Hola a todos. Iba a abrir un hilo nuevo contando esta experiencia porque por el teléfono no sale nada, pero al buscar por nombre mira por dónde aquí hay abierto uno pidiendo experiencias. Aquí va la mía.
No me prodigo mucho escribiendo en el foro, aunque os sigo bastante. Voy poco de lumis, de modo que tengo muy en cuenta vuestras opiniones a la hora de decidirme. Sin embargo, ayer tuve un calentón y quedé con una chica que, aunque no tenía referencias en este foro, me llamó la atención. Y me animo a contaros la experiencia a modo de I+D.
Bien. Su anuncio es éste: [Sólo los usuarios registrados pueden ver los enlaces e imágenes. ]
El piso "céntrico" está por Francos Rodríguez. Es verdad que el metro te deja casi en la puerta, pero vamos, que de céntrico tiene poco. Yo trabajo por Gran Vía y pensaba ir andando, pero claro, lo descarté. Me recibió con unos pantaloncitos cortos ajustados y un top negro de lo más interesante. No es tan alta como puede parecer en las fotos, pero no es bajita ni mucho menos. Estatura normal. Y está buenísima, sí, aunque ya sabemos que en este terreno cada cual tiene su opinión. El pecho es natural y no muy grande, de tamaño medio.
Me llamó la atención que tiene grandes tatuajes y en el anuncio no se ve ninguno. Me dijo que los había borrado con Photoshop porque claro, sería muy reconocible. En el anuncio pone que te da un poco de charla al principio, pero la verdad es que va bastante al grano, ofreciéndote enseguida la ducha. Ella dice que es tímida, lo que no corresponde con lo que pone en su anuncio.
Es brasileña. La habitación de juegos está nada más entrar a la izquierda y me dijo que empezara a desnudarme. Hay un colchón sobre el suelo con un edredón estampado. Parece limpio, pero eché de menos que lo cubriera con una sábana. No es borde y siempre tiene una sonrisa, pero al principio no me sentí demasiado "acompañado". Yo me quedé despelotando y ella se fue a abrir la ducha. Me trajo una toalla verde y me fui al baño con la toalla a la cintura. Pensaba que nos íbamos a duchar juntos, pero eso es imposible. La ducha es muy pequeña, a modo de columna de hidromasaje y sólo cabe una persona. En el baño también eché de menos una alfombrilla (pisas directamente sobre el suelo) y unas chanclas desechables. Ella me esperó en el cuarto y cuando llegué (dejé un rastro de huellas por los pies mojados por todo el pasillo) me tumbó directamente en la cama y me empezó a masajear la espalda. Supuse que ella ya estaría lavadita (y la verdad es que no encontré ningún inconveniente en ese sentido).
Me preguntó cuánto tiempo quería y ella misma me sugirió que lo viéramos sobre la marcha. Como el masaje no era gran cosa y ya tenía a mi "amiga" pidiendo guerra, me di la vuelta y empezamos a besarnos. Aquí ya empezó a ser más caliente. Besa mucho y bien. Le encanta que se lo coman y confirmé que al rato de estar ahí comiéndoselo subió un peldaño en su implicación, que ya era buena, buscándome ella a mí la boca para besarme. En ese punto de ebullición, te acaricia, te mesa el cabello, te abraza, se pega a ti, se nota que quiere disfrutar contigo. Hace un francés rico, muy húmedo, alternando manos con sólo movimiento de boca. Por supuesto, no le puso pegas al 69 incluso conmigo encima. Después hubo misionero, ella encima, a cuatro patas... Tiene un culo soberbio, señores, firme, ni un gramo de celulitis, tremendo. El griego me dijo que lo podía intentar, pero que no era su especialidad. Finalmente me corrí en su cara a petición mía. Me dijo que no quería nada en la boca y que tuviera cuidado con el pelo a la hora del disparo, por lo que decidí que mejor me la manejara ella a la hora de estallar. Sólo le advertí de que ya me corría y ella con su mano lo dirigió todo. A pesar de todo, tomó algo en la boca y lo soltó. Después ya no quiso seguir jugando con mi "amiga". Reconozco que el polvo estuvo muy bien e incluso creo que ella lo disfrutó. Fue muy caliente y ella se implicó mucho. Me sonrió y se fue a lavar. De nuevo, me dejó algo desangelado limpiándome con toallitas y cuando volvió le pedí ducharme otra vez. Estuvo muy atenta acercándome la toalla y me dejó solo vistiéndome mientras ella hablaba por teléfono con un amigo.
Acabé de vestirme y la estuve esperando un rato para pagar. Debería vigilar este detalle, porque con lo cerca que está la puerta de salida, alguno podría escaparse. Al volver me cobró una hora, aunque habíamos estado 45 minutos, pero bueno, yo no le dije nada. Quizá alguno de vosotros, con más tablas, le hubiera regateado y con razón, pero lo cierto es que aunque el piso tenía algunos contras en limpieza y ella peca de tímida, en faena fue un volcán y me hizo disfrutar bastante.
Su teléfono, por si borran el anuncio, es 609183461. ¿Repetiría? No, porque como voy poco de lumis, prefiero catar más mujeres, pero SÍ la recomendaría.
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No, en absoluto me importa. Me cobró lo que pone en el anuncio por una hora: 100. Si estás media hora, 70. Por eso digo que al haber estado tres cuartos, podría haberle regateado 15, pero bueno, pequé de pardillo. Además, la verdad es que cuando me fue a cobrar me preguntó, en el mismo tono tímido que tiene fuera de la cama: "¿100 te parece bien?" Y voy yo y le digo que vale
Por cierto, que no sé si este hilo estaría mejor en Acompañantes (Madrid), al haber ya una experiencia. Bueno, los sabios moderadores sabrán lo que hacer.
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