Foro Spalumi de información y opiniones sobre acompañantes

Nombre de la lumi: Alina
Nacionalidad: Rusa
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Lugar: Piso de La Casilla
Higiene: Baño fuera de la habitación. No te lo ofrece, hay que pedirlo. Ella no se lavó, pero no tenía ningún olor extraño.
Tarifa contratada: 50€/30m
Otras tarifas: 40€/20m; 100€/1h.
Duración del servicio: No llegó a 20 minutos.
¿Fotos reales?: Probablamente, aunque tendrán un tiempo. Tiene el pecho más caído y más tripa.
Edad: Algo más de 30.
Cara: Normailla, podría considerarse hasta guapilla.
Cuerpo: Un poco gordita, con pechos grandes y algo caídos.
Piercings y tattos: Creo que no.
Actitud: Totalmente pasota y desganada.
Besos: Algún que otro pico.
Francés: Breve y muy malo.
Griego: No pregunté.
Lo mejor: Me cuesta encontrar algo bueno.
Lo peor: Casi todo.
¿Repetir? Si me pagaran me lo plantearía.
¿Recomendable? No
Valoración global de la experiencia: 3/10

El otro día, después de un plantón y de que fallaran el plan B, el C y todos los demás, me decido por la ruleta rusa del I+D. Doblemente rusa, porque tras varios intentos sólo había conseguido contactar con esta chavala. Cuando me dice que está en La Casilla la primera reacción es olvidarme del tema, pero ya sabéis, en estos casos es el cerebro secundario el que manda y me animo a ir. La chica no es una preciosidad, pero no está mal. Le pago, le pido lavarme y me abandona en el baño (digo que me abandona porque cuando quiero salir me tengo que recorrer solo toda la casa, pudiendo encontrarme con cualquiera). Antes de pagar le había preguntado si daba besos con lengua, cosa que para mí es muy importante, y me contestó que sí. Pero (oh, sorpresa) cinco minutos después descubre que no le gusta besar. Nada más empezar se lanza al francés, y lo hace de la forma más antierótica posible, dándome la espalda, y haciéndolo muy mal (le tengo que decir que pare porque me está haciendo daño). Paso yo a practicar sexo oral para ver si así se anima y es el único momento en que parece que se lo pasa bien. Al de un rato me pide folleteo, pero sigue con su tono desganado. Suena una alarma y yo pienso que se ha agotado el tiempo (me extrañó, será que me lo estaba pasando muy bien y se me había hecho corto) y acabo en la primera postura. Ni me limpia ni me ofrece ir al baño, yo también prefiero salir cuanto antes. En la calle miro el reloj y veo que han pasado sólo 25 minutos desde que llegué al portal. Última vez que me paso por este piso, casi todas las experiencias han sido nefastas.