Hace ya casi dos décadas, era una lumi española a la que visité en tres ocasiones, a la segunda me pidió que fuera su novio, a lo que no accedí, ella me preguntó si la causa era su profesión, a lo que contesté sinceramente que no. En la tercera visita me invitó a cenar en un restaurante peruano y me dijo que ya tenía novio, era un guardia civil cliente suyo, a lo sumo habrían trascurrido quince días.
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