- Pues porque tenía unas tetas impresionantes y tú vas y te fijas en sus pies.
- Unos pies preciosos, por cierto, tenía unos tacones que resaltaban sus tobillos. Y además se adivinaba el comienzo de sus dedos. ¡Ufff!
- Quita, quita. Donde estén unas buenas tetas.
- Sí, pero yo disfruto más con los pies. Veo unos pies como esos y es que me tiraba al suelo a besárselos.
- Pues yo ni de coña, a saber cómo huelen.
- Deberías probar unos pies limpios y frescos, besarlos, lamerlos, chuparlos. ¿Sabes que chupar el dedo gordo es lo más parecido a una felación para una mujer? Algunas hasta se llegan a correr.
- No me dirás ahora que te gustan las pollas.
- ¡Que no, coño! Si no ves el erotismo y la sensualidad de unos pies no puedes entenderlo. Las medias, los tacones.
- Pero también te gustarán las tetas, ¿no?
- Que sí, hombre que sí, también me gustan las tetas. Mira, mira lo que viene por allí. Mírale los pies y luego me cuentas.
PD
Para Gala, que ayer puso una [Sólo los usuarios registrados pueden ver los enlaces e imágenes. ] que me encantó y no dejo de imaginármela como en la foto.
Muy bueno... Yo también soy un fetichista compulsivo de los pies de las mujeres.
Cuando se los chupas bien a una chica, los dedos, los talones, el puente, los tobillos, ..., todo, empieza a ordenarte que la folles, y por todos sitios,...; de ahí vas subiendo por las piernas hasta el que te dije y para entonces ya la chica está gritando de placer mientras se corre como una condenada... Cuando por fin la penetras aúlla como una loba en celo...
Querido Perillán...
Me asombran los relatos que, desde la sencillez, demuestran sensibilidades ocultas a simple vista.
Me alegra saber que cuando una mujer camina por la calle no todas las miradas convergen en un mismo punto, demasiado obvio...
Adoro los zapatos y vestir mis pies, a los que dedico atención y mimos. En ocasiones siento esas miradas de hombres y mujeres, aunque no podría asegurar que el objeto de ésta sean zapatos o pies.
Pero este relato indica atención al cuerpo de una mujer, a todo el cuerpo, desde los pies ¡si!.
Disfrutar de cada centímetro es fabuloso, sin restar, siempre sumando...
Te felicito...tal vez alguno más de nosotros baje la vista y mire con otros ojos, sintiendo la sensualidad y el erotismo del caminar de una mujer... y exclame ¡ufff! con deseo.