Me contesto yo mismo.
Voy a verla por la tarde para quedar por la mañana.
Está en Madre Sacramento, junto a otras chicas.
Es bajita.
Para mí es mayor que los 24 años, cara envejecida.
Buen cuerpo, pero es bajita.
La llamo al día siguiente por la mañana, como quedamos, y me coge el teléfono otra persona que me dice que me está esperando. Bien.
Llego allí, me abre una morena interesante. Le pregunto quién es. Me dice: "La que abre la puerta" (¡Eres mu tonta!, pienso yo).
Me mete en la habitación donde me recibió la tarde anterior. Espero y aparece una sudamericana mulata, que me ofrece la cara para un par de besos (oculta los labios [otra que no quiere clientes]).
Le digo: "¿Quién eres tú?". "Yo soy Laura".
¿Cóoooooomoooooorrrrrrrrr?
"Contigo no he quedado".
Música de Benny Hill, pienso yo (si llega a estar aquí Tuercas borda la historia).
"He quedado con Laura malagueña". Sale de la habitación, se oye murmullo y al cabo del tiempo aparece zombie la Laura malagueña. ¡Estaba dormida!
Le digo que no está en condiciones y me marcho (mucho más fea que la tarde anterior).
¿Volveré a esta casa?
No.
¿Razones?
1) Oscuridad
2) Un olor penetrante (no agradable, además) que se queda en la ropa y en la carne.
3) Falta de seriedad, poca implicación (en la atención), personal poco atractivo...
Aclaradas las dudas.
|