Es Mi Momento

Así, totalmente desnuda, me siento completamente vulnerable. Un enorme escalofrío de excitación me recorre desde la cabeza a los pies volviendo nuevamente a la cabeza una y otra vez como una ola infinita. La oscuridad absoluta provocada por la venda que me cubre los ojos aumenta el grado de ansiedad y me hace perder la noción del tiempo y el espacio.

Un ruido. La puerta se abre. Agudizo el oído. No siento respiraciones. No se oyen pasos. La puerta se cierra. ¿Habrá alguien?. ¿Hombre?, ¿mujer?, ¿ambos?, ¿un grupo?...

He esperado mucho este momento. Es mi momento. Lo voy a aprovechar. Yo puedo…

Una música suena. Es la señal. Me contoneo lentamente. Sensualmente. Mi mente procura visualizar mi cuerpo. Me gusto. Me gusto y me excito. Mis pezones se yerguen, mis pechos se tersan y piden a gritos que los acaricien. Mi lengua se inquieta y sale de mi boca juguetonamente. Mi sexo comienza a chorrear. Estoy perturbada e inquieta.

He esperado mucho este momento. Es mi momento. Lo voy a aprovechar. Yo puedo. Cuantas querrían estar ahora en mi lugar...

Necesito sentirme deseada. Mis contoneos cambian a posturas provocadoras. Cada vez más perturbadoras hasta rozar lo escandaloso y quizás obsceno.

He esperado mucho este momento. Es mi momento. Lo voy a aprovechar. Yo puedo. Cuantas querrían estar ahora en mi lugar, es mi oportunidad y voy a conseguirlo.

Me quito las esposas. Voy a masturbarme, no aguanto más.

“El tiempo ha terminado, por favor, depositen más monedas para continuar…”

He esperado mucho este momento. Es mi momento. Lo voy a aprovechar. Yo puedo. Cuantas querrían estar ahora en mi lugar, es mi oportunidad y voy a conseguirlo. Me voy a forrar.




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