Mi Jefa

reminder · #1 30-07-2009, 09:56

Me quedan 5 minutos. Tengo que salir de la oficina de una jodida vez. Ha sido un día de mierda. Todo aburrimiento. Si mi jefa supiera por lo que me va a pagar hoy me echaría inmediatamente a la calle… Je, qué habrá hecho ella, no te jode.

Riiiiiiiinnnnng, Riiiiiiiinnnnnnng

No me jodas, ¿ahora?, ¿quién coño llama a menos cinco?
- “Sí…. Ah hola, sí voy para allá.”

¡Me cago en la puta! ¿Qué coño quiere ésta ahora? ¿Es que esta gente nació con el “gen jodedor” hiperactivo?

Mientras me encamino por el largo pasillo hacia su despacho estoy pensando en la multitud de cosas que puede haber para que me eche una charla o me despida directamente.
Ya está, de ésta a la puta calle fijo. Joder, ¡no se miran esas páginas desde el trabajo gilipollas! Que eres gilipollas… A ver qué coño digo ahora…

-¿Se puede? Jeje.
- Pasa, pasa. Siéntate
- eeeh ¿Ocurre algo?
-No hombre no. No pasa nada. Es que tengo que comentarte varias cosillas.
A ver. Desde Internacional me han pedido que nos ocupemos del tema de la nueva herramienta y he pensado que dado que yo voy a estar fuera una larga temporada, pues te encargues tú de liderar el proyecto….

Hala, y con esa sonrisa se queda tan pancha… Y yo que estaba a punto del paro cardiaco y de suplicar clemencia…

–Pueeeees estupendo, muchas gracias por tu confianza. ¿Te vas fuera???.
- Sí, me he divorciado... me dice mientras fija su mirada en mis ojos y clava una medio sonrisa de circunstancias.

Acabo de poner cara de gilipollas integral… Suponía que estaba casada, sí. Pero nunca me había planteado que hubiera una vida personal detrás del sargento de hierro…

-Vaya… Lo siento.

Mi tono es bajito, muy bajito. Es el tono dubitativo que se utiliza cuando no sabemos si decir blanco o negro y nos decidimos por uno sin saber por qué…

- No te preocupes, yo no.
-Eeeeeeh mejor ¿?

No sé por qué pero me acabo de excitar muchísimo con su frase… trato de disimular mi repentino sofoco. Mi amiguito y yo acabamos de “descubrir” que mi jefa es una mujer… y muy atractiva qué coño. Siempre va muy profesional vistiendo pero dejando muy clara su feminidad. Nunca un botón abrochado de más en esas blusas apretadas. Nunca una falda por debajo de la rodilla. Nunca unas gafas que no vayan a juego… Y esos pechos…

Es una mujer, no una niña y ella lo sabe, pero tiene la expresión de la que conoce sus armas. Hay muchas batallas ganadas en esa sonrisa. Porque me sigue sonriendo…

- Jajaja, ¿dónde te has ido? ¿Qué estás pensando? Jajaja.
-Eeeeeh perdóname. No he sabido que decir sinceramente… y me he perdido en mis pensamientos.
- Ahhh ¿y tus pensamientos te han llevado a mis pechos? Porque te has quedado fijo en ellos… Y no es lo único que se ha quedado fijo por lo que veo…

Un llino de calor y turbación asciende desde mi estómago hasta mi garganta. Creo que me voy a ahogar en mis propios jugos de vergüenza. Sin embargo, me sorprendo volviendo a fijarme sin rubor en ese canal del pecado que es su escote. Es un imán que no puedo evitar.

-¡Pero mírame a los ojos! Jajajaja

Al alzar la vista, su cara ha cambiado, su sonrisa ya no es inocente, su mirada se ha vestido de pecado… y estoy notando como su pie asciende por mi pierna izquierda y acaba por descansar en mi polla que ya está a punto de reventar.

Agarro su pie y lo acaricio mientras mi respiración se acelera y e entrecorta. Me hace un guiño que termina por desquiciarme.

-Vámonos.

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