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Os cuento la exploración con Sandra, una brasileña madurita de muy buen ver. Lleva meses poniendo sus anuncios de manera esporádica en una web de publicidad gratuita. Aunque se dedica a esto, no lo hace siempre.

Edad: 38 años. Es lo que dice en sus anuncios, pero aparenta bastantes menos.
Nacionalidad: brasileña. Habla el español fluido, aunque en algunas expresiones no se le entiende bien por el acento.
Contacto: 690676414
Tarifa: 80 euros una hora, con francés natural, que puede ser hasta el final y griego.
Recibe: Gran Vía, 47 (dos manzanas más abajo de la Plaza del Callao). El portal está al final de una diminuta y animada galería comercial a pie de calle, al fondo a la izquierda. El apartamento es minúsculo, de unos 30 metros cuadrados. Limpieza buena, toallas limpias y nuevas, agua bien caliente. El piso tiene una única habitación, que es casi toda cama, cocina-sala de estar y baño con ducha.
Estatura: 1,55 m.
Medidas: 100-60-80 (aprox.)
Aspecto físico: Madura mulata de pelo recio castaño oscuro. Ojos negros grandes, nariz de negrita, labios de negrita. Cuerpo menudo con muy buenas formas. Culito también pequeño. Senos grandes, muy jugosos y operados, creo que para reducir tamaño, porque tienen un tacto absolutamente natural. Coñito depilado.
Carácter: Extrovertida como latina que es. Conversación no falta. Habla y pregunta mucho con simpatía y gracejo. Es más de dejarse hacer, aunque lo que hace lo hace con ganas.
Fumadora: No.
Besos: Sí.
Francés natural: Sí. Aceptable.
Griego: Sí, sin problemas.

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La experiencia
Acudo a la cita con retraso, del que aviso con antelación. Cuando localizo el portal, que no es fácil, la vuelvo a llamar porque no hay telefonillo. Me dice que una amiga baja a abrirme. En realidad lo que hace es salir del piso para dejarnos a los dos solos, momento que aprovecha para abrir la puerta y dejar el paso franco.

Ya tenemos cierta confianza porque hemos hablado en tres ocasiones por teléfono y nos hemos caido bien. En persona el ambiente no cambia. Nos saludamos y, mientras me ofrece un refresco, nos tomamos las medidas porque Sandra no es ninguna mojigata. Le gustan los hombres y se nota que hace la ficha de la misma manera que lo hacemos nosotros.

Antes de nada, me pide que me caliente las manos en el grifo. Caribeña como es, nota demasiado el frío en su piel. Una vez que nos ponemos en materia, destaca que no es mecánica. Como ya he comentado, se deja hacer, pero acompaña de maravilla. Me sorprende mucho su pecho. Con ropa encima no aparenta tener lo que tiene, para nada.

Con respecto al folleteo, mueve las caderas muy bien. Acaricia y da besitos sabrosos y pegaditos. Expresa el placer que siente, incluso con el heleno, del que no tiene ningún problema en disfrutar por cuenta propia para gozo de ambos, claro está.

Como señal de que le gusta, al final, con buen rollo me reprochará que no me quedase más tiempo y eso que la hora ya estaba bien pasada.

Conclusión: Sandra es ideal si te gustan las mujeres mulatas, de pequeñas dimensiones y buenas formas, con ganas de marcha y familiarizadas con España y los españoles.
¿Recomendable?: Vosotros mismos.