Os cuento una experiencia muy reciente con una chica sobre la que hay varios posts.
Esta enfrenté del Foro, en la calle Río de Monelos. Se anuncia como Tantra Rojo: [Sólo los usuarios registrados pueden ver los enlaces e imágenes. ]
Primero, al llegar primera decepción, recibe en un último piso, ni llega el ascensor, en un piso cutre de cojones. La tía tiene una cara rara, pero rara, rara. Un perrito ladrandote mientras concretas con ella.
Te pregunta si quieres o no ducharte, yo llego siempre recién duchado a los sitios, que nunca sabes lo que te encuentras; pero desconfío de las tías que no piden que te duches. Pienso que si no les importa tu higiene, seguro que tampoco cuida la suya.
Me tumba en un colchón y la verdad es que de cuerpo está bien, pequeñita, pero con un culito para mi guso muy bonito. Pero bueno, la miro a la cara y sigo pensando, que tía más rara. Además no para de hablar y preguntar. Alguien la debería explicar que el silencio es oro.
Cuando ya me estaba poniendo palote, el perrito empieza a ladrar como un cabron en la habitación de al lado. Me dice que perdone, se levanta y se va a llevar el perro a otro lugar.
La verdad es que, después del desastre la paja estuvo bastante bien.
Para finalizar, me dice si me ducho, le digo que sí y me enseña la puerta de la ducha; cutre como el resto del piso. Naturalmente ni zapatillas ni ostias, descalzo. En la ducha no tiene esponjas desechables, así que a quitarse el aceite como buenamente puedes.
Al salir me dice que espera verme de vuelta. Supongo que una última broma, je, je
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Don't feed the Trolls
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