¿Se distorsiona nuestra realidad económica al ir de lumis?
He buscado algún tema similar y no lo he encontrado, así que planteo esta cuestión sobre la influencia que tiene ir de lumis en nuestra visión de la economía diaria. Imagino que como otros clientes en algún momento de nuestra trayectoria puteril, hay días en los que me planteo cuántas cosas podría hacer con el dinero que pago por un servicio de sexo. Por ejemplo, dentro de mi tarifa habitual de 50-60 euros pienso que con ese dinero gastado en media hora pago parte o todo del recibo de la luz/gas, más de una factura telefónica, la cesta de la compra para varios días, un depósito de combustible, el abono transporte mensual o cualquier otro servicio esencial y bastante más duradero que los 30 minutos de compañía de una lumi.
O bien lo comparo con el precio de una noche de hotel, una buena cena, una prenda de ropa de marca, la entrada para un concierto o evento deportivo o las veces que podría haber ido al cine y me pregunto si cuando desembolso 50-60 euros por tener 30 minutos de sexo realmente compensa ese gasto. La mayoría de las veces me respondo que sí compensa, que hay pocas cosas mejores (o ninguna) que un buen polvo pero a veces me asaltan las dudas y pienso en una retirada temporal para gastar el dinero en otras aficiones. Y no me refiero sólo a las rachas con servicios malos y regulares, hay épocas con el viento a favor en las que también me he planteado un parón en mi actividad putera.
Con esto no critico las tarifas actuales ni quiero llevar el debate a ese terreno ya que sobre eso se ha hablado largo y tendido en varios hilos y soy consciente del abanico de gasto en el que me puedo mover. Lo que planteo es si el dinero rápido que gastamos en lumis tiene la misma recompensa que otras actividades de mayor duración y sobre todo si esa forma rápida de gastar en prostitución nos hace perder la realidad de la economía y de los gastos más importantes que debemos afrontar cada mes.
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