Para mí el verdadero problema, más que el narcisismo (o el entusiasmo incontrolado) de algún sujeto, son las comparaciones y las suspicacias respecto a quién es más o menos exigente. Me explico:
Tienes una experiencia, que te ha gustado por la razón que sea y la quieres contar. Pero el que la lee quiere saber si podrá hacer con la profesional lo que sea que le guste a él, y te pregunta por qué no le has comido el coño, por qué no le has metido los dedos, o en algún caso por qué no te la ha chupado.
Al final tienes que plantearte si vas a pasártelo bien o a hacer la guía Michelin.
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