La verdad es que me quedé un tanto impactado y titubeante por esta inesperada estampa, tan lejana de las habituales (y más en brasileñas) lencerías, melenazas, tops, bodies, shorts, desnudeces, taconazos y escotes (bueno… ¡pero que no falten!). Supongo que será esta especie de embobamiento lo que hace que ni me acuerde de cómo fueron los saludos y primeras conversaciones, pero imagino que naturales y sencillas.

El caso es que lo siguiente que recuerdo es estar en la suave penumbra de la habitación y, todo despacio, besarnos dulcemente con pasión serena como de enamorados abrazándonos sin perder la mesura. Estas son cosas para hacer con una mujer a la que conoces y hasta quieres; pero a mí que me registren: la culpa fue suya por ser como es, por evocarme momentos felices de mi vida y seducirme con este tipo de encantos. Sonaba una música casi romántica; buena, nada empalagosa. Era una atmósfera del todo inusual en una cita de éstas; y ya puestos a hacer “locuras”… nos pusimos ¡a bailar! En serio.

Yo no veía qué mejor hacer que seguir así, besándonos en la boca, sintiendo su mano acariciándome la nuca, moviéndonos al suave compás de la melodía, y dejarte llevar a lo siguiente sin forzar nada; sin el afán de que hay que aprovechar lo que te gastas en hacer lo que buscas en el sexo de pago. Bueno… pero es obvio que esto también estaba ahí por parte de ambos. Lo que sí dejamos de hacer es pasar por el baño. Estábamos perfectos los dos en este sentido. Ya digo: como para haber salido a cenar.

Deslizo los tirantes y le bajo el vestido hasta la cintura. Lleva un corsé; éste sí, ceñido y erótico. Desabrocho muy poco a poco los muchos broches que tiene, sin perder la paciencia ni entrar en ansia. Que mi cuerpo se vaya desprendiendo de la ropa lo hacemos a medias. No hemos dejado de movernos al aroma de la música. Acabamos recostados en la cama. Su cuerpo tiene la suavidad o blandura (cada uno que lo entienda como prefiera) propia de una mujer madura; en los pechos también (en las nalgas me resultó muy agradable lo bien que se podían agarrar). Aquí es donde una joven fácilmente resulta todavía mejor desnuda que vestida; y a ella le pasa como a la mayoría de las mujeres de más edad que conservan bien su silueta: que, no obstante, dan mejor impresión vestidas de cómo están sin ropa. Entender esto está al alcance de cualquiera, de modo que aprecié su cuerpo desnudo y siguieron las buenas sensaciones que me daba estar con ella.

Voy a lo que no debe falta en el relato de una cita, y que a todo se le ponga ese toque de pasión en versión lentitud y suavidad que predominó en ésta de principio a fin. Sexo oral sin goma, delicado, largo, sentido, incansable, armonioso; todo muy al estilo de ella en su conjunto. Besos estratosféricos de calidad en la modalidad amante; y en cantidad, infinitos. Con lengua…, sí, lengua… pero con moderación, sin perder la elegancia ni dar lametones; ni eso de “hasta la campanilla”, que ni sé cómo se llega sin romperte los dientes ni me interesa. Sexo oral a ella: se mueve suavemente, se la oye bajito, me acaricia el pelo y los brazos, busca…. no se corre. Es dura de pelar con esto; lo pasamos bien igual. Le propuse seguir por detrás y no expresó gran entusiasmo; pero me dejó hacer y noté bien claro que no se arrepintió. Fui siempre, lento y delicado.

Penetración con ella arriba: despacio, elegante, sintiendo; se yergue y se vuelve a inclinar sobre mí varias veces, el ritmo crece, también los gemidos, se acelera todo, aguantamos mucho, la giro, seguimos yo sobre ella retomando la cadencia lenta, se excita más, mucho, de nuevo aceleramos, me abraza fuerte, tengo un orgasmo delicioso, ella no sé si tanto, que eso no hay quién lo sepa a ciencia cierta. Para los efectos aparentes, como si nunca se lo hubiera pasado mejor.

Conversamos... Me acaricia el pecho; me escucha y me habla con la cara apoyada en su mano y el codo en la cama. Se ha pasado el tiempo de la cita; ella no dice nada, pero hay que acabar. Nos duchamos juntos. Mientras me visto ella también lo hace. Era su última cita y se iba a casa. Se puso un vestido verde azulado del estilo del anterior, salvo que no tenía escote; así que me despedí estando ella con el mismo porte de sencilla elegancia que tenía cuando llegué. Me vinieron ganas de llevarla donde fuera: no sé… a casa; aunque fuera a la suya...

No me pidió el dinero en ningún momento. Se lo dejé discretamente sobre una repisa. Ella lo captó sin decir nada, y nos despedimos casi como si no hubiera tenido que pagar; y con mucho esfuerzo. Juro que yo sí.

La recomiendo; y mucho a quien aprecie lo que he ido contando. Es una top en mi lista de las que son de su estilo físico, personal y profesional. Mi impresión muy personal es que, en este estilo, lo da todo con la mejor intención de agradar y hacer que lo disfrutes, y que no se presta a niveles ni prácticas concretas de sexo fuerte. El que busque un cuerpazo, curvas voluptuosas y consistentes, exuberancia, mil posturas y piruetas o sexo cañero, que no vaya; repito: que no vaya, porque igual no le gusta y se aburre. Y si va, que luego no diga que no está avisado.

Cita de una hora por 80, cuando tuvo ese precio de oferta. Luego fue 120. Qué palo me dio, porque hay barreras de precio que en mis sistemas de control no estoy dispuesto a pasar salvo contadas excepciones y con lo que aquí llamamos “servicios especiales”. De ahí pasó a 100. Esto ayudó a que el buen recuerdo de la cita que he contado me animara a volver. O sea que sí: repetir, ya he repetido.

Bebida, toalla normal, sábana de tela. Ya no recibe en el sitio donde estuve con ella. Veo en su hilo de profesional que se acaba de cambiar a otro; así que no trae cuenta escribir sobre el que yo conocí. Solo decir que la habitación y el baño estaban bien, por si sirve para hacerse a la idea de que en el nuevo sitio también lo estarán.

Iniciado por Pleyadiano76 NICOL Nacionalidad: Brasileña Forma de Contacto: 651182522 Fecha aproximada: Ayer Lugar: C/ Bocangel. (Cerca de Manuel Becerra) Instalaciones: Apartamento privado Higiene: Excelente Precio: 120 € una hora Edad: ¿35? Cara: de Angel. Ojos miel. Pelo: Rubia Cuerpo: Perfecto Pecho: Delicioso Culo: uffffff.....Duroooo Actitud: Como tu mejor Novia Conversación: Simpatica Besos: Todos. Fuma: No Francés: Increible Forniqueo: Se mueve como un delfin, conoce todas las técnicas y te sorprende a cada segundo. Griego: lo desconozco Lo mejor: Todo Lo peor: Nada ¿Repetir? Si ¿Recomendable? Claro Valoración global de la experiencia:. 5/5 Sin palabras. Una experiencia metafisica.

Iniciado por heelllicker Buenas noches. He contactado con ella y he tenido una sesión de dominación. Me ha sorprendido gratamente, y ha cumplido todas mis expectativas; spanking, sodomización, privación de sentidos... muy buena en estas técnicas. Repetiré sin dudarlo.

Iniciado por heelllicker Buenas tardes. Conozco como cliente a Nicol hace mucho tiempo. Lo que estoy relatando es que ahora también practica otras técnicas además del sexo convencional. A mi me gusta disfrutar y experimentar todo lo que puedo. Por eso he creído que merecía la pena compartir esta experiencia con todos. Y si sigue haciendo sexo "normal", si es lo que te preguntas. Un saludo.