Como hay pocas experiencias de esta chica, paso a compartir mi experiencia reciente con ella, espero que os resulte interesante.


NOMBRE DE LA CHICA: Violeta
LUGAR: Apartamentos vértice en bormujos
WEB/ANUNCIO: [Sólo los usuarios registrados pueden ver los enlaces e imágenes. ]
TELÉFONO: 662588837
EDAD: Yo le echo unos 26 o 27 años
FECHA DE LA EXPERIENCIA: En el presente mes de Julio
TARIFAS: Tiene varias tarifas, económicas, yo elegí una hora 60euros con final manual (no ofrece otro final)
VESTIMENTA: Me recibió en un vestido muy ajustado y tacones.
¿TATUAJES/PIERCINGS?: Un tatuaje muy discreto en la cadera
¿FUMADORA?: No lo noté
DESCRIPCIÓN DE SU FÍSICO: Las fotos son 100% reales, tanto de ellas como de la habitación donde trabaja. Nadie va a salir defraudado, lo que se representa es lo que hay ni más ni menos.
INSTALACIONES: El apartamento está en una zona discreta, sin portero, puedes entrar con las indicaciones de la chica, te abre desde su apartamento. Casi nunca te cruzas con nadie. El apartamento de la chica es aceptable, está bien decorado y crea ambiente.
DURACIÓN DEL SERVICIO: una hora.
FRANCÉS: No lo hace.
GRIEGO: No lo hace.
BESOS/MORREOS: Si.

¿CHICA RECOMENDABLE?: Recomendada para personas que les gusta las chicas muy menuditas, de piel morena, con melena morena también. Un cuerpecito apretado y muy fino. Interiormente es una chica que agrada y se implica para que estés cómodo en todo momento. Me dio la sensación de que se toma su trabajo muy en serio. Punto a favor para ella.

LO MEJOR DE ELLA: Es muy simpática, agradecida, implicada, y tiene un cuerpo precioso, una piel muy suave y bonita, y unas proporciones muy bienas tirando a delgadita. Un culo y un sexo divino.

LO PEOR DE ELLA: Me la imaginé más guapa, de cara no me pareció tan bien como el resto del cuerpo.

VALORACIÓN DEL SERVICIO: 8
VALORACIÓN DEL FÍSICO: 8
CONVERSACIÓN: 6 (Aclaración: No soy muy hablador, aunque no me sentí violento en las pocas charlas con ella, es muy simpática)
IMPLICACIÓN GENERAL: 8

EXPERIENCIA DETALLADA: Vi su anuncio por milanuncios y viendo que no habia muchas experiencias, y que la chica me atraía en sus fotos, decidí hacerle una visita. La llamé un día al casi fin de su jornada laboral, y quedamos para el dia siguiente ya que no daba tiempo para un servicio completo de una hora. Al dia siguiente, hora acordada, me dirigí al apartamento que ya conozco bien y me abre una chica morena, bronceada, recién duchada y con un vestido muy ajustado de flores, que le sentaba como un guante.

Me invita a pasar, me pide que me desnude en la habitación tras acordar el tiempo y el masaje, y me da una toalla para que me duche. Mientras lo hago, ella ha terminado de preparar la habitación y me espera en ropa interior. La luz es muy tenue, pero se adivina un cuerpo fantástico entre las sombras. Lencería azul celeste con tanga. Me tumbo en el futón del suelo y la observo desnudarse. El cuerpo me convence y empiezo a disfrutar de un buen, pero buen masaje relajante. Se ceba con mis pies, cosa que me encanta, sus manos, suaves y cálidas, recorren piernas y glúteos, luego espaldas y hombros.

Boca abajo todo muy relajante y natural. Me pide que me de la vuelta, y entonces el masaje cambia, ahora la chica que me convencía de relax, se transforma en un cuerpo de infarto que frota contra mi cuerpo una y otra vez, sus pechos, sus piernas, su sexo.

Observarla refregarme sus pechos por mi sexo, con el culo bien abierto, ese culo divino, fue un gran placer. Mis manos tocaron todo su cuerpo, probaron su sexo, muy bonito y muy fino, perfectamente rasurada. Tocaron su ano, sus nalgas, sus caderas. Pude deleitarme tocando, ella te da permiso y no tiene ningún problema. Siempre con delicadeza, me prometí.

Tras unos minutos de roces y presiones, se sienta a mi lado y comienza a dos manos a masturbarme. Arriba y abajo, girándo las muñecas en sentidos opuestos, volviendo a subir, volviendo a girar, volviendo a bajar. Te mira a los ojos, desea tu leche, y tu deseas dársela.

Es una batalla perdida y acabas rindiéndote al placer. Acabas corriéndote y ella no le hace asco, toma unas toallitas y te limpia muy bien y con delicadeza. Su atención hacia ti no merma, ni siquiera en el punto final. Se tumba a tu lado y te pregunta cómo estás y qué te ha parecido. Le contestas que acabas de subir al cielo, y que estás cómo para echar otra jornada laboral de 12 horas sin descanso, es decir, como nuevo.

Te aconseja como levantarte, se preocupa de que no resbales con todo el aceite, me permite otra ducha con una esponja desechable y no te mete prisa en ningún instante.

Prepara café, pero no ofrece. Charla con su compañera (la que imagino Coral y que no acabé de ver en ningún momento). Último intercambio de palabras y piropos, dos besos y final de la experiencia.