Adriana masajista española 602448464

Nombre: Adriana

Teléfono o forma de contacto: 602448464
Anuncio: [Sólo los usuarios registrados pueden ver los enlaces e imágenes. ] y Milanuncios.

Tarifas: 70€ Masaje relajante – Sensitivo con relax manual. En Tanga
Edad: Se anuncia con 27, parece que incluso menos.

Nacionalidad: Española

Estatura: 155-160
Peso: 45-50 kilos
Pecho: Pequeñito: 85-88
Culo: En su punto, ni duro como una piedra ni fofo.
Rostro: Atractiva.
Cuerpo: Delgado.
Valoración física: 9
Valoración servicio:9,5
Trato: Inmejorable. 10.
Instalaciones: Muy buenas, ofrece ducha con todos los servicios tanto el gel mono dosis, como las esponjas tipo hospital, como las zapatillas a estrenar.
Ubicación: Zona Manuel Becerra, cerca del Centro Municipal de Madrid Salud
Relato:
Con la fe en las masajistas eróticas casi perdida, dos recientes experiencias muy satisfactorias, ésta y otra pendiente de publicar en Castellón, vuelvo a buscar masajistas eróticas, con preferencia por las masajistas españolas, encuentro un anuncio en Milanuncios, que me hace buscar por el número en Google, y descubro que la chica, con el mismo nombre, se ha anunciado recientemente en Slumi, la escribo via mensaje, tarda un poquillo en contestar pero una vez me da la información y respondo con un cierto interés la conversación se hace mas fluida, en plena expansión de la histeria del Co-Vid decido que es el día indicado de hacer un I+D+I, no encuentro reseñas de la muchacha, y cierro la cita en horario taurino.
Me da la dirección exacta pero a falta del piso, cuando llego, es un portal de un edificio antiguo del barrio salamanca, con cierta reforma, y comienzo a levantar las orejas, temiendome lo pero, pero las suspicacias desaparecen nada mas entrar en el piso, completamente reformado, muy acogedor y muy limpio.
Me conduce hasta una habitación que se compone de tatami y camilla, como la he pedido un masaje de una hora, me indica que por mi comodidad lo hará en el tatami, no suelo ser muy pijo con ese tema y le digo que donde ella esté mas cómoda, entiendo que mi envergadura puede ser un poco complicada y suelo dejar abierta la opción camilla.
Con una dulzura y encanto, muy natural, me ofrece pasar a la ducha, acepto de mil amores, llevo todo el día sentado, una vez desnudo, sólo cubierto por una toalla, me da una bandeja de mimbre, que contiene unas zapatillas desechables, dos monodosis de gel de baño y una esponja jabonosa, me recomienda usarla para el después que me ayudará a retirar los restos del aceite, he de añadir que posiblemente el aceite que usa sea una mezcla de aceite de Nuru.

Regreso a la habitación del tatami, me indica que me tumbe, pone música relajante tipo zen y comienza con ligeras presiones sobre los cuerpos musculares, acariciando al mismo tiempo, explora mi cuerpo, trata de buscar posibles dolencias por sobre carga, con mucha discreción me pregunta por el tipo de trabajo que tengo, y sin entrar en detalles le comento, ella busca contracturas en zona cervical y dorsal.
El masaje es bueno, no intenso, las caricias iniciales te invitan a la desconexión psíquica, y esto es algo que llevaba tiempo echando de menos, no busca los puntos sexuales, juega con el erotismo y la sensualidad, juega con el roce casual tanto de sus manos con tu cuerpo como de sus pechos, mas bien sus pezones, con el tacto de tu piel, provocando que la mente se active pero no genera la excitación sexual directa.
Opté por el masaje receptor total, es decir, me abstuve de tocar su cuerpo, y eso que ella misma te invita ello en determinados momentos del masaje, su piel es suave, a la vez que tersa, tiene pinta de cuidarse tanto en alimentación como en estilo de vida saludable. Con eso añado que no tiene pinta de fumar.
Cuando llegamos a la relajación manual, es paciente, no le importa estimular con paja lenta, ofrece un lingam de los buenos, de los lentos e intensos, y eso que le puse un poco difícil el tema con el control de la respiración, ella a lo suyo y a lo mio, un 10 en esta parte.

Había perdido la fe en las masajistas eróticas, porque son pocas las que ofrecen el masaje relajante sensitivo de verdad, y he de decir con gran satisfacción que, Adriana cumple los requisitos para ello.
Totalmente recomendable.
Para repetir.
Los Domingos no trabaja, bueno salvo cita previa.



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