Samira/Aitana 641845220 - 643828949

Nombre de guerra: Samira
Nacionalidad: Se describe como una mezcla de española y árabe
Forma de Contacto: whatsapp
Web profesional: https:
Fecha aproximada: XXXXXXXXXXXX
Lugar: C/Puerto Rico (Metro Colombia)
Instalaciones: agradables y confortables
Higiene: 10
Precio: 80 eur una hora - 60 media hora/
Edad: 22
Cara: Muy guapa. Una mirada muy especial.
Pelo: oscuro
Cuerpo: hermoso. Armónicamente menuda.
Pecho: 10
Culo: 10
Piercings y tattos: no recuerdo
Actitud: muy implicada, natural, simpática y cercana
Conversación: Muy fluida y vivaz
Besos: no
Fuma: no creo
Francés: no (pero lo ofreció, con preservativo, como posibilidad)
Forniqueo: no
Griego: no
Lo mejor: Todo
Lo peor: Que concluyera y tuviera que irme.
¿Repetir?: Seguro que sí
¿Recomendable?: Sí, pocas experiencias tan buenas he disfrutado
Valoración global de la experiencia: 10

RELATO

Vi su anuncio en Nuevo loquo, y la intuición me dijo que sería una grata experiencia. Me equivoqué. No imaginaba que pudiera ser tan tan buena. A veces, la vida te sorprende para lo bueno (en este caso, lo mejor)

Muy pocas experiencias tan buenas como la que disfruté con Samira. Desde un primer momento, ya sentí una buena sintonía, y confianza. Si hay algún caso en el que sientes una cordialidad y amabilidad que te hace sentir como si estuvieras en una clínica dental, en este caso sentí todo lo contrario. Es algo que ya percibes desde el momento que las miradas se cruzan por primera vez. Percibí enseguida que Samira era pura naturalidad y simpatía vivaz. Es la sensación a la que aspiras en estas circunstancias, esa ilusión de grata, dulce, cariñosa y chispeante intimidad.

Existía la posibilidad de compartir una ducha erótica juntos, al principio o al final. Opté por comenzar con la ducha, y la verdad que no recuerdo, en estas circunstancias, haber compartido una ducha erótica tan placentera. Hubiera estado acariciándola durante horas. En un momento dado, me dijo si quería que ya saliéramos para iniciar el masaje, pero quise degustar algo más de tiempo la tersura de su piel. Una singular sensación de intimidad, como si no fuera la primera vez.

El masaje fue magnífico, empezando por los pies, recorriendo mis muslos, mi culo, la espalda, frotándose con sus pechos. Y dijo que me volviera. Difícil describir cuán placenteros fueron esos momentos, acariciándonos mutuamente, mientras nuestras miradas se adherían en el espejo. Reconozco que en un primer contacto, en ocasiones no me siento muy suelto, y cuando llega el momento de la relajación manual, aunque esté excitado, puedo cohibirme (como en la situación precedente con otra masajista, aunque en ese caso ni excitado estaba). Pero este no fue el caso. Tardé bien poco en eyacular mirando a esos hermosos ojos. Fue tanta la excitación que, aun quedando bien satisfecho, la seguí sintiendo durante las siguientes horas y al despertar del día siguiente. Una sensación que rara vez había sentido antes.
Así que sin duda repetiré con entusiasmo.