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SUSANA PLANET. Peor experiencia del 2006

A continuación relato la que fué, con diferencia, mi peor experiencia en el año 2.006.

Había visitado diversos pisos de Susana desde el año 1993 en la calle Cartagena y en especial el de la calle La Verónica, enfrente del Bingo. Al actual emplazamiento del “Templo” en la Plaza del Pilar no había ido todavía.

Sucedió a finales de Noviembre. La tarde anterior había tenido un plantón por parte de una profesional independiente y decidí para quitarme el “mal rollo de encima”, darme un “homenaje” en el “Templo” habida cuenta de los comentarios positivos que había leído.

Me gustaba Cintya por las fotos de chica de Noviembre, así que llame esa misma tarde/noche para ver si estaba, me informaron que esa noche se encontraba indispuesta, pero que al día siguiente, estaría sin problemas, y si era a primera hora de la mañana mejor.

Entré a S.P. pasadas las 11,30, me atendió una encargada y me dijo que Cintya no estaba, que había salido. Le dije que ya que estaba que me pasara a las chicas y me ofreció una copa que acepté. El cubata llegó antes que las chicas, que fueron pasando con intervalos de tiempo (no todas seguidas, supongo que como era pronto se estaban arreglando todavía). Una vez pasaron las seis chicas, vino la encargada y le pregunté que si dos en concreto que me gustaban, realizaban francés “sin” y besaban. La encargada me dijo que esas precisamente “no”.

Le volví a preguntar que de las cuatro que quedaban que cuales “si” lo hacían, a lo que me contestó que no lo sabía y salió supongo que a informarse. Casualidad que supiera lo que hacían dos pero no supiera lo que hacían cuatro.

Pasados cuatro o cinco minutos, entro Ivana en la habitación, yo no la había elegido, pero como la chica no estaba mal, y ya casi me había bebido el cuba-libre esperando, me pareció mal, llamar a la encargada o incluso marcharme, que era lo que tenía que haber hecho.

Concerté el servicio de 30 minutos/80Euros con Ivana, le pagué por adelantado y ella se marchó a por los cambios. Mientras yo empecé a desvestirme y me metí en la ducha de cabina. En ese momento miré el reloj y eran las 11,45 un poco pasadas. Al poco vino Ivana y se desnudó, yo ya me estaba secando.

Comenzamos la faena con un francés sin y luego ella encima. A lo que estábamos a mitad de servicio “tocaron en la puerta”, Ivana se puso nerviosa y dijo que habían tocado y que tenia que salir. Miré mi reloj y eran las 11,04. La chica no miro reloj ni al entrar ni al salir (debería haberlo hecho), recogió su ropa y “desnuda” salió de la habitación, sin darme siquiera la opción de prorrogar el servicio.

Me vestí y vino una encargada que dijo que no habían tocado pero que se acabó el tiempo, que entré a las 11,30. Tampoco me ofreció prorrogar el servicio, primero le dije que no salía de la habitación, pero al momento comprendí que no quería tener un follón. Vino una segunda encargada y dijo que “no habían tocado en la puerta” y que había entrado a las 11,40.

Cuando salí, en el mostrador de la entrada estaba Javier con un “papel” que ponía las 11,40, éste señor indicó que en Susana Planet “no se llama a la puerta”, como Ivana estaba aún por ahí, comentó que “si habían tocado” y entonces una de las encargadas reconoció que podía haber sido “un roce de alguna de las chicas”, Javier dijo que en cualquier caso se había pasado el tiempo.

Le manifesté mi disconformidad, le di mi versión y le solicité que me reembolsara el importe pagado, a lo que el señor Javier me contestó literalmente “que sabía quien era y que le daba igual lo que dijera en el foro”, le dije que “si tenía una bolita de cristal para saber quien era yo” y me volvió a repetir “que sabía quien era y que le daba igual lo que dijera en el foro”,

Visto que el tema no tenía solución me marché sin que ni siquiera me dieran el ticket del aparcamiento y sin montar ningún follón (aunque como ya he comentado previamente solicité el reembolso del importe satisfecho y le dije soy coyote y qué pasa)

De lo expuesto anteriormente se desprende que Susana Planet falló en:

1. Falta de información por parte de las encargadas.
2. Meter en la habitación a una chica no solicitada
3. Tocar en la puerta cuando el tiempo no estaba vencido.
4. Escapada de la “escort “sin plantear una prorroga
5. Discrepancias entre las encargadas sobre la hora de entrada (que debe ser cuando la chica trae el cambio a la habitación y no antes)
6. No plantear la prorroga las encargadas que me “ordenaron” salir de la habitación.
7. Prepotencia y falta de tacto por parte de Javier, según parece, copropietario del establecimiento.
8. Tras pagar el servicio inicialmente no me dieron el ticket de parking que ofrecen en la publicidad.

En resumen una mala experiencia, de las que no se olvidan fácilmente, incomprensible en una casa que presume ser de “alto standing”.
Sé que no es fácil contar una mala experiencia y que ello siempre conlleva enemistades que además intentan socavar la credibilidad del interlocutor.
Y entiendo a las personas que lo hayan pasado bien, regular o también mal como yo.
Con éste relato no pretendo ofender a nadie sino dar una explicación lo más clara posible de lo sucedido.
Yo fui al Templo con la sana intención de pasármelo bien, disfrutar y como hago casi siempre contaros la XP y menudo follón se organizó.