el encuentro y no saber cómo reaccionaría, a una nueva cita.
La llamé a su móvil colapsado. No, insistí demasiado, quizás dos veces como mucho sin recibí respuesta alguna hasta que un día después recibo un sms suyo. ¿qué raro suena a estas alturas; sms?.
Está claro que, si nosotros tenemos nuestras fijas, ellas tienen los suyos. Así que después de la recepción me aventuré y con cierto éxito horario, logramos concertar cita, no sin antes charlar un poco sobre su vida y la mía…conversación típica de ascensor, por teléfono.
En fin, vamos a lo importante:
Me recibe con una gran sonrisa y me da un abrazo de bienvenida como si volviese del frente de batalla, evidentemente el recibimiento fue mutuo, sería tonto. Nos pusimos de charla un buen rato, mientras me trataba y miraba como si fuésemos novios...jod**, hasta parecía ilusionada.
Después de un rato agradable, nos pusimos en marcha, no podía perder la oportunidad que se me presentaba, ya desnudos, nos aseamos juntos y sin tiempo que perder entramos en acción.
Os aseguro que no ha cambiado nada en cuanto a su disposición amatoria. No voy a extenderme porque sería repetirme una y otra vez, como un disco rayado.
Ha estado sublime…miedo me da, conociéndome, volver a visitarla…bueno, ¿miedo?, excitación más bien por abrir de nuevo, el sobre sorpresa. Me pone cachondo pensarlo, hasta que me salgan los soldados planos y el
próximo comentario sea para despotricar…
PD. Lo que no logro entender es, porqué se busca “despachos” tan complicados…con el tiempo que ha pasado aquí. Cuando es un piso patera, es una calle comercial, a otra que se las trae, para aparcar.