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Hace unos días, una noche tras volver de una cena, sin ganas de acostarme aún, tiro de pasión y acabo llamándola, atraído por sus fotos a cara descubierta y que físicamente es mi tipo, con tetas naturales, ni gorda ni flaca, media melena... en fin, como se ve en las fotos.
Por teléfono me pareció educada y cercana. No tenía problemas en atenderme en un cuarto de hora, así que fuí andando tranquilamente para su piso, pues estaba cerca. Recibe en Oviedo, por Llano Ponte. Cobra 50 por la media hora y 100 por la hora. La chupa sin goma, según ella hasta el final, aunque hasta ahí no llegué, me corrí follando.
Me abre la puerta, presentación, besos, despelote y directo al baño. Ella ya estaba en lencería y me ayuda con el lavado de bajos, aunque sin ducharse conmigo. Mejor, porque yo tampoco quería entretenerme mucho en el baño. En la cama nos tumbamos juntos y empezamos con las caricias y los juegos. Los besos me los evita, dice que con lengua nada, aunque luego me besa en el cuello, la oreja y demás. Se baja al pilón y me la chupa con cara de vicio, aunque la chupada en sí es bastante normalita. Después de un rato me pone la goma y se sienta sobre mí. Le gusta llevar la voz cantante y marcar el ritmo. No me molesta y le sigo el juego. Sigue con el folleteo encima y de vez en cuando se baja para darme algunos picos inclusive en la boca, pero siempre sin lengua.
Me ofrece su almeja para que le dé un buen repaso, mientras ella vuelve a darle caña a mi amigo. Cuando faltan unos 5 minutos para el tiempo, se pone otra vez arriba, de espaldas, y me la follo hasta descargar. Es delgadita pero de buen culo. Un buen espectáculo follármela así.
Recordando sus fotos con fusta, le pregunto si hace sado y me dice que sí, sin problema, sado suave, aunque no se lo piden mucho. Quizás en otra ocasión pruebe, si coincidimos en la misma ciudad, que ya no estoy en Oviedo.
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