Julia, Fernanda y Adriana falsas
 

Hola soy Nuso, la verdad es que me he estrenado haciendo una pregunta sobre una chica, Julia, anunciada en Nuevo Loquo, que sospechaba de sus fotos, y para mi sorpresa, antes de que me conteste nadie ya me puedo contestar yo mismo, pues la he visto en la sección de fotos falsas de este foro, con otro nombre, Andrea y otro teléfono distinto.

Aunque soy gran aficionado al puterío, siempre he estado más inclinado a frecuentar clubs que a citas por internet, en las que no cabe duda soy novato. El otro día viendo fotos en varias páginas seleccioné, al fin, dos teléfonos, ambos eran de venezolanas (me tira mucho lo sudamericano) y me decidí a probar suerte. Viendo las fotos de la tal Adriana (Sexday), una preciosidad, debí de sospechar pero me arriesgué y llamé. Eran más o menos las diez y me dio cita sin dificultad; de manera que me encaminé a Alberto Alcocer, 43 (he comprobado en el foro que suele ser residencia de no pocas lumis). Espanto, en vez encontrarme a una jovencita fina y tetona, me encuentro con una triste mujerona entrada en carnes y en años. Repuesto mínimamente y en vista que había entrado en el piso demasiado alegremente, no di marcha atrás (error) y contraté media hora. Esperaba que semejante jamona al menos haría un buen mamazo. Ni por esas, pagué 60 € y me marché algo perplejo.

Así pues, encajado el golpe y viendo que conservaba el 2º teléfono y que estaba todavía calentorro, decidí probar nuevamente suerte y me puse en contacto con Fernanda venezolana (Nuevo Loquo). Recibe en apartamentos Galileo, 26.
En el taxi iba yo rumiando que las fotos también tenían que ser falsas, porque la chica de la foto no solo está muy buena sino que es elegante y distinguida. Pero aunque lo intuía quería comprobarlo con mis propios ojos.
Llegué a unos apartementos un tanto tétricos, y llamé a la puerta, esta vez con un pie atrás por si tenía que salir huyendo. Me abrió una chica con acento brasileño, y pensé que no era Fernanda, porque no era la de la foto y porque cuando llamé me contestó una voz diferente con acento ligeramente venezolano. Pero sí que era Fernanda, que así se llama o se hace llamar. En resumen la miré más detenidamente y estaba buena y me decidí contratar media hora porque la necesidad a veces acucia. Resumidamente diré que era muy simpática, no muy guapa, pero con un buen cuerpo, buenas tetas, buenas piernas, en fin una buena jaca. Muy tatuada, de hecho se acababa de hacer una inmensa constelación de estrellas en una pierna que todavía le dolía. Buen mamazo sin y buen polvo; pone de su parte y, ya he dicho que es simpática y habladora. De hecho cuando le comenté lo de las fotos me dijo con mucho desparpajo que realmente son siempre falsas y que las cambian igual que cambian de nombre. Pagué 50 € por media hora que me pareció, después mi triste experiencia anterior, un regalo. No obstante no creo que repita, el piso es cutre y la chica está buena y es alegre pero algo basta y vulgar. Aunque uno nunca sabe.