Piso Zona Chamberi, Bilbao, 666818910

Truhanes, señores:

Permitidme prestar a la comunidad otro humilde servicio. He aquí un nuevo i+D.

+ Nombre de guerra: Lucía.
+ Nacionalidad: Venezolana.
+ Forma de Contacto: 666818910. [Sólo los usuarios registrados pueden ver los enlaces e imágenes. ].
+ Hilo profesionales: -.
+ Web profesional: -.
+ Fecha aproximada: Junio de 2017.
+ Lugar: Calle Cardenal Cisneros, cerca de metros Quevedo y Bilbao.
+ Instalaciones: Antiguas pero suficientes.
+ Higiene: La de la chica, muy buena. Puso una sábana limpia (no desechable) sobre la cama. Nada que objetar.
+ Precio: 50€ la media hora.
+ Edad: Dice que 35. Yo me lo creí, pero no puedo asegurar que no tenga alguno más.
+ Cara: Guapa, sin ser de extraordinaria belleza. Arquetípica de una 'milf', con morbo. 8/10.
+ Pelo: Rubio (imagino que teñido), lo llevaba recogido de una forma bonita.
+ Cuerpo: Bajita, pero bastante bien, muy proporcionada. Cuando la vi de pie, impresionante, pero cuando me cabalgó, aprecié que tiene un poco de grasilla en la tripa. No está gorda en absoluto, pero no tiene el vientre plano de las fotos. 8.5/10.
+ Pecho: Operado y precioso a la vista. Al tacto, se aprecia alguna inhomogeneidad, alguna zona más dura. 8.5/10.
+ Culo: Muy bonito, un equilibrio perfecto entre turgencia y tonificación. 10/10.
+ 'Piercings', tatuajes y abalorios: Ninguno.
+ Defectos corporales: -.
+ Veracidad de las fotos: Media tirando a buena. Como comentaba, no está tan estilizada.
+ Actitud: Extraordinaria. 10/10.
+ Conversación: Agradable.
+ Besos: No los busqué.
+ Fuma: No tuve ningún indicio.
+ Francés: Le pedí que fuera con preservativo. Muy bien, se implicó mucho.
+ Coito: Muy bien. Lo hizo con ganas, con iniciativa y se adaptó a mis preferencias. Tiene el chochete estrecho, lo disfruté enormemente.
+ Griego: No pregunté.
+ Lo mejor: Su físico y, sobre todo, su implicación. Lo explico en la experiencia.
+ Lo peor: Piso viejuno, pero ya digo que las condiciones higiénicas que yo encontré fueron buenas.
+ ¿Repetir? Sí, lo haré probablemente.
+ ¿Recomendable? Sí, sobre todo si buscas una 'milf' que esté bien conservada.
+ Valoración global de la experiencia: 9/10.

Me veía no ya asediado, sino incluso asaltado por las dudas. ¿Y si dejo definitivamente el puterío? "¿Tienen pastillas para no soñar?", rezaba Sabina. ¿Por qué no salgo de fiesta e intento amancebarme con una civil y sentar la cabeza en un lecho de convencionalismos? Así traté de hacerlo un viernes por la noche, y ya podéis imaginar, ah, perspicaces puteros, el desenlace de la historia: el sábado ya me estaba yendo de putas. Tuve que elegir, y creo que lo hice sabiamente, entre el vicio y la desidia.

Estuve buscando en Slumi y di con un anuncio que me sedujo por cuestiones geográficas. Llamé, me cogió Lucía a la primera y, con mi vocecilla aflautada, concreté la cita. Me planté al poco allí, cuando el barrio, allende sus arterias principales, sesteaba. Esa franja horaria me complace particularmente para irme de putas: siendo ésta una actividad prácticamente espiritual para mí, el sosiego me predispone al paladeo de los sublimes placeres. Entiéndase, a follar.

Tras una pequeña confusión con las escaleras (hay que tomar el ramal izquierdo), me abrió la susodicha. Me llevé una grata sorpresa encarnada en dos tetones magníficamente puestos y una cara agradable. Me presentó a otra chica más joven que no consiguió hacerme dudar.

Ya a solas con ella, se empezó a disipar el dilema existencial del que hablaba, mis queridos puteros. Esta señorita rezuma vocación. Agradable en todo momento, implicada extraordinariamente en un francés que le pedí con preservativo, amazona en la cabalgada, estrecha en una anatomía que me hizo gozar enormemente. A este respecto, tuve que detenerla en un par de ocasiones para posponer lo inevitable.

Pero lo que distingue positivamente a esta profesional de la gran mayoría con las que he yacido estaba por venir. Cuando confesé que me hallaba gozosamente extenuado y que estaba prácticamente seguro de que no podría repetir en media hora, se mostró escéptica y me invitó a intentarlo. ¿Cómo no concederle el beneficio de la duda? Pese a que acabó dándome la razón, no podría haberse involucrado más en su tentativa de resucitarme con un francés.

Un físico que da la talla y unas insuperables actitud e implicación. Ése es el mensaje, eso es lo que os traigo.

Y recordad, puteros: hasta Hugh Grant, a precio de un escándalo, requirió el más sucio vicio de una puta. Vale.

Fotos:

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