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Celebro que te hayas identificado con lo que he escrito. Uno siempre va hacia donde le dan cariño, e intenta evitar las coces. De españolas he recibido más coces que caricias, por lo tanto, persistir en recibir más coces no hubiese sido inteligente por mi parte. Busqué otros horizontes. Viví diez años en Brasil y.............................Bufffffffff! No tengo palabras para describirte lo que he vivido en ese país. Siempre que puedo me escapo allá para visitar a mis amigos y amigas. Las brasileñas nada que ver con las españolas, en lo que es trato, sensualidad, feminidad, placer....Habrán españolas más bellas que brasileñas, eso es indiscutible, porque hay españolas muy bellas. Pero a diferencia de las españolas, que cuando abren la boca para mi la cagan, las brasileñas son una delicia escucharlas y más aún follarlas. Encantadoras, divertidas, simpáticas, juguetonas y calientes a más no poder. Les gusta el sexo y lo proclaman. Son lo mejor que me ha ocurrido en la vida, por eso siempre las respetaré. En la actualidad vivo en Madrid y suelo visitar a prostitutas brasileñas. Simplemente me tiro unas dos o tres horas con ellas riendo sin parar y jugando mucho. Habiendo conocido Brasil, lo que más me ha jodido fue descubrir que me he pasado mi adolescencia y primera juventud en España a base de pajas, perdiéndome ese paraíso de placer que es Brasil. Es la amargura que me ha quedado, porque si volviese a nacer de nuevo, hubiese elegido Brasil solo para haber podido disfrutar de la vida en mi adolescencia y primera juventud. Ellas son encantadoras. Están echas de otro polvo de estrellas.
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