relatos frikis
Un día a las 4 de la mañana hace unos años por una zona de copas de una ciudad gallega me encuentro a una tía más fea que las piedras probable politoxicómana pero ya se sabe, había ganas de tema. Pero al ver a semejante adefesio, dije: bueno, una paja maloserá. Y le dije que le daba 5 euros si me hacía una paja. Y allá vamos, a una esquina de un soportal me saco la polla de fuera y empieza a pajear. Pasa alguien por la otra acera, le gritó algo y yo pensando donde me metí jajaja. Pero bueno acabó de pajearme y listo. Momentos muy sórdidos. Pero reales.
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