Cuando asistimos a una casa y nos prestan un buen servicio, creo que lo suyo es decirlo.
Pero cuando te engañan, esto es, vas allí movido por una información falsa, creo que hay que decirlo también. Más que nada para evitar que a otros les pueda ocurrir lo mismo y se sientan estafados.
Me pasó hace pocos días con una casa de la calle María Zayas de Madrid, por la zona de Tribunal.
Bien. Si buscais en una conocida web de anuncios, en la sección de contactos al colocar la clave de búsqueda "colegiala" os aparecerán estas dos fotos:
Llamé al teléfono que indica el anuncio y le pregunté varias veces de forma insistente a la chica que si realmente era ella la de la foto, y si era así como me recibiría. El sí fue rotundo en todos los casos.
Llegué a la casa y me recibe una señora de unos 40 años o así, ataviada con el clásico camisón de lumi. En la puerta le pregunto que si es María. Me dice que sí. Cuando estoy a punto de volverme me dice que pase, que se va a preparar.
Yo ingenuo de mi, pensé que es que las fotos eran de algún tiempo. Bueno. Imaginé que se vestiría de colegiala para la ocasión. Nasti de plasti. Además, ya que estaba... me daba un poco de corte irme. Total, que me quedé, pagué, y eche un polvo clásico donde los haya, sin morbo alguno.
Lo dicho. Si contactais con esta señora, olvidaros de ver a una colegiala jovencita y traviesa, porque lo que os encontrareis es a una persona entrada en carnes y edad. Muy respetable, pero nada que ver con las fotos.
Consejo. Si vais allá embargados por la emoción de encontraros con con algo que os habían prometido, al llegar a la puerta encontrais algo bien distinto, no os lo penseis: dar media vuelta e iros por donde vinisteis.