Marina 20 años

Estuve el otro día echando una horita con esta Marina, todo bastante correcto, incluso muy bien en algunos aspectos.
Si tengo que destacar lo mejor, su nivel de "atención al cliente". Tanto por teléfono, como por puntualidad, amabilidad y disposición a agradar, se lleva un sobresaliente. Físicamente no es espectacular, pero cumple bien. Es una chica jovencita de unos 20 años, no muy alta, delgadita sin estrías ni rastro de michelines. No tiene un cuerpo torneado de deporte, pero las carnes son duras, resulta muy femenina. Los pechos son del tamaño adecuado para cogerlos con la mano, con pezones pequeños y areolas medianas. Duritos, aún bien colocados en su sitio. El culo, duro y bien puesto, ideal para agarrarse a él al follar. El color de piel es leche manchada, un ligero tono morenito, pelo castaño y atractiva de cara. El coño, estrechito y depilado, labios carnosos y jugoso.
El encuentro en sí fue en mi casa, muy de agradecer que se tomara la molestia de desplazarse hasta dónde vivo. Confieso que no fue mi primera opción, pero el hecho de que no pusiera problemas a estar más tiempo en transporte del que íbamos a pasar juntos para mi fue definitivo. La esperé cerca de una parada de autobús cercana, nos reconocimos sin problemas y no tardamos mucho en estar en mi salón. Venía con una faldita veraniega discreta pero muy conveniente para jugar por debajo. La senté en mis rodillas, sus bragas salieron disparadas a algún rincón y comenzamos con besos mientras mi lengua pasaba de su boca a sus pechos y mis dedos investigaban su coñito a fondo. Llegó un momento en que la tenía tan dura que me estaba haciendo daño con el pantalón. En cuando hice el amago de desabrocharme, se quitó de mis rodillas, me bajó los pantalones y se metió mi polla en la boca al momento. Una mamada de una niña de 20 años, con una técnica mejorable pero muchas ganas de comerla. Lo que no me daba con su garganta me los daba con su paladar, y acabé corriéndome en su boca en pocos minutos.
Después de pasar por el baño ambos y ya sin ropa, me entretuve en comerle el coño mientras acababa de recuperarme. Estaba mojada, olía ligeramente al sudor del camino, pero a ducha reciente, y se contoneaba empujando su clítoris contra mi boca y su vagina contra mi barbilla. Le di unos minutos de placer hasta que empezó a gemir ligeramente, me enfundé y la penetré tal y como estaba tirada en la cama. Me agradeció la penetración con gemidos profundos y respondió a mis besos a pesar de estar empapado en sus flujos. El polvo en sí fue casi más tierno que fogoso, pero desde luego lo disfruté, variamos de postura según me iba cansando o quería recuperar el control del acto, siempre con mi boca en la suya o en sus tetas y mis manos permanentemente agarradas a su culo.
¿Recomendable? Depende, en general, sí, salvo que busques una modelo o una actriz porno. Cumple bien, es complaciente y tiene un físico de notable alto.
La tarifa es la que tiene publicada, la estándar de facto: 100 la hora.

Os dejo el linck de su anuncio: [Sólo los usuarios registrados pueden ver los enlaces e imágenes. ]