Sandra 24 Española.

Nacionalidad: Española.
Forma de Contacto: Whatsapp.
Hilo profesionales: [Sólo los usuarios registrados pueden ver los enlaces e imágenes. ]
Fecha aproximada: Mediados de marzo.
Lugar: Mi domicilio.
Higiene: Muy buena.
Precio: 80/h masaje y manual.
Edad: Sobre los 24 que dice tener.
Cara: Normal de morfología triangular.
Pelo: Media melena, moreno.
Cuerpo: Alta, sobre 1.70, estilizada con formas atractivas. Las fotos son totalmente fidedignas. Incluso se presentó con el mismo atuendo en mi casa.
Pecho: Yo diría que lo mejor. Tetitas en su justa proporción y textura, además con la inclinación que creo que nos gusta tanto, hacia arriba y el pezón apuntando al cielo. Remito de nuevo a las fotos, pero asegurando que son mejores aún cuando las tienes delante, no digamos entre manos o labios. Buff ¡que gozada!.
Culo: Precioso también y equilibrado entre cintura y caderas, duro y sin gota de celulitis.
Actitud: Muy positiva y agradable. Dispuesta a hacértelo pasar bien y colaborativa.
Conversación: Otro de sus puntos fuertes. Culta y educada sin excesos.
Besos: No demasiados, pero tampoco los rehúye y corresponde con agrado.
Fuma: Noté un poco al principio de los besos, pero pronto lo olvidé.
Francés: No lo hacía en ese momento.
Forniqueo: Tampoco, estaba en fase de adaptación y se lo tomaba con calma hasta que fuera viendo.
Griego: Ni hablar ni pensar.
Lo mejor: Su cuerpo, sobre todo sus tetitas (no dejo de pensar en ellas) y su actitud.
Lo peor: Que en ese momento no pasara a mayores opciones.
¿Repetir?:Seguro, sobre todo ahora que al escribir esta experiencia pone en su hilo que ya hace casi todo.
Valoración global de la experiencia: 8.

Relato: Contacto por whatsapp y tras avisarme que solo realiza masaje y manual de momento, cerramos para esa misma tarde. Acude puntual a la cita en mi domicilio ataviada tal y como se ve en las fotos. Es alta y esbelta, guapa, con un halo de simpatía y lozanía que la hace muy atractiva. Enseguida se despoja de su gorro y prendas de abrigo, le ofrezco bebida y me solicita un vaso de agua que le sirvo directamente del grifo en su presencia.
Hago un inciso para comentar que últimamente todas las chicas piden agua, será porque ¿temen o pueden sospechar del tema “burundanga”?, no me extrañaría…..
De pié en el salón comienzo a coger sus manos iniciando el acercamiento hacia su cara y cuerpo con la intención de romper el hielo poco a poco y coger confianza. No rehúsa, antes al contrario se ofrece solícita y complaciente, le pregunto si el masaje es desnuda y asiente.
Aunque saca y exhibe el bote de aceite de dentro de una bolsa de plástico le digo que lo deje en la mesa mientras hablamos de lo divino y humano. Quede constancia que fui yo el que prefirió hablar y acariciar sus manos y rostro mientras tanto, ya que el tema que iniciamos nos atrae sobremanera a los dos.
Poco a poco y tras confirmarme que no necesita ducha, nos fuimos hacia la habitación para desnudarnos lentamente uno frente a otro sin dejar de charlar. Cuando llegó el momento de ver sus pechos, casi me quedo mudo. Increíbles, el sueño de mi vida, nunca había visto algo igual, creía que sólo existían en las revistas y seguramente fruto del photosop (si, ya lo sé, no he visto demasiadas al natural, es que llevo poco en esto y en mi juventud sólo veía catálogos de sujetadores de Galerías Preciados), pero siempre recuerdo que entre los amigos a este tipo de pecho lo denominábamos de “cornicabra”.
“Si habéis llegado hasta aquí, perdonar la tabarra de abuelo cebolleta, pero ahora que puedo disfrutar de lo que no hacía en juventud por desinformación, tabúes y represión política y religiosa, os sugiero que aprovechéis las oportunidades con naturalidad, sin remilgos ni faltas de respeto hacia la otra parte. Es lo que os quedará para siempre grabado y podréis estar orgullosos cuando el físico no lo permita”.
Nos tumbamos en la cama al lado uno del otro mientras bla, bla, bla,.. Pero ahora yo no apartaba mis ojos de esos dos melocotoncitos con forma de aceituna puntiaguda que desafiaban la ley de gravedad apuntando sus pezones hacia la lámpara del techo. Tímidamente y no pudiendo ya más, le pregunté si podía tocarlos, a lo que sin dudar ni tardar respondió afirmativamente, y allá que mis manos y el conjunto de dedos fueron temblorosamente a masajearlos y palparlos. ¡Qué delicia! .Tanto el tacto como la tersura me resultaban atractivos al máximo, ya daba por bien empleada la inversión sólo por ello.
Intercalábamos algunos besos y la temperatura iba subiendo tanto como mi viejo soldadito, llegando a un punto en que empecé a notar cómo se estremecía cada vez más y pasé a sustituir mi mano de un lado por los labios y la boca. Con una suavidad exquisita para no hacerla daño, notaba que emitía gemidos de placer cada vez mayores y más prolongados, mientras ella acogía en su mano al vecino de abajo que estaba como loco porque llegara el momento y comenzó a pajearlo.
La excitación pasó a máximos y baje mi mano del pecho a su vulva, mientras mantenía mi boca alternando pezones y pechos de un lado a otro. Estaba muy mojada y empecé a buscar su satisfacción definitiva entre los pliegues de esa cueva tan ardiente que abrió sus puertas de par en par a mis dedos, primero con suavidad y luego aumentando el ritmo al mismo compás que ella manejaba mi agradecido soldado.
Empezó a gemir y pronunciar palabras cortitas, casi un monosílabo sobre el ser supremo que gobierna el mundo, y empecé a temer que los vecinos me echaran de la comunidad por la fama que debo tener ya, pero pronto me centré en lo principal y el goce y disfrute de ambos que no tardó en llegar a su punto máximo casi al unísono.
Nos fuimos relajando pausadamente mientras acariciaba y besaba con ternura y suavidad su cuerpo y pechos en particular, como despidiéndolos hasta la próxima que espero no se muy tarde.
Era la hora estipulada, y tras asearse en la ducha y pagarle lo convenido, nos despedimos desando por mi parte que la próxima vez haya cogido confianza y se atreva a darme el resto del placer que su maravilloso cuerpo promete.

Resumen: Experiencia muy positiva a pesar de las limitaciones ya previstas al contratar pero que superó mis expectativas desde el principio. Una gran mujer y persona que aúna físico y otras muchas cualidades en este ambiente y la juventud actual en general. Poco fogueada aún y espero no caiga en los tópicos que el tiempo y los malos hábitos suelen lastrar esta profesión. Parece que ahora si realiza completos, de nosotros depende en gran parte que siga la buena línea.

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"Cambiar el mundo, amigo Sancho, que no es locura ni utopía, sino justicia".