Infracción para onelupanar: Temas de Moderación en abierto

pistro · #1 22-02-2017, 18:53

Mensaje: [Sólo los usuarios registrados pueden ver los enlaces e imágenes. ]
Usuario: [Sólo los usuarios registrados pueden ver los enlaces e imágenes. ]
Infracción: Temas de Moderación en abierto
Puntos: 1

Nota Administrativa:

Cita:

Temas de Moderación en abierto

Mensaje al Usuario:

Cita:

Temas de Moderación en abierto. Cualquier cosilla de moderación por mp o reportando por favor.

Mensaje Original:

Cita:

Buenos días:

Os escribo estas cuatro letras para relataros la expe que tuve el otro día con dos señoritas de este club Stark. (Stark, al parecer significa duro, rígido. Es apropiado)
Mi visita la hago simultáneamente a Elena y Ana.
Elena, rumana morena, curtida en estas tablas, multiorgasmica. De sobra sabe lo que te gusta y hace por complacerte.
Ana, rumana castaña, pibón del Stark, de tatuaje infinito en un cuerpo sin fin; supersensual. Disfruta y hace disfrutar.
Entre ellas se da la complicidad de la amistad, con lo cual, cuando estáis los tres, es tan llevadero, tan fácil y agradable que te sientes como en casa.
Días antes había quedado con ellas en hacer un trio en el que mediara la pura nata y el contraste carmesí de las fresas.
Y así fue. Llegado el momento subo con ellas y después de una charla intrascendente, comienzan las dos a agasajarme. Mientras me van desnudando, se alternan para besarme todo. Al mismo tiempo correspondo yo torpemente con la misma jugada, pasando de una a la otra sin transición centrándome más entre sus piernas y sus labios. Movimientos sensuales de las dos para este pobre diablo que hoy ejerce de protagonista de esta película. Contorsiones ante el espejo de la habitación hacia donde dirijo la mirada de soslayo procurando no verme a mí, pero sí centrado en el trabajo de estas afroditas del arte amatorio.
Comenzamos la merienda con el embadurne de nata, tanto de mi cuerpo como en los suyos y en estos mojamos alternativamente las sensuales fresas que ellas comen, con morboso placer, como en escena de una película erótica de Polanski.
El lavatorio de las partes lo lleva a cabo la escultural Ana, mientras Elena me acaricia la nuca, el cuello, los labios y en la extensión de la espalda. Yo estoy derritiéndome como mantequilla en el fuego.
Me llevan al tálamo y les sugiero se expongan enteras ente mi presencia cosa que hacen con agrado y comienzo a untar nata entre sus ingles de ambas que ahora lameré con deleite y con algo de ansia, pero sin pudor que estamos como en familia, con confianza.
Aquí me surge un problema y es que no acertaré a cuál de las dos atender con mi ansiosa boca. Así que ahora una, ahora otra y mientras paso mi lengua y mis labios de un coño a otro, mis sensuales dedos acaricias la rica papaya de una y otra. Ellas cabeza atrás, cabeza adelante, fijándose bien en lo que está pasando, lanzan suspiros y gimen (espero que no sean muy fingidos) que a mí me resulta un coro de ángeles. Hago de las fresas una herramienta sexual a las que impregno de nata en la alberca palpitante de una u otra y que doy a comer y como yo mismo. ¡Ah, sí! ¡Así sí! Y expresiones sin lamento salen de sus labios.
Cambiamos de posturas. Mientras Elena me como, yo como a Ana. Las dos aprovechan la blanca nata para embadurnarse. Les pido que se besen. Se besan. Pringan las fresas u seguidamente las comerán con fruición.
Miradas de erotismo mezcladas con la lujuria de la situación. Caras de placer. Yo me imagino la mía. ¡Ahhh, el paraíso es esto!
También jugamos a follar, no por mucho tiempo es de entender, pero suficiente para mí. Entro en Elena a 20 uñas, mientras Ana me hace una exhibición de su talento manual en su propio cuerpo. Se masturba con cara lasciva y se acrecienta mi rigidez. Un rato así y cambiamos de escena, pero no de escenario. Toca atacar a Ana por delante. Ella me abre las puertas del paraíso donde me introduzco con la confianza de entrar en tu propia casa. Ahora Elena catará las mieles de su cuerpo regalándome la visión de su orgasmo y de su rostro lujurioso y lascivo. Su negro pelo revuelto sobre su cara, entre sus ojos de mirada de bruja me dan la visión final del pecado mortal.
No puedo aguantar más. La nata y las fresas se están acabando y la explosión de mi cuerpo en la boca de Ana me lleva al culmen de mi instinto básico. Se produce el resplandor entre las tinieblas.
Ha sido solo media hora corrida que a mí me ha hecho feliz por una corta inversión de 100 €. Creo que merece la pena. Repetiré.
Espero que esto os sirva de estímulo y probéis y acrecentéis los tríos, si podéis, aunque sea incluso sin natas ni fresas. También la receta se puede confeccionar con nueces miel o incluso el chocolate con bizcochos. Intentare probar este ultimo.

Un saludo puteros mamones. - Editado: Temas de moderación en abierto. -

Usuarios viendo actualmente este hilo: 1 (0 miembros y 1 visitantes)