En Francia un proyecto de ley que impulsa el Gobierno intentará penalizar a los clientes de las prostitutas. Frente a él, en la edición de noviembre de Caseur, 343 intelectuales varones franceses se han movilizado firmando un escrito que ha recibido el nombre del "manifiesto de los 343 guarros o cabrones" (salauds, en francés) porque lo firman idéntico número de personas que hace 42 años firmaron el [Sólo los usuarios registrados pueden ver los enlaces e imágenes. ]
El Manifiesto es este (traducción libre sacada de internet):
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Cita:
"¡No nos toquéis a las putas!"
En materia de prostitución, somos creyentes, practicantes o agnósticos. Algunos de nosotros ha ido, va o irá de putas, y no nos avergüenza. Otros, sin ser personalmente clientes (por razones que no vienen al caso) nunca han tenido ni tendrán intención de denunciar a los ciudadanos que pagan por sexo
Homosexuales o heterosexuales, libertinos o monógamos, fieles o infieles, somos hombres. Esto no nos convierte en personas frustradas, pervertidas o psicópatas como nos describen los defensores de la represión disfrazada de lucha feminista. Paguemos o no por relaciones carnales, bajo ningún pretexto lo haríamos sin el consentimiento de nuestras parejas. Pero creemos que todo el mundo tiene el derecho de vender libremente sus encantos e incluso de que le guste. Y rechazamos que los diputados dicten normas sobre nuestros deseos y nuestros placeres
No nos gusta la violencia o explotación, o la trata de seres humanos. Y esperamos que las autoridades públicas hagan todos los esfuerzos para luchar contra las redes y castigar a los proxenetas
Amamos la libertad, la literatura y la privacidad. Y cuando el Estado se hace cargo de nuestros traseros las tres están en peligro.
Hoy en día es la prostitución, mañana será la pornografía: ¿qué será lo siguiente? No cederemos ante la liga de la virtud que persigue a las mujeres (y a los hombres) de escasa virtud. En contra de lo sexualmente correcto, nosotros proponemos vivir como adultos
Juntos proclamamos:
¡No nos toquéis a las putas!
Le manifeste des 343 salauds
En matière de prostitution, nous sommes croyants, pratiquants ou agnostiques.
Certains d’entre nous sont allés, vont, ou iront aux « putes » – et n’en ont même pas honte.
D’autres, sans avoir été personnellement clients (pour des raisons qui ne regardent qu’eux), n’ont jamais eu et n’auront jamais le réflexe citoyen de dénoncer ceux de leurs proches qui ont recours à l’amour tarifé.
Homos ou hétéros, libertins ou monogames, fidèles ou volages, nous sommes des hommes. Cela ne fait pas de nous les frustrés, pervers ou psychopathes décrits par les partisans d’une répression déguisée en combat féministe. Qu’il nous arrive ou pas de payer pour des relations charnelles, nous ne saurions sous aucun prétexte nous passer du consentement de nos partenaires. Mais nous considérons que chacun a le droit de vendre librement ses charmes – et même d’aimer ça. Et nous refusons que des députés édictent des normes sur nos désirs et nos plaisirs.
Nous n’aimons ni la violence, ni l’exploitation, ni le trafic des êtres humains. Et nous attendons de la puissance publique qu’elle mette tout en œuvre pour lutter contre les réseaux et sanctionner les maquereaux.
Nous aimons la liberté, la littérature et l’intimité. Et quand l’Etat s’occupe de nos fesses, elles sont toutes les trois en danger.
Aujourd’hui la prostitution, demain la pornographie : qu’interdira-t-on après-demain ?
Nous ne céderons pas aux ligues de vertu qui en veulent aux dames (et aux hommes) de petite vertu. Contre le sexuellement correct, nous entendons vivre en adultes.
Tous ensemble, nous proclamons :
Touche pas à ma pute !
Y yo añado. El abolicionismo feminista obliga a las prostitutas (que han existido y existirán siempre) y a los clientes a vivir en la clandestinidad, sin derecho alguno al albur de las mafias. Para abolir la prostitución dichas feministas se basan en una formidable mentira: que la mayoria de las lumis en España están coaccionadas lo cual es falso, radicalmente falso (desconozco la realidad de otros paises pero en España dicha afirmación es mentira y os lo dice el administrador de un foro de putas que ha conocido centenares de prostitutas y jamás vio a ninguna coaccionada). Y claro, expuesta dicha mentira concluyen que hay que abolir la prostitución.
Pero aunque la mayoría de las feministas pretendan que una mentira mil veces repetida se transforme en verdad (la historia hace extraños compañeros de viaje) para así conseguir sus propósitos abolicionistas y la adhesión de la mayoría, entre tanta mentira interesada decir la verdad es un acto revolucionario. Y la verdad es que en España la mayoria de las Lumis trabajan voluntariamente (y si hay algún caso de coacción -como lo hay en cualquier sector laboral- la solución no es prohibir la prostitución -como la existencia de algún caso de explotacion laboral en el mercado normal de trabajo no puede conllevar abolir el contrato de trabajo- sino perseguir policialmente a quien realiza actos de prostitución coactiva)
Frente al abolicionismo y las mentiras interesadas de las feministas el mejor medio para garantizar la libertad de clientes y profesionales no es ni será nunca intentar abolir lo que no se puede abolir (como se ha dicho: "querer abolir la prostitución es como querer abolir la lluvia"), ni pretender juzgar la moralidad de clientes o putas sino dar luz, cuanta más mejor, a un sector que a muchos y muchas les interesa que sea opaco, para perpetuar las mafias y proxenetas, y que algunos pretendemos que sea lo más transparente y luminoso posible precisamente para tratar de acabar con el proxenetismo, la trata de blancas y garantizar los derechos de profesionales y clientes.
Ayer fue Suecia, hoy Francia, mañana podría ser España
Última edición por Mr. Blue; 01-11-2013 a las 09:39