Había visto su anuncio en Slumi que me gustó y las experiencias en el foro también eran buenas, así que me animé a visitarla
NACIONALIDAD: Brasileña
EDAD APROXIMADA: 40 confesados por ella
TARIFAS APLICADAS: 70 euros una hora
INSTALACIONES: Apartamento en calle Béjar. Recibe con una compañera pero que solo hace masajes terapéuticos.
DESCRIPCION DE SU FÍSICO: Es una mujer bajita, pero grandota, con piernas y caderas anchas, carnes duras y grandes pechos naturales pero firmes. De cara no está mal. Piel oscura y pelo negro y liso
VALORACIÓN DE SU FÍSICO: Cuerpo: 5. Cara: 7
FUMA: Creo que no
FRANCÉS SIN: Bien, aunque NO hasta el final
GRIEGO: Ni idea
BESOS EN LA BOCA: Sólo picos, con amagos de algo más intenso que no fueron a más
IMPLICACIÓN: Sin más, un 5
VALORACIÓN DEL SERVICIO: 5
¿CHICA RECOMENDABLE?: Personalmente, yo no la recomendaría
¿REPETIRÍAS?: Claramente, no
LO MEJOR DE ELLA: Simpatía, el francés no lo hace mal
L
O PEOR DE ELLA: Ganas de acabar lo antes posible.
RELATO DE LA EXPERIENCIA:
Le llamé el día anterior, me manda whatsapp con la dirección, confirmo el mismo día por la mañana y una vez en el portal me da piso.
Me recibe una mujer bajita pero grandona con un body negro, ropa interior y zapatos del mismo color. De cara me pareció guapa. Sin más que un beso de bienvenida paso a la ducha, pues estaba haciendo bastante calor en Madrid. La ducha tiene el detalle de una tarima de madera para no escurrirse aunque es pequeña, pero para lo que se trata está bien
Antes de pasar a la cama le abono el servicio. Pasamos a la cama y directamente me tumba y comienza un francés. Me hubiera gustado algo más de prolegómenos, pero daba la impresión de que quería acabar pronto.
A continuación le propongo un cunnilingus pues aquello iba a demasiada velocidad para mi gusto. Me encuentro su sexo mojado, lo cual obviamente atribuyo a algún gel o similar, ya que
prácticamente ni nos hemos besado ni acariciado. Tras un rato donde aparenta disfrutar muchísimo, me enfunda y se sube sobre mí, cabalgándome un rato con buen ritmo.
No obstante, le propongo seguir con el francés pues me resulta más agradable. Lo retoma, avisándome que no puede ser hasta el final y continua con el hasta que le aviso que me voy a correr, terminando con su mano. Nos limpiamos y tumbamos, iniciando la típica charla intrascendente sobre su vida, los años que lleva en España, su familia,…
Al cabo de unos instantes, me dice que si intentamos el segundo y como le digo que soy de un solo disparo, se desentiende y me dice que se va a la ducha a lavarse, dejándome solo. Como me pareció que no tenía intención de seguir ni siquiera charlando, procedí a vestirme. Tampoco, por mi parte, pensaba que la cita daba para más. Me despedí y 15 minutos antes de la hora me fui.
En resumen, creo que no acerté con la elección, así que me fui con la sensación de que no había merecido la pena. Obviamente, no repetiré