Pido disculpas por la intromisión de este desconocido que soy:
El quitarse la coraza, y asumo que es lo que has hecho, Jose, supone un gran valor pero conlleva el tener que apechugar con las lanzadas que vengan, sean justas o no.
Importa quién sea el forero acusador?. Importa si es mujer, profesional, rojo, de las brigadas azules, judio, sudamericano, español, friky, valiente, cobarde, marciano?. Venga, no empecemos con estas cosas....
Lo que importa es si tiene razón con respecto al pasado. Si no es así, habrás de defenderte con argumentos y no con otra cosa. Si la tiene tú sabrás lo que has de hacer. O puedes no hacer nada en ninguno de los casos, que a veces es lo más elegante. Agua pasada no mueve molino...
Como "Jose" doy por hecho que dices la verdad y te considero valiente. Como Santo Oficio me pareciste útil (gracias), ácido y astuto. No necesariamente por ese orden. Ya te dije que no te conozco como para decir nada más y tampoco he seguido tus post y tu historia como para juzgarte de otra manera.
Pero esto, ante el primer ataque serio:
Cita:
Iniciado por Santo Oficio
Saludos, Santo Oficio
Es volver a la coraza. Y ya no será lo mismo.
P.D.: Te hago una pregunta retórica: Se te pudo ir la mano alguna vez?. Respóndete y elije tu camino. Lo estás llevando bien...me parece. Ánimo.
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"Digan lo que digan, siempre hay algo malo escondido en los hombres que huyen del vino, de las cartas, de las mujeres hermosas o de una buena conversación. Esos hombres o están gravemente enfermos, o tienen un odio secreto a los que les rodean". El Diablo en El Maestro y Margarita de Bulgákov
Recuerdo como si fuera ayer cuando llegué a este país. Por aquel entonces, sólo tenía 100 dólares y el número de un teléfono de un amigo que jamás contestó mis llamadas...
Tuve que cambiar la pasta y me quedaron entonces 70 euros. Compré un billete para Sol y así estuve vagando durante varios días, comiendo lo estrictamente necesario, aseándome en bares y estaciones de buses, durmiendo dónde caía la noche...
Pero un día de esos, me encontré con un poeta peruano que no sólo me dio posada en su cuarto por una semana sino que me llevó, a la que luego, con el devenir de los días, sería mi casa y mi oficina: La Montera...
Así todo comenzó...
Mayo, 2005:
No había otra vida que aquella cuya soledad marcaba el ritmo de mis pasos a lo largo de La Montera. Aquellos rostros de mujeres, tan graves, arrebatados de pronto por la risa. Una sobre todo, de nariz larga y boca orgullosa, que reía. A veces me detengo a mirar esos rostros, me alimento de ellos, bebo de sus sonrisas. ¿Soy feliz o desdichado? La pregunta tiene poca importancia...
Su nombre, Aída. Nacionalidad, rumana. Fue la primera chica que me dio cariño, felicidad y fuerza para salir adelante, pues ella me dio mi primer trabajo, de “traidor”... Tráeme esto, tráeme aquello... A cambio recibía propinas que luego se fueron incrementando merced a que algunas de sus amigas comenzaron también a requerir mis servicios...
De esta manera, junté, con mucho esfuerzo, 20 pavos que los invertiría en mi primer polvo en La Montera y con Aída... La habitación (5€), cortesía de ella... Luego, fuimos amigos, muy amigos, amigos cariñosos, como ella decía y con derecho a roce...
Nunca me dio esperanza puesto que tenía un esposo y un niño en Rumania pero fue el revulsivo que necesitaba para comenzar desde cero...
Fue así, como uno de esos días conocí a una persona que luego, se convertiría, en pieza clave en mi vida en España, Tina... Ex-prostituta, portuguesa, de espíritu cansado pero con un corazón del tamaño de una catedral. Con el tiempo y merced a que era amigo de Aída y de algunas chicas, me quedaba conversando un poco con ella, veía la tele, ayudaba, ella se reía, recuerdo que conversábamos mucho, compartimos nuestras historias, hasta que un día le pedí un favor que ella ya lo intuía... Qué cara me habrá visto, que me miró y dijo, te puedes quedar de 5am a 8am...
Así tuve mi primer cuarto en España y mi suite privada por escasas tres horas en La Montera... Allí vi, escuché y viví de todo, en silencio. Todas me veían como algo exótico y muchas, inclusive, decían que era un talismán y gracias a ello, algunas cubrieron mis necesidades y carencias...
Hay muchas chicas que recuerdo con mucha nostalgia, no diré ni contaré la relación que tuve con ellas pero sí la sensación que siento cuando evoco aquellos días que parecen que fueron ayer, cuando las veía de arriba a abajo por la calle:
R., (mi peque, su regalo hasta ahora me acompaña en mis viajes): Con ella, esperaba el momento en que, ya en la calle, volvía su rostro hacia mí. Y lo que me mostraba entonces era una cara resplandeciente y pálida en la que los besos habían desplazado su maquillaje y hasta la expresión. Su rostro era desnudo. Y por primera vez era ella a quien veía después de haberla perseguido durante largas horas sofocantes de deseo. Mi paciencia de amarla era al fin recompensada. A pesar de su corta edad nunca tuvo miedo a nadie ni a nada y esa fue su perdición... Deportada en 2006...
S., (la rubia que me partió el corazón “n” veces): Felicidad y tristeza. Cuando todo lo que toques se vuelva triste, cuando tu mirada furtiva al cielo te transmita el color de la tristeza, cuando no existan ojos secos cerca de ti y te desenvuelvas por La Montera como entre las zarzas, cuando el sol sorba las huellas de tus pasos para emborracharse de dolor, entonces tendrás el derecho y el orgullo de afirmar que existe la vida… Mujer viviente que amé. Pero al mismo tiempo, ese gusto amargo de la soledad... Actualmente, trabajando en un club de Pza. Castilla...
Sé que hay cosas, seres que aún me esperan y sin duda yo también los espero y los deseo con todas mis fuerzas y mi tristeza. Pero aquí en La Montera gané mi vida a fuerza de silencio y de secretos...
A veces, me asombro, del milagro de no tener que hablar de sí...
Ahora que paso por esta calle, pienso que caminar por La Montera es enfrentarse a esa fiebre que late en mis sienes, al abandono singular y repentino del mundo y de las mujeres. Luchar contra mi cuerpo. Sentado en una terraza, en medio de la calle y del sol, sintiéndome vacío y hueco por dentro, pienso todo el tiempo en A., en esa larga historia tierna y dolorosa de una lucha contra todo...
Es triste pero hoy, que vivo el retiro, ya sólo me queda evocar aquellos días en que tuve que aprender a ser yunque para luego llegar a ser martillo. Sin embargo, de vez en cuando, cuando veo a una amiga en la calle que me saluda o sonríe, pienso: rumanas en la calle. La bestia ardiente del deseo que llevamos adujada en la cavidad de los riñones y que se agita con una dulzura salvaje...
Saludos, Jose
PD: Hoy, la gran Tina por un problema laboral, ha tenido que volver a la calle… Así es la vida…
Vieniendo del otro lado del atlantico, a mí al menos me gustaría saber cómo funcionan las cosas por allá, un poco de todo, como son las chicas, los lupanares, como se negocia, como es la calle, como funciona un poco allá todo...
Vieniendo del otro lado del atlantico, a mí al menos me gustaría saber cómo funcionan las cosas por allá, un poco de todo, como son las chicas, los lupanares, como se negocia, como es la calle, como funciona un poco allá todo...
¿Qué es ser un putero? ¿Un ser desdichado que esconde profundos tormentos en su corazón, pero cuyo deseo y apetencia sexual están formados de tal modo que, desbordados por el suspiro y por el grito, suena cual hermosa música?
¿O un ser atormentado lentamente, poco a poco, a fuego lento, y cuyos gritos no llegan a los oídos de Dios? Y la gente se agolpa rodeando al putero y le dice: vuelve a follar pronto, es decir, ojalá te atormenten nuevos sufrimientos a tu alma y ojalá siga tu deseo sexual como hasta ahora, pues el grito nos angustiaría, pero la música… del sexo esa sí es celestial…
Sí, ser putero es un acto unívoco, volitivo y muchas veces, solitario… Y a veces, qué triste y duro es pagar...
¿Qué es ser un putero? ¿Un ser desdichado que esconde profundos tormentos en su corazón, pero cuyo deseo y apetencia sexual están formados de tal modo que, desbordados por el suspiro y por el grito, suena cual hermosa música?
¿O un ser atormentado lentamente, poco a poco, a fuego lento, y cuyos gritos no llegan a los oídos de Dios? Y la gente se agolpa rodeando al putero y le dice: vuelve a follar pronto, es decir, ojalá te atormenten nuevos sufrimientos a tu alma y ojalá siga tu deseo sexual como hasta ahora, pues el grito nos angustiaría, pero la música… del sexo esa sí es celestial…
Sí, ser putero es un acto unívoco, volitivo y muchas veces, solitario… Y a veces, qué triste y duro es pagar...
Saludos, Jose
esto casi me recuerda al Conde de Romanones cuando decía qué era ser español. El dialogo era más o menos así...
-¿Sabe vd por qué es español?
-Soy español pq nací en este país.
El Conde le interpelaba tajante.
-No señor, vd es español pq no puede ser otra cosa :)
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