NOMBRE: Paula Mendes. Peruana. Entre 25-30 años.
PRECIO:60 media hora, 100 una hora
MEDIDAS APROXIMADAS: 1.70 sin tacones. Delgada, pecho de una talla 105-110 aproximadamente, muy duro, tacto poco natural. Cintura y culo estrechos, piernas largas y torneadas. En general, como en las fotos.
FECHA EXPERIENCIA: Diciembre 2011
TELEFONO:Aparece en el anuncio
DIRECCION:Los archiconocidos apartamentos de Galileo 26.
VALORACION FISICO (DE 1 A 5): 3
VALORACION EXPERIENCIA (1 A 5): 1
Me animo a conocer a esta chic@ tras un tiempo visitando sólo a amig@s de confianza y...maldita la hora.
Le llamo por teléfono y me da la información básica. No es muy simpática, pero tampoco me parece borde. Me da la dirección y seguimos el procedimiento habitual: llamada en la zona, otra en la puerta, me abre y subo al apartamento.
Recibe en los famosos apartamentos de Galileo 26. La mayoría ya los conoceréis: más que apartamentos, son infraviviendas de 30 metros, por las que seguro que piden un pastón dada la zona en las que están. El de Paula ya lo conozco, ya había estado en este con otra chic@. La sensación es mala. Voy al baño: enano, lleno de trastos, ropa etc... y con aspecto de falta de higiene. La habitación en la que estuvimos se compone de una cama, un mueble para la tele y un armario. Pero lo peor no es eso, sino la absoluta falta de intimidad. No tiene puerta, sino una cortina que no tapa por completo el pasillo. Había alguien más en la otra habitación y durante el servicio se abrían y cerraban puertas, se oían voces etc..., vamos que si no se asomó a ver qué tal iba la cosa poco faltó... No sé si el no estar sólo influyó en que Paula estuviese más cortada o es que es así siempre, pero a mí me cortó el rollo.
Del servicio poco que comentar. Contraté media hora (60 euros). Me recibe con el conjunto rojo de las fotos. Es bastante más morena de piel y lo más retocado, sin duda, es la cara. Rasgos mucho más indígenas, piel un poco picada en las mejillas etc...En general, el conjunto no está mal, aunque a mí me gustan más rotundas y ella es delgada y con pocas curvas, pero lo malo fue la actitud durante el servicio.
Se tumba en la cama con las bragas quitadas y el sujetador puesto. No habíamos hablado antes nada de gustos y preferencias, debió intuir que yo soy pasivo. El caso es que empiezo a trabajarle la polla, que es normalita. Al poco de empezar noto que allí falta limpieza. Suelta un tufillo a sudor que no me gusta nada. Eso ya me corta totalmente el rollo. A los veinte segundo paro. Le digo que me haga ella francés. Coge un condón y empieza. No sé si era la desgana o la falta de
práctica, pero es un francés malo: aprieta mucho los dientes y realmente no se mete la polla en la boca, solo juguetea con la cabeza. Le digo que se quite el sujetador (hay que decirla todo, ella no toma iniciativa alguna y está absolutamente pasiva). Se lo quita y empiezo a chuparle las tetas, que no están mal de tamaño pero son como pelotas de balonmano. No intento besos porque dados los antecedentes de los bajos, me da cierto repelús morrearme.
Deja el francés y me insinúa que siga yo chupando. Le digo que se ponga condón (por la falta de higiene y para no ser menos que ella) y parece que le molesta. Con condón ya es imposible. No se le pone a tono, no pasa de morcillona. Mientras estoy intentándolo, me dice que me masturbe. Se le notan las ganas de acabar ràpido. Le digo que quiero follármela, aunque no era mi primera intención. No demuestra el más mínimo entusiasmo. Se pone a cuatro patas y se la meto. Culo estrechito. Empujo un rato en el más absoluto de los silencios tanto suyo como mío (mientras seguían los ruidos y conversaciones telefónicas en el piso) y termino con más pena que gloria. No habíamos llegado a 20 minutos.
Me pasa una toallita, me limpio. Ella hace lo mismo. Me visto en medio del silencio cartujo ya mencionado. Me dice que la siga, abre la puerta y nos despedimos. Mientras camino por el largo pasillo que separa la puerta de su apartamento de los ascensores, me arrepiento de haber caido una vez más en la tentación del I+D y me reafirmo en mi decisión de frecuentar solo a mis cinco o seis amig@s contrastadas y habituales y dejar los experimentos para chic@s con muchas experiencias positivas o para cuando la crisis termine.
Lo mejor:
Prácticamente, nada. Por destacar algo, la chic@ no está mal en conjunto y tiene cierto morbo su cara "masculina".
Lo peor: Polvo-express puro y duro. Actitud pasota y totalmente desinteresada. Falta de iniciativa total. Higiene deficiente tanto en ell@ como en el apartamento, así como la falta de intimidad por el tema de la cortina.
¿Para repetir?: Si fuese la única travesti de Madrid, me lo pensaría...
Saludos y feliz 2012 a todos los foreros.