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Teléfono: 632836800
Dirección: Calle Antonio Zamora
Precio del servicio: 60 euros por una hora.
Como veo que no hay hilo de esta casa lo abro a continuación.
Hace un par de días vi el anuncio publicado en internet, me fije en una chica llamada Yasuri, me llamó la atención sus fotos y me decidí ir porque tampoco me pilla lejos, llamé y me dijeron que los precios eran 40 euros media hora y 60 euros la hora. Además me dijeron que me lo iba a pasar bien. ¡Ja!
No es difícil encontrar el sitio ya que es un portal blanco, ya os digo que aparcar por ahí es difícil, así que id en transporte público si os es posible. Cuando llego me recibe la que creo que es la encargada, apenas cruce unas palabras con ella porque iba como una moto, todo lo que me dijo es que ya venían las chicas. Creo que solo hay dos habitaciones, a mi pasaron a la que está a mano izquierda, la decoración es de lo más cutre con un radiador, paredes de ladrillo blanco, las puertas son como biombos lo que te da poca privacidad, y una lámpara con una bombilla roja. Y además eres muy alto ten cuidado con la cabeza porque te vas a dar un buen golpe. Todo cutre y algo claustrofóbico. En la otra habitación había un tío que hablaba en voz alta y hacía que todo fuese menos personal. Un minuto después se presenta Yasuri es una chica de piel tostada, pelo rojizo y un poco gordita. Mi primera idea es que no se parece mucho a la chica de las fotos. Me pregunta qué cuanto voy a estar y que no hace griego, le digo que estaré una hora y nada más. Le pago 60 tacos y en poco tiempo vuelve y nos quedamos tal y como vinimos al mundo, desnuda pierde mucho sus tetas son pequeñas y tiene dos tatuajes con nombres, uno en el pecho y otro en la espalda. Por lo menos el culo está bien, se lo deja tocar al igual que su entrepierna. Sonríe y nos tumbamos en la cama, me empieza a besar con picos y apenas te acaricia, incluso a veces te aparta la mano cuando la vas a acariciar. Me pajea y le digo que haga el francés, algo que hace muy bien, pero tarda poco en volver a agarrártela. Para agarrármela estoy yo. Me doy cuenta que tiene poca implicación y poca imaginación a la hora de adoptar diferentes posturas. Sonríe mucho para disimular. Para colmo me dice que hay que acabar porque espera a un cliente, ¡solo habían pasado unos cuarenta minutos! Cabreado por cómo van las cosas decido vestirme y marcharme sin mirar atrás.
No fue una buena experiencia todo es atolondrado, mal organizado y creo que poco limpio. 60 euros a la basura. Que me divertiría allí dijeron, he visto peleas de monos tirándose plátanos más divertidas que esta casa. Desde luego no volveré.
Perdonad si me he extendido un poco.
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