Infracción para CSanio: Incumplir en dos ocasiones con la norma 1 del Foro Spalumi.

Iniciado por CSanio

joder... tienes el gusto en el culo, es una vieja fea con el culo gordo y arrugao. no seras gay sin saberlo?

Iniciado por Lupus Lupanar

Nombre: Camen "perrita obediente"

Nacionalidad: Creo que española. Es blanca y parece española, pero apenas habla y lo que dice son monosílabos.

Edad: cuarentona larga, aunque me aseguraron que tenía 36

Teléfono: 605394062
Web: [Sólo los usuarios registrados pueden ver los enlaces e imágenes. ]

Fecha del encuentro: finales de 2011.

Lugar de la experiencia: Zaragoza, en su casa.

Tarifa: 90 euros. Una hora.

Valoración: 3 (ella muy bien, pero la experiencia muy mala)

Cara: 5
Físico: 7
Francés: SIN
Folleteo: 5
Implicación: 6
Conversación y compañía: 1. Ella habla poco y él es un palurdo integral.

Repetiría: No

Forma de contacto:

En mayo de 2011 hubo una cena y fiesta BDSM en Zaragoza. Yo fui y les escribí tiempo antes por saber si iban a ir y, de paso, tirármela.

No me responden a tiempo y me escriben días después. Desde el primer día me hablan de pasta. Intercambiamos varios correos y en todos piden dinero con mucho ansia, sólo quieren quedar para sacar pasta. Su forma de expresarse es de un nivel cultural muy bajo, sin apenas oraciones subordinadas, signos de puntuación y ninguna tilde.

Vuelvo a ir a Zaragoza el 8 de agosto, que se celebraba una fiesta spank. Me dicen que están de vacaciones.

En septiembre se celebra otra fiesta BDSM. Vuelvo a decirles que si van a ir y me responden que no. Comienzo a sospechar que lo del rollo Amo/sumisa es una patraña para crear morbo y captar clientes. Generalmente en el BDSM, la gente tiene un nivel cultural muy alto y, en Zaragoza, altísimo. Hay mucho movimiento y hay un sector importante de la gente del BDSM zaragozana muy inteligente, y con los que conversar con ellos es muy agradable.

La pareja protagonista de esta experiencia son unos ceporros de aquí te espero, pero como yo ya no me planteaba una amistad con ellos, sino follármela y punto y, además, me daba mucho morbo, decidí quedar.

Al final, en diciembre quedo con ella. Quedamos en una cafetería cerca del campo de fútbol.

Relato de la experiencia:

Llego al bar y miro. Veo que no están y me salgo a fumar. Llegan ellos. Reconozco a Carmen y veo que lleva a un mostrenco vestido de negro al lado. Nos saludamos y pasamos adentro.

Hablamos un rato y ella apenas dice nada y él apenas dice nada coherente. Él habla y habla y yo desconecto. Recuerdo conversaciones con maños que me hablaban de palabras aragonesas como carnuz, mostrenco, matraco, mego, zopenco... habiendo aneblados como este, no me extraña que exista este vocabulario despectivo tan amplio en Aragón.

Salgo de mi abstracción mental cuando me dice un poético "¿Qué pasa pues? ¿Qué es lo que queres?" "Ehhhh... una hora" "hala pues, vamonós (palabra aguda)". Pago con un billete de 100 euros. No me da opción a darle el dinero porque coge las vueltas sin preguntar.

Bajamos al parking a por el coche y en el ascensor, él le levanta la falda a Carmen. Esto, que debería haberme puesto muy cachondo, era tan grotesco que, en lugar de excitarme, hace que me vengan a la cabeza los comics del SuperMaño y uno de sus personajes: El abominable hombre del Pirineo.

Montamos en el coche. Le dije que se quitase las bragas en el coche y se pusiera como en Historia de O, pero se las quita y se sienta normal. Definitivamente, todo el rollo Amo/sumisa es mentira. Yo pensaba dejar al tío en casa e ir al hotel. Pero él se empeña en que suba "a echar un trago" y me la folle en su casa. Le digo que prefiero en el hotel y me dice que antes le he dicho que sí que iba a ir a su casa. Puede ser que cuando él me hablaba, yo le respondiese que sí sin pensar.

Vamos a su casa, una casa chula, elegante bonita con madera, muy limpia y olía muy bien. Nos sentamos en el sofá y ella se va. Él sigue hablándome y yo sigo preguntándome que qué coño me importa lo que me está contando. Vuelve ella con dos vasos y dos latas de cerveza. Le digo que me la sirvo yo y él dice que no, que para eso está la "perrita obediente". Si ya de por sí, esa cerveza no me gusta absolutamente nada, mal servida me parece repugnante.

Vuelve a recordarme las cosas que hace y que no hace Carmen: Le puedes tocar las tetas, te la puedes follar por el coño, si le quieres follar el culo, 30 "uros" más, no te corras en su boca... En resumen, me voy a follar a una cuarentona mientras su marido toma cerveza asquerosa, no voy a poder hacer prácticamente nada y voy a pagar casi cien euros. Manda cojones.

Me meto en el cuarto y miro el reloj de la mesilla. Siempre estoy de frente a la puerta. Me la chupa un rato de rodillas y luego la pongo a cuatro patas en distintas posturas, de pie, apoyada sólo las manos en la cama, de rodillas apoyando las cuatro extremidades en la cama... pero yo siempre mirando la puerta y, de reojo, al reloj.

Apenas 45 minutos después de entrar, me corrí dentro del condón, lo até y me lo guardé, por lo que pudiera ocurrir. Me vestí y salí deprisa para que viera el marido que había estado menos de una hora con su mujer.

Me pregunta que qué tal me había ido y le digo que bien. Le agradezco todo. Me ofrece otra cerveza, la cual declino alegando que tengo que conducir y me voy.

¿La recomendaría? La experiencia, no. A ella individualmente, quizá.

¿Repetiría? Ni de coña. Ni siquiera gratis.

Lo mejor: La casa, era muy bonita y muy bien amueblada.

Lo peor: El marido.