Mireya [Sólo los usuarios registrados pueden ver los enlaces e imágenes. ] puede resumir en una sola palabra: IMPRESIONANTE.
Desde el momento en que contacté con ella y le escribí, me pareció una chica encantadora. Decidí llamarla para poner voz a aquellas palabras que leía, y me gusto más aún. Goza de una voz segura y envolvente, tiene claro que para funcionar en la cama tiene que haber química entre las dos personas y me convenció aún más de concretar mi cita con ella. En el momento de encontrarnos parecía algo vergonzosa, pero entre sus palabras y esa mirada que vuelve loco a cualquiera, empezó a haber buen rollo. Ella decidió besarme, sus labios carnosos y rosados dan unos besos que no hubiese querido parar en ningún momento. Empezamos el tema y ella me desnudaba mientras me abrazaba y me besaba de una manera que yo me sentía en la gloria.
Desde el momento en que fuimos a la cama me dejo con la boca abierta. Esa chica tierna se convirtió en toda una fiera, me besó de arriba abajo, pasando su lengua por todo mi cuerpo. Me hizo un francés que en mi vida me la habían comido de esa manera, tanto que me tocó decirle casi al minuto que parara porque si no me correría, y no quería porque quería disfrutando de ella. Se montó encima de mí y el movimiento de esas caderas era
Imparable, mientras tocaba sus pechos hermosos y me miraba a los ojos. Esta chica me estaba haciendo disfrutar tanto que no quería que se fuera, por lo que en ese momento decidí quedarme mas tiempo con ella de lo que había acordado. Conversamos de todo un poco y volvimos a la historia. Flipé con sus pechos, sus curvas, sus piernas, el cómo se mueve, el cómo besa...Se subió encima mío y me bajo del cielo en el encuentro que tuvimos.
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