Iniciado por MittagLeffler
Hola amigo Everlasting.
Quiero contarte mi experiencia, completamente opuesta en cierto sentido a la tuya. Estoy casado, ya en la cincuentena, quiero a mi compañera y no me imagino vivir otra vida que no sea la que vivo con ella. Mis hijos son ya mayores aunque aún están en casa. Mi vida ha transcurrido con éxito en lo profesional en compañía de mi mujer, y mis únicos problemas son los derivados del choque generacional con mis hijos y relacionados.
Verás, jamás he ido con prostitutas, nunca. Mis "pecados" como esposo no han pasado de masturbarme delante de un ordenador o una revista porno, pero confieso que con el paso del tiempo me siento confuso, dubitativo. Empiezo a plantearme la posibilidad de contratar los servicios de una escort, no sé por qué, no sé lo que pasa por mi cabeza, intento encontrar explicaciones más allá de lo obvio, de lo puramente animal. Las relaciones sexuales con mi mujer, a la que quiero, son cada vez más esporádicas, los problemas de una mujer al acercarse a la cincuentena se acrecentan, inapetencia, menopausia, frialdad ante el sexo... No es que hayamos llevado una vida en ese aspecto espectacular, pero reconozco que con el tiempo esa llama se va apagando y que cuando intenta corresponderme lo hace por amor, por cariño a mi persona, por solidaridad, quizá por miedo a perderme porque me quiere y soy lo más importante en su vida, pero ya no lo hace por deseo.
Tengo problemas existenciales, filosóficos, morales, éticos, estoy perdido y dubitativo ante lo que significa, por primera vez en mi vida, mantener relaciones con una mujer que no sea mi esposa. Me atenazan muchos miedos, quizá irracionales, te los puedes imaginar: enfermedades de transmisión sexual, inseguridad sobre mi reacción tras esa experiencia, miedo a que mi mujer pudiese descubrirlo y acabar con nuestro matrimonio...
Como ves, mi visión de las cosas es desde el otro lado, desde el que tiene eso que tu andas buscando, y fíjate que me encuentro en la misma encrucijada. Me pregunto si la única llama de pasión, de ilusión, de energía que puede quedar encendida en mi vida tiene que ver con pagar por sexo, por encontrar lo único que me falta para ser completamente feliz y que mi compañera, por pura biología, ya no puede darme. Siento asco de la condición humana, de la humillación a la que nos somete la vida por hacernos imperfectos, permanentemente insatisfechos y con el tiempo menos deseados.
Apreciaría cualquier consejo que me dieseis ante mis dudas, disculpad que mi comentario sea más obsceno o vulgar, pero me siento confuso. De dar el paso y buscar una relación de pago, ¿cómo puedo hacerlo con más seguridad en temas de salud, discreción, privacidad? ¿Escort de lujo, agencia, apartamento? ¿Mejor una independiente? ¿Algún consejo importante además del uso del condón? Si alguien incluso me aconsejara la mejor elección, por conocer a una chica tierna, sana, hermosa, un valor seguro que me ayude os lo agradecería, sería mi primera vez... Vivo en Granada capital.
|