Bianca/Luana/Estrella 602598092 - 613137274

Nombre: Bianca/Luana
Nacionalidad: Paraguaya
Forma de Contacto:613137274 (Whatsapp)
Fecha aproximada: No se dice
Lugar: Garcia Plata de Osma
Instalaciones: Calor, sin cobertura... Lo siento por las criaturas pero el dueño debe de ser un jeta total.
Higiene: Normal. Ella estaba (o parecía duchada) y a mí toallitas
Precio: 50€ 30 min / 100€ 60h
Edad: 20 reales
Cara: Hay fotos que no son suyas y hay otras en las que aparece con la cara tapada que sí podrían serlo. A mí me ha parecido muy guapa
Cuerpo: Normal, algo bajita (a mí me gustan así)y con cuerpazo.
Pecho: Precioso y natural; hay dónde agarrar. Me ha encatado
Culo: Muy majo tan bien
Actitud: Muy simpática al principio, comunicativa y tal. Intenta agradar y hemos conversado poco, pero bien.
Conversación: Bien.
Besos: Esta vez me olía el aliento a rosas pero me dejó claro que besos ni de coña.
Fuma: No que yo sepa
Francés:Muy bueno.
Forniqueo: Muy bien.
Griego: NO
Lo mejor: Tirarte a una cría de 20 con un cuerpazo
Lo peor: Se nota que finge para intentar que te corras antes y me ha relojeado.
¿Repetir? Depende.
¿Recomendable? Valorando pros y contras yo me la volvía a follar (siempre y cuando se deje claro lo del tiempo)
Valoración global de la experiencia: 8

El piso no es discreto. Es obligatorio llamar al interfono para que puedan abrirte (nada de "ya estoy abajo"). Hacía calor y aunque tenían ventilador no llega a ser suficiente. Además, con el problema de la cobertura pueden tardar un buen rato en contestarte o en llevar a cabo media conversación.

La chica: despampanante para mi gusto. Rubita, pelo corto, curvas donde agarrar y sin un ápice de grasa. Hemos hablado un poco, le pago, me limpia y me la empieza a comer. Dan ganas de dejarse llevar y echarlo todo ahí (pero claro, no lo hace). Luego ella encima, yo encima, a cuatro, de lado... Variando un buen rato y va cambiando los gemidos según cree que te gusta a ti o no (mola, pero prefiero que sea un poco más natural).
Lo malo es que no ha parado de sonar el teléfono y cuando he acabado me ha dicho que se había acabado el tiempo (sí, justo cuando estaba tirando en la cama disfrutando de mi recién conseguido orgasmo) y ha cogido el teléfono a otro.

He mirado mi reloj y quedaban 10 minutos: no he querido discutir pero me he dado prisa cero en levantarme y vestirme. Es más, si no me hubiera hecho esa jugada me habría quedado a echar el siguiente porque su cuerpo lo merece.