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Erase una vez en un discreto pisito recién inaugurado un partido amistoso entre cinco chicos y dos chicas…cuatro meses después y tras haber compartido jacuzzis, mazmorras y habitaciones dos de esos valientes se aventuraron a un mano a mano, bueno, manitas, con tres medio novatas pero expertas chicas.

Todo un reto hacer que Bailarín vea más allá de su anhelado objeto de deseo, Nataly, y eso lo consigue Mariana que, ataviada con un ajustado vaquero y un top que cubre con dificultad sus pechos y deja al descubierto su espalda y su impresionante terminación de la misma, nos regala un excitante y sensual baile mientras en el sofá los demás colocados chico-chica-chico-chica nos toqueteamos y jaleamos a la preciosa morena que con su danza está caldeando mucho el ambiente.

Fernantoes nos sorprende con un desconocido talento salsero y se marca un “peaso” baile que hace a Bailarín decir que se cambien el mote.
Pongo música lenta para propiciar el tonteo pegaditos y comienzan los abrazos y caricias entre tod@s, bueno, corriJo, de chicas con chicos pero nunca entre ellos; parejas, tríos (sobre todo de Baila con las chicas mientras yo me acaramelo y acaparo a fernantoes) y quintetos de baile, incluso en un momento formamos un big-king (eso era mucho más que un sándwich) con doble de carne y mucho pepinillo… risas, picardía, erotismo, morbo…
Nos vamos poniendo cómodos, cambio de zapatos por chanclas desechables amorfas que no distinguen el derecho del izquierdo ;), retirada de pantalones que liberan explícitos abultamientos gayumbiles, cada vez más prendas de ambos géneros desperdigadas por el suelo y los sofás.

En un momento dado Nataly y Mariana se apartan a cuchichear a una esquinita mientras los chicos me rodean y me llenan de besos y caricias hasta que la conspiradora pareja femenina rapta a Bailarín, que se resiste como loco: “No, por favor, Laura, ¿esto es cosa tuya?” - suplica desesperado… “¿Mía?, pobre de mí, si yo sólo estaba aquí bailando…” y, mientras hablo, arrastro, también con gran dificultad, a fernantoes a la otra habitación.
Las cosas de puertas adentro nunca las cuento, eso lo dejo a apetencia y criterio de cada forero, que yo no quiero ni debo; bueno, hoy sí tengo una que contar:
en mitad de la labor que a fernantoes y a mí nos ocupaba, ha irrumpido Bailarín - casi me da un infarto, luego se quejaba él de su taquicardia- y con cara de asombro, dice: “Huy, perdón, iba al baño…¡anda! no sabía que estábais follando”…nooooo, nosotros siempre que estamos solos y desnudos en una habitación me suelo montar así, a horcajadas sobre él, para jugar a churro, media manga…que lo que dice Fer, y es que, al menos se agradece que haya mirado antes de empezar a mearnos encima, aunque yo casi lo hago de la risa; aún no estoy convencida de que realmente se haya equivocado de puerta…que no era la primera ni segunda vez que estaba en la casa…¿¿¿???

Y así entre unas cosas y otras, “¡¡Joder, ¿ya son las siete?!!”, pero, no puede ser ¿ cuándo han pasado estas cinco horas?”
Despedidas más o menos precipitadas, muchos besos, todo sonrisas (“de oreja a oreja”) y tan felices a cenar y dormir como bendit@s…