Corina (P. Rosales)

Hace unos días me dí una vuelta por Rosales tras una temporadilla sin ir. La verdad es que no había mucho movimiento, quizá por ser entre semana y un poco tarde (sobre las 3.30h).

Tras descartar a algunas habituales, bien por ya conocidas, bien por no tener referencias positivas de ellas, al final decido hacer un I+D para quitarme el calentón y el mono y ¡jodida la hora!.

Mi fijo en una travesti morena con pinta de latina, pequeñita, jovencita y con ese aspecto ambiguo entre CD, transformista y transexual. Lleva el pelo moreno recogido como en un moño, top negro y mini pantalones vaqueros, taconazos. Está al final del paseo del Rey junto a otras dos chicas. Paro el coche y hablo un poco con ella. Me dice que 20 chupar y 40 completo y que es activa y pasiva, lo que yo quiera. Como la cosa está jodida, me dice que me anime que lo vamos a pasar muy bien, desliza la mano por la ventanilla y me acaricia el paquete. No necesito más. Le digo que suba y aparcamos al final de la rosaleda.

Pasamos al asiento de atrás.Mientras me bajo el pantalón, me dice que se llama Corina (o algo así, igual era Carolina..., hablaba un poco gangosa y como desganada), es de Ecuador y dice tener 20 añitos (alguno más, aunque desde luego es joven).

Antes de habernos siquiera tocado me pide la pasta, le suelto los 40 euros y me dice que dónde está su propina. Esto a mí, como a muchos, me jode pero bien. Me parece una absoluta falta de respeto al cliente que te pidan más pasta de la acordada antes siquiera de saber cómo va a ir la cosa. Debí poner gesto serio porque le digo que no está la cosa para propinas y que le doy lo acordado, se guarda el dinero y me coloca un condón de esos de sabor a fresa. Francés pésimo. Apenas se mete la polla en la boca, saca la lengua y juega con la polla. Le empujo la cabeza y aprieta los dientes. Con la otra mano me toca los huevos y aprieta tanto que se la retiro porque con las uñas que está jodiendo pero bien.

Se quita el top negro que lleva y le sobo un poco las minitetas que tiene, hormonadas. No intento ni siquiera morrearme porque ya veno que no hay feeling y que ella va a lo que va: el polvo express. Tras hacerse de rogar, se quita por fín las bragas y deja ver su minipene. Totalmente flácido y oculto entre los huevos. En serio, no más de 3 o 4 centrímetros. Aquello no se ponia a tono (¡menos mal que dijo que era activa...!). Lo intento un poco con la boca y algo de volumen coge pero unos 7 centímetros. Es una polla fina y estrecha, que lo mismo me da se pusiese tiesa o no porque total, creo que con un supositorio habría disfrutado más.... Pero es que al dejar de chupar se caía al momento.

Como la cosa no da para más y su desinterés al chupar es manifiesto, le digo que se ponga a cuatro patas. No dice nada pero se resiste, sigue chupando y empieza a pajearme a toda hostia. Le digo que más despacio que me hace daño y baja la velocidad. Vuelvo a decirle que se ponga a cuatro patas y se pone al fín. Cuando voy a metérsela ¡no hay manera!, aquello está totalmente estrecho y cerrado. le digo que eche gel o lubricante, dice que no tiene y lo resuelve escupiendo un par de veces sobre el condón. Lo intento y entre la oscuridad, su desinterés y falta de colaboración y mi mala hostia no hay manera. Encima, para terminar de arreglarlo, me dice como mosqueada que tengo que dilatarla poco a poco, le contesto que si quita su mano de mi polla y me deja empujar que a lo mejor podemos... Al final, paso. Le digo que siga con el francés. Sigue un rato, aún peor que antes y me dice que si voy a correrme que ya llevamos mucho rato (unos 15-20 minutos) y que sus amigas ¡la están esperando para irse de marcha! Sigue un poco más, le digo. Cierro los ojos, me concentro y al final me corro. Para rematar la faena, la tia me suelta la polla en cuanto ve un poco de leche en el condón, con lo cual tuve que terminarme yo mismo la faena. Coge el móvil y llama a su ¿amiga?. Le dice que ya ha terminado y que ahora va... Me tomo mi tiempo en limpiarme, vestirme etc... Pasamos al asiento de delante y en silencio cartujo volvemos al lugar en el que en jodida hora la cogí. Me dice adiós, abre la puerta y sale. Yo ni me despido. Arranco y me voy pensando que soy un gilipollas que no aprendo. Que los servicios de calle valen para un francés de 20 euros y poco más. Que si no hay referencias, gastarte 40 euros cuando hay opciones contrastadas en pisos particulares (no agencias) por 60 la hora es de subnomales etc... El cabreo me dura hasta que llego a casa y me duermo.

Saludos